Madres de familia, hijos, hermanos, lloran la irreparable pérdida de sus seres queridos. México está de luto ante esta tragedia que se pudo haber evitado, si el gobierno de Andrés Manuel López Obrador realmente se preocupara de los pobres, como pregona en cada eslogan. Y esto es una de tantos atropellos con firma de la 4T. Estos sucesos no deberían de ocurrir, pero la falta de revisión al transporte de los trabajadores cobró una factura muy cara.
Es bien sabido que la Línea 12 del Metro fue construida durante la administración como jefe de gobierno de Marcelo Ebrard (2006- 2012), quien ahora es el secretario de Relaciones Exteriores en el gobierno morenista. Desde su planeación hasta la tragedia, la noche del lunes 3 de mayo, la también llamada Línea Dorada fue señalada por múltiples fallas en planeación y construcción, incluso ha sido suspendida su operación en diversas estaciones por problemas estructurales.
Pero, curiosamente, a pesar de que se han realizado diversas investigaciones por las irregularidades señaladas en la obra, ningún funcionario de alto perfil ha sido sancionado por la autoridad. En esta tragedia hubo 79 heridos, muchos de ellos de gravedad que se debaten entre la vida y la muerte en distintos hospitales a los que fueron trasladados, pero en los que se les dejó claro a los familiares que el gobierno ya había hecho mucho con llevarlos hasta allí, por lo que los gastos y estancia en los nosocomios les tocaba a los familiares, alguien con un juicio sano sabe perfectamente que es responsabilidad total del gobierno, es una situación que verdaderamente parece increíble por la vileza de las autoridades de la CDMX y federal que no son capaces de sentir empatía, ser solidarios con las víctimas de esta tragedia.
Esta desgracia ha provocado, como es normal en estos casos, la pregunta sobre quiénes son los responsables y la exigencia pública de que se les aplique el justo castigo. Sin embargo, el problema es que han resultado ser muchas las manos que han intervenido en la construcción y la posterior operación de la línea colapsada. Los gobiernos de Ebrard y Mancera, por suerte o por lo que sea, libraron sin mayores costos los defectos de la Línea 12, pero no erradicaron el problema. Sin lugar a dudas el gobierno de Sheinbaum es a quien le tocaba erradicar ese problema. Pero como es bien sabido el verdadero culpable es el que ordenó dejar al metro sin recursos: el presidente López Obrador.
La fuente de nuestros problemas es el mal gobierno de Morena y su presidente, que no corrige nada ni hace caso a nadie. Para López Obrador la ley y el derecho son papel remojado, y el único remedio sensato y eficaz es retirarle el poder que le prestamos temporalmente con nuestro voto y de no ser asi, es decir si no honra su compromiso, como es el caso actual, el pueblo debe recuperar su poder y otorgarlo a otro que sí cumpla con el encargo.
Ante este panorama que estamos presenciando, es momento de que el pueblo quite del poder a Morena, un gobierno represor y autoritario que solo quiere mantenerse en el poder, sabemos bien que son más los afectados que beneficiados.
El próximo 6 de junio tenemos la oportunidad de reorientar el rumbo de nuestro país, debemos lograr entre todos, un equilibrio en el congreso que tanta falta hace, ya que hemos visto como han aprobado los designios de López Obrador, incluso aprovechándose de esa mayoria, se van en contra del pueblo mexicano, para cumplir sus caprichos sin tapujos se ha atrevido a hacer reformas a las leyes que perjudican la soberanía de los mexicanos.
Este próximo 6 de junio, es la oportunidad decisiva para recuperar y ejercer con toda libertad el poder y la soberanía popular y no debemos desaprovecharlo. Ésa es la razón de ser de toda democracia que se respete a sí misma, debemos recuperar nuestro poder, nuestra libertad y nuestra soberanía mediante nuestro voto el 6 de junio, ésa es la tarea del momento.
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