El pasado 12 de mayo se celebró el segundo de los tres debates organizados por el Instituto Estatal Electoral de Hidalgo (IEEH), en las instalaciones de la Universidad Politécnica de la Huasteca, en Huejutla, en el que los candidatos y candidatas a la Gubernatura local abordaron diferentes temas como obras públicas, derechos de las comunidades indígenas y educación.
En el debate participaron el candidato común de “Juntos Haremos Historia en Hidalgo”, Julio Ramón Menchaca Salazar; la aspirante de la coalición “Va Por Hidalgo”, Carolina Viggiano Austria; el abanderado de Movimiento Ciudadano (MC), Francisco Berganza Escorza, y el representante del Partido Verde Ecologista de México (PVEM), José Luis Lima Morales. Llama la atención que el Partido Verde en Hidalgo no vaya en coalición con MORENA como ocurre a nivel nacional.
Aunque algunos profesionales como José Luís Ruíz Torres, integrante del Colegio de Ciencia Política y Sociales de Hidalgo, lo califican como: “muy frío, cuadrado y rígido, a lo mejor por el nuevo formato”; no dejó de ser “un ejercicio muy contrastante con el primero, y es posible que se debió a que en el del 12 de mayo hubo dos preguntas por bloque de temas y no como el de Huichapan (21 de abril), lo que “obligó a cambiar la estrategia de la y los candidatos”, nada más salió a relucir una foto como forma de atacar a un adversario, comparó. Les cambio la curva del primero y esta vez la y los respectivos abanderados “administraron mejor el tiempo para las respuestas en función de que escucháramos las propuestas, se cumplió el objetivo”.
Los cuatro candidatos reconocieron que la pobreza en Hidalgo persiste “porque los gobiernos no se preocuparon por la infraestructura vial”, reconocieron además que existe la corrupción en la asignación de obras, aunado a que se prefirió edificar el puente atirantado en Pachuca y el tren maya en el sur de México; y la refinería de Dos Bocas y el Aeropuerto Felipe Ángeles (AIFA), agrego yo.
Teniendo en cuenta que dos de los aspirantes a la gubernatura tienen muy pocas posibilidades de triunfo, y que la contienda está entre los candidatos de la coalición “Juntos Haremos Historia”, integrada en Hidalgo por los partidos MORENA, Nueva Alianza y Partido del Trabajo (PT) y la alianza “Va por Hidalgo” (PAN, PRI, PRD); en esta colaboración haremos algunas consideraciones en torno a las propuestas presentadas por ambos candidatos en este segundo debate. Veamos.
Julio Ramón Menchaca Salazar señaló, entre algunos de sus planteamientos, que en el estado de Hidalgo hay 4 mil 900 kilómetros de caminos sin pavimentar, y agregó que esto es producto de la desatención y del abandono de muchas comunidades (incluyendo el de la 4T que lleva ya más de tres años, agrego yo).
“Eso se resuelve con un presupuesto con participación democrática” (habría que preguntarle al candidato que quiere decir con esto). Comentó que los gobiernos estatales han dirigido el financiamiento a la capital, dejando en el abandono no sólo a la región Huasteca, (como el mismo lo señaló), sino a otras regiones igualmente empobrecidas como la región otomí-tepehua y la sierra gorda (Agrego yo). Al respecto, Menchaca propuso que el programa federal de caminos rurales sea una realidad también en Hidalgo, para lo cual se va a convocar la participación de la población como una prioridad. “De la mano del gobierno federal, vamos a cambiar la vida de los hidalguenses” (¿de qué manera? Nos preguntamos los hidalguenses). Por último, advirtió “que política pública que no va acompañada de presupuesto es demagogia”.
En el tema de los “derechos de comunidades y pueblos indígenas”, Menchaca Salazar propuso que, en la llamada casa blanca, destinada para el descanso del gobernador, será creado un museo donde se atienda la enseñanza del náhuatl y se propicie la integración de este sector social (se le olvido que las comunidades indígenas están muy alejadas de la llamada casa blanca). “Hay que incorporar a los pueblos originarios a las posibilidades de desarrollo, preservando sus costumbres, conservando su lengua y multiplicándolas para las nuevas generaciones, pero con recursos suficientes para hacerlo realidad”. Los Hidalguenses se preguntan: ¿De dónde van a venir los recursos, con la austeridad republicana y las obras insignia de la 4T?
Por su parte, Alma Carolina Viggiano Austria, de la alianza “Va por Hidalgo”, planteó, entre otras propuestas, reinstalar las oficinas de desarrollo regional en Huejutla –que fueron eliminadas al inicio del sexenio junto con la Secretaría de Planeación– para que la ciudadanía externe sus necesidades.
Atribuyó las malas condiciones de la infraestructura carretera, a la concentración de los recursos por parte del Gobierno federal, el cual los utiliza en la edificación del Tren Maya y otras obras insignia del gobierno de la 4T, agrego yo.
También planteó construir la presa Tultitlán en San Felipe Orizatlán, para atender la escasez de agua. Hay otros municipios del estado que no están conectados como Nicolás Flores y Tlahuiltepa, a los que se comprometió conectar, además de colocar parques de maquinaria en las regiones para dar mantenimiento a las vías de comunicación.
Hay que señalar que, si bien algunas de estas propuestas son viables y además es urgente atenderlas, también es cierto que otras siguen siendo demasiado generales además de insuficientes.
Por ejemplo: el candidato de la coalición “Juntos Haremos Historia”, para atender los derechos de comunidades y pueblos indígenas propone crear un museo donde se impartirá la enseñanza del náhuatl; propuesta viable, pero insuficiente que no va a la raíz del problema; si realmente se quieren garantizar los derechos de los pueblos indígenas, es urgente y necesario que se proponga cómo, cuándo y cuánto será destinado para atender los problemas de falta de agua potable, drenaje sanitario, pavimentación de calles y caminos, atención de la infraestructura educativa y de salud y sobre todo que se proponen hacer para generar los empleos y salarios dignos que son los problemas fundamentales de las zonas rurales indígenas y no indígenas del estado.
Para incorporar a los pueblos originarios al desarrollo, es indispensable dotarlos de todos estos servicios, en esto consiste precisamente el desarrollo del que se habla. El candidato tiene razón al afirmar que política pública que no va acompañada de presupuesto es demagogia, pero omite decir que fue precisamente el gobierno de la 4T el que desapareció el programa del Gobierno federal destinado a la realización de obras públicas en los municipios.
¿Cómo piensa entonces cumplir sus promesas de campaña? Debería de decirle a los electores cuantos millones de pesos piensa destinar a la construcción de obra pública, donde y qué tipo de obras se van a realizar en su gobierno en caso de que el voto lo favorezca. ¿Cuántos caminos rurales se han construido en poco más de tres años de gobierno en el país y cuantos se construirán en Hidalgo? Seguimos presenciando en las campañas, el viejo recurso de hablar de generalidades que a nada comprometen.
Aunque la candidata de la alianza “Va por Hidalgo” también habla en algunos casos de ciertas generalidades, de verdades a medias y no va a las causas más profundas que explican el rezago y la pobreza en Hidalgo, algunas de sus propuestas son más concretas y viables porque dice dónde y que piensa hacer en cada región o municipio. Por ejemplo: la construcción de la presa de Tultitlán en San Felipe Orizatlán para resolver el problema de la falta de agua, la regularización de colonias en la capital del estado, entre otras.
Los ciudadanos, más que guiarnos por el discurso y las promesas que contenga, por la popularidad y la moda, o por las amenazas veladas si no votamos por tal o cual candidato; debemos analizar la viabilidad, es decir, la posibilidad real que tienen de materializarse, de concretarse, de hacerse realidad dichas propuestas.
Debemos decidirnos a organizarnos y disponernos a luchar para exigirle a quien resulte ganador en la elección, para que cumpla sus promesas de campaña, pues tenemos décadas escuchando los mismos discursos, las mismas promesas y seguimos hundidos cada día más en la pobreza, la marginación y el abandono.
Hay que ir a votar el cinco de junio, sí, pero nunca olvidarnos de que gane quien gane la contienda electoral, nada se va a resolver si los ciudadanos seguimos actuando en forma aislada. Organizarse y educarse para la lucha es la tarea.
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