Con el paso de los años los mexicanos nos hemos venido desilusionando de la democracia que tenemos en México; ya es una costumbre que en nuestro país los políticos hacen promesas que al llegar al poder no cumplirán, haciéndose los desatendidos y poniendo infinidad de pretextos, mientras el pueblo espera solución a sus problemas. Ésta es la forma de operar de todos los partidos políticos en nuestro país desde el más grande hasta el más pequeño, sin importar si es de derecha o se hace llamar de “izquierda”; y esto es lo que al pueblo lo decepciona, tanto que ahora ya no ven las elecciones como un ejercicio democrático en el cual, con nuestro derecho y también obligación, elegimos a nuestros representantes en el Gobierno.
Actualmente, muchos mexicanos ven la “democracia” como un negocio en el cual vender el voto para tener un beneficio momentáneo que los conduce a una miseria mayor, actúan así quienes tienen poca visión del futuro. Hay otros que también lo ven como un negocio, pero ellos sí saben que invertir en una campaña les traerá beneficios cuando lleguen al poder, como recibiendo contratos millonarios y favores de las nuevas autoridades.
En su forma moderna, la democracia se entiende como un sistema de organización donde al pueblo se le concede el poder en su forma colectiva y ya sea de manera directa o indirecta elige a sus representantes, quienes una vez electos trabajarán para defender los intereses de sus representados. Sin embargo, el poder político está lejos de ser ejercido por el pueblo, en México, los políticos están lejos de defender los intereses del pueblo o de la nación. Veamos, en 2018, ganó el partido Morena, con el voto aplastante de poco más de 30 millones de mexicanos y el 53 por ciento de los votos computados; sin embargo, ahora en 2022, corriendo el cuarto año en el Gobierno y con la declaración del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO) de haber cumplido el 100 por ciento de sus compromisos de campaña, cada día estamos más pobres, ya que el poder adquisitivo se ha reducido, es decir, a pesar de los discursos oficiales, el salario de los trabajadores de México, cada vez alcanza para comprar menos productos de la canasta básica, enfrentamos la peor inflación de los últimos 20 años (7.36 %). Por tanto, a pesar del voto contundente de la mayoría de ciudadanos que participaron en 2018, ahora podemos afirmar que Morena no defiende ni representa al pueblo de México y que sus reformas sólo benefician a su círculo más cercano.
Cada vez la desesperanza del pueblo crece al ver que no tenemos un Gobierno que represente a los más humildes y trabajadores, el pueblo es explotado para producir más riqueza y a cambio recibe salarios que alcanzan para comprar menos alimentos. Eso querido lector, es muy grave porque si hablamos de derechos elementales, el Gobierno los está violando criminalmente; veamos qué hace nuestro Gobierno de la mal llamada 4T.
En primer lugar, tenemos derecho a los servicios de salud, pero basta con ver cómo están los hospitales públicos, sin medicinas, sin equipamiento y con despido de personal médico y enfermeras, a pesar de estar en situación de pandemia, Morena aplica aquel lema que dice "…que se enferme el que se tenga que enfermar y que se muera el que se tenga que morir…”, nada más lamentable para México que un Gobierno que fue apoyado por un número importante de mexicanos y que los deje abandonados a sus mismos simpatizantes.
Segundo: tenemos derecho a la educación, el Artículo 3° de nuestra Constitución Política obliga al Gobierno y sin embargo a pesar de las presumidas becas que ya existían y que sólo les cambió el nombre a Becas Benito Juárez, hoy hay más deserción escolar que nunca. El Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), informó que en agosto pasado hubo un aumento de casi un millón de personas en pobreza educativa como consecuencia de la pandemia. Realmente quiénes pueden estudiar sin problemas, en la actualidad, son los hijos de los empresarios y los hijos de los trabajadores no, y si acaso logran estudiar, su educación es de pésima calidad.
Tercero: la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos nos da el derecho a una vivienda digna, pero hay muchas familias mexicanas que viven hacinadas en casas de padres, suegros o algún familiar o rentan y por tanto viven en el desamparo sin un patrimonio que les brinde la seguridad de un hogar.
En realidad, a los políticos no les interesa el bienestar de sus votantes, no quieren un cambio para los pobres para que tengan una vida más digna, eso está claro y por ese motivo tienen al pueblo en la ignorancia, alejados de la educación y en la pobreza, para que no puedan defenderse y sigan cautivos en manos de unos cuantos poderosos aprovechándose de ellos.
Nuestro país es uno de los países más ricos del mundo. Tenemos mares, ríos, tierras cultivables, ganadería, minerales como la plata (somos primer lugar en producción mundial) y oro; mucho petróleo y ahora litio. Desde el punto de vista que “...lo que es de México es de los mexicanos…”; entonces, ¿a manos de quiénes van a parar esas riquezas?, eso no lo dice el Gobierno, pero si investigamos un poco, muchas de estas riquezas van a parar a manos poderosas de algunos mexicanos y la mayor parte a manos extranjeras, ¿pero, todo esto quién lo permite? ¿Quién es el responsable de equilibrar y distribuir la riqueza nacional? Bueno, el responsable es el Gobierno; aquí queda demostrado que tenemos un Gobierno que sólo llega al poder para beneficiar a unos cuantos y al resto que somos millones nos dejan a un lado, en la pobreza y marginación, sin importarles nada, ni nadie.
El pueblo se siente vulnerable en manos de políticos inescrupulosos. Pero, ¿qué podemos hacer si ellos tienen el poder? Bueno, la tarea es difícil, pero no imposible. Tenemos que organizarnos y pelear por lo que nos corresponde; crear nuestro propio partido, el partido de los millones de pobres y de esta manera quitar a esos corruptos de cuello blanco que no nos representan. Creando un partido político, donde se tomen en cuenta de manera real las necesidades del pueblo trabajador.
El Movimiento Antorchista Nacional se ha venido desarrollando y creando un proyecto con un modelo económico para los trabajadores de México, con más justicia y equidad en el reparto de la riqueza. Como lo demuestra los 4 ejes del modelo de país que queremos: empleo para todos y salarios bien remunerados que cubran las necesidades de los trabajadores, una reforma fiscal progresiva esto quiere decir, que pague más impuestos el que gana más y que pague menos impuesto el que menos gana y mejor distribución de la riqueza social, que quiere decir esto, que se inviertan más recursos a resolver los problemas que aquejan a los pobres. Actualmente no se aplica porque en realidad esto no le conviene a los poderosos ni a sus gobiernos; pero, ya existen las leyes, tenemos que exigir que se cumplan y si los que están en el poder no lo hacen, entonces, lo tenemos que hacer nosotros: creando nuestro partido y organizándonos bien con el Movimiento Antorchista Nacional, para tener un futuro mejor para nuestra familia y las futuras generaciones.
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