Los humanos somos la única especie que tiene la capacidad de pensar y razonar, que tiene conciencia de su propia existencia y puede formarse ciertas opiniones y juicios sobre el mundo y la sociedad en que vive, razona de forma espontánea, lógica y coherente, sabe manejar el entorno en el que vive, resolver problemas y actuar sobre la naturaleza para beneficiarse de los recursos que esta le proporciona.
El hombre adquiere conocimiento de lo que ve, oye, huele, prueba y toca, todos los hombres cuerdos tenemos sentido común, que es el que adquirimos precisamente de lo que nos informa el oído, el gusto, la vista, el olfato y el tacto. Este sentido común le basta al hombre para vivir, desarrollarse, reproducirse y morir.
Sin embargo, hay situaciones, ideas, fenómenos y hechos, que no se pueden entender, desentrañar, analizar y sacar conclusiones, con el simple sentido común, pues este nos deja en la superficie de las cosas, no nos permite conocer su esencia, las leyes profundas que gobiernan a la materia, al pensamiento y a la sociedad misma. Nuestros sentidos no están hechos para ver la física, la química, la gravedad, y solo los podemos conocer con la ayuda de la ciencia.
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, en múltiples ocasiones ha dejado ver su desdén por el conocimiento, su repudio a la ciencia como los recortes al presupuesto de 35 universidades públicas y los recortes al Conacyt, así como eliminar el fideicomiso dedicado a la ciencia. No obstante con eso, nos deja claro su falta de sentido común al salir a decir que con estampitas milagrosas estaríamos protegidos de la pandemia en lugar de implementar acciones científicas, afirmar que no se necesita mucha ciencia para perforar pozos petroleros, que no hacen falta ingenieros para construir carreteras, en todos esos casos la realidad ha demostrado no solo la falsedad de sus dichos. Somos el tercer país con más muertes por covid -19 a nivel mundial y seguimos sin un plan claro para afrontar la pandemia y se dice que “llueva, relampaguee o truene, se regresará a clases presenciales” ¿será que nuestro docto mandatario sigue confiando en sus estampitas?; hace unas semanas fue noticia nacional el “incendio en el mar” de uno de los ductos en el complejo petrolero Ku-Maloob-Zaap (KMZ) de Pemex ¿seguirá pensando el “señor presidente” que perforar pozos petroleros es solo hacer un hoyito?
El presidente de la república, Andrés Manuel López Obrador, implementó el Programa de Pavimentación de Caminos a Cabeceras Municipales, con meta mejorar la accesibilidad, usar mano de obra local y fortalecer la economía, el modelo era simple: quitar a las grandes constructoras y, a través de subsidios, dar recursos a los municipios para que los pobladores construyan la infraestructura requerida usando material de la región. Sin embargo, a dos años de su implementación y uno de la inauguración del primer camino —el 17 de enero de 2020 en San Antonio Sinicahua–, se encontraron obras que han quedado inutilizables antes de su conclusión.
En la comunidad de Temango, del municipio serrano de Tlanchinol, en el estado de Hidalgo, hace unos meses se inició la ejecución de una obra de pavimentación del Programa de Pavimentación de Caminos a Cabeceras Municipales, si, de esas que dice nuestro “intelectual” presidente que no es necesaria la intervención de ingenieros para su ejecución. ¿cuál creen que ha sido el resultado?
El desconocimiento de las características geológicas de la zona, la mala planeación de la ejecución de la obra, desoír las advertencias de los pobladores, creer que el sentido común bastaba para construir la pavimentación, ha provocado que se generaran grandes grietas y hundimientos en la comunidad, 2 familias con pérdida total de su patrimonio, 6 casas con cuarteaduras y 22 en riesgo.
Nuevamente la realidad demuestra que lo barato sale caro, que el desprecio por la ciencia del presidente nos está llevando al abismo.
Ahora la pregunta es, ¿quién responderá por los daños ocasionados en Temango? A más de un mes de los sucesos no hay certeza de que acciones se implementarán y en cuanto tiempo, el municipio se comprometió con disponer de un millón de pesos para la construcción de dos viviendas, pero hasta el día de hoy, no se han iniciado, el gobierno estatal solo se ha limitado a realizar el estudio geológico pero ninguna propuesta de solución, nada raro del gobierno encabezado por Omar Fayad, y como era de esperarse con la trasformación de cuarta, ni sus luces. Ante tal situación, el pueblo de Temango, debe disponerse a iniciar la exigencia, no solo en su comunidad, sino una lucha en las instancias que sea necesario, dejándose guiar de aquellos que ya en muchas ocasiones han demostrado buscar el bienestar de la comunidad, de aquellos que han llevado grandes obras a la comunidad y para el beneficio común, solo la lucha organizada podrá resolver el asunto.
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