Los antorchistas somos demócratas. No somos autoritarios como sí lo son los morenistas y ello se revela en que las decisiones en este país del 2018 para acá se toman por una persona y nada más. Es más, les cuento una anécdota: cuando estaba estudiando el doctorado en El Colegio de México, un día después de la elección en la que López Obrador perdió con 300 mil votos contra Felipe Calderón, escuché decir dos cosas en los pasillos del Colmex por propia gente cercana y que hoy sigue siendo muy cercana al actual presidente decir dos cosas: “buscaremos el conteo voto por voto, casilla por casilla”, ahí, antes de que nadie lo dijera en público, lo escuché por primera vez; pero también escuché algo que ahora me explico con más claridad: “el problema es que no escucha razones, no hace caso a nadie”, refiriéndose a López Obrador; es decir, gente de su círculo cercano diciendo esto, revela que la conducta autoritaria no es nueva y que ahora, con el poder en sus manos, simplemente se potencia y se han mostrado elementos claros de dicha conducta como es la violación de la Constitución, el golpeteo a las madres cuyos niños tienen cáncer a los cuales les ha negado la medicina, el cierre arbitrario de programas que beneficiaban a los mexicanos, más que los programas que hoy reparten solo dinero y, finalmente, se descubre su autoritarismo ahí donde llama a falsas consultas para cerrar un aeropuerto, pero no consulta comprar fierro viejo al adquirir una refinería con pérdidas.
Pues bien, somos demócratas y respetaremos la decisión del INE y de los tribunales electorales, pero eso no quiere decir que no hayan hecho trampa los morenistas en Chimalhuacán. Ellos lo saben, pues fueron detenidos “infraganti” miembros suyos con dinero y el nombre de nóminas para pagar entre 30 y 60 mil pesos, por tanto, que no vengan los corruptos a hablarnos de combate a la corrupción. Pero dicho esto; es decir, que respetaremos las decisiones del INE y de los tribunales, precisamente como somos demócratas estamos en la obligación de plantearle a la presidenta electa y que entrará en funciones en enero, qué hará en Chimalhuacán, cuál es su programa de trabajo; qué piensa hacer con el deporte, con las pavimentaciones, con el problema del agua potable, con el problema de la inseguridad, con el problema de la educación, con el problema del drenaje, con los servicios de salud que gratuitamente se le daban a la población, con las comparsas tradicionales, con la feria de la aceituna y la feria regional Chimalhuacán, con los espacios culturales, con las albercas, con las instalaciones deportivas, con el aviario y la granja didáctica, con el planetario, etc., que a lo largo de 21 años construimos a base de lucha y con mucho esfuerzo quienes formaron parte del proyecto Nuevo Chimalhuacán encabezados por el Biólogo Jesús Tolentino Román Bojórquez.
Esto lo digo, porque en redes, en vez de decir qué van a hacer con la gente, lo único que han salido a lanzar son ataques feroces en contra de las cabezas de Antorcha. Es decir, de entrada, el pueblo de Chimalhuacán debe detectar que están lanzando una cortina de humo para esconder que no van a hacer nada nuevo ni van a invertir recursos por el bien de la gente, sino que, por el contrario, se van a poner a perseguir a sus enemigos inventándoles delitos.
Por ejemplo, han dicho en redes que van a derrumbar el Guerrero Chimalli y que van a derrumbar el auditorio Acolmixtli. Pues sería bueno ver que lo intentaran, porque si fuera el caso, desde ahora llamo al pueblo organizado del Proyecto Nuevo Chimalhuacán a que esté listo y se congregue multitudinariamente a defender, no solo al Guerrero Chimalli o el Auditorio Acolmixtli, sino todo aquello que ha sido ganado con sangre, sudor y lágrimas en todo Chimalhuacán, es más, les llamo a que estén atentos y denunciando las arbitrariedades que lleguen a cometer los morenistas y su presidenta Xóchitl Flores Jiménez, que no ha hecho nada por Chimalhuacán, más que sembrar el odio y la división.
Efectivamente, si las albercas se ensucian por descuido de la presidenta, denúncienlo; si las calles vuelven a ser basureros, denúncienlo; si dejan crecer la hierba mala en los parques y jardines que con tanto amor y esfuerzo se han construido para la gente, denúncienlo; si se deterioran los servicios de alumbrado público y no hace nada el Gobierno morenista, denúncienlo; si aumenta la inseguridad y las extorsiones, denúncienlo; si se dejan de dar servicios de entrenamiento a los deportistas profesionales, denúncienlo; si intentan derrumbar el Guerrero Chimalli, júntense e impídanlo, tendrán que pasar por encima de quienes lograron con tanto esfuerzo construir el Chimalhuacán que hoy es.
Finalmente, los morenistas son muy buenos para destruir, pero muy malos para construir y, además, reciben el ayuntamiento con un gran nivel de progreso: a ellos no les tocó dormir en Toluca para exigir recursos para las obras más elementales de Chimalhuacán como el drenaje de la Ignacio Manuel Altamirano o la luz eléctrica de Tlatel Xochitenco; ellos no recibieron los balazos de La Loba ni sufrieron la muerte de 10 de sus compañeros como nosotros, que son mártires de Chimalhuacán y que, gracias a su sacrificio hoy Chimalhuacán es una de las ciudades más modernas del oriente del Estado de México, por tanto, cuidado y se quiera mancillar la imagen de nuestros muertos y sus monumentos, porque el pueblo debe salir a defenderlos con energía y valiéndonos de nuestros derechos constitucionales de petición, de organización y de manifestación pública de nuestras ideas.
Pueblo de Chimalhuacán, no se deje engañar. Los que llegan de Morena no hicieron nada por Chimalhuacán en 21 años y ahora se hacen del poder con las trampas antes señaladas, pero, quienes han trabajado durante 21 años convirtiendo Chimalhuacán, de un basurero a una ciudad moderna, lamentamos que la ciudadanía no haya defendido ese gran esfuerzo y se darán cuenta de la diferencia una vez que inicie el 1ero de enero de 2022.
No obstante, llamo a que formemos los Comités de Defensa de Chimalhuacán, pues no podemos permitir que 21 años de trabajo se destruyan en sólo tres años de mal Gobierno morenista y si intentan destruir alguna de las obras que tanto esfuerzo costaron construir, llamo al pueblo de Chimalhuacán que las defienda ciudadana y enérgicamente, que es su derecho y son sus impuestos los que querrán destruir. No omito señalar que miles de mexicanos de todo el país organizados y ciudadanos estamos dispuestos a defender con el pueblo de Chimalhuacán solidariamente sus logros en 21 años y nos haremos presentes de ser necesario en favor de la defensa del progreso de Chimalhuacán. Defendamos Chimalhuacán: no a la destrucción del Guerrero Chimalli, no a la destrucción del auditorio Acolmixtli, no a la destrucción de Chimalhuacán.
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