En México, ya se iniciaron las campañas electorales, las cuales culminarán el 2 de junio de 2024. Algunos, aunque no de manera oficial, ya se habían postulado haciendo campaña desde algunos puestos del Gobierno; nada nuevo para la población, pues siempre utilizan el dinero público para hacer publicidad a costa del pueblo.
Como es sabido, cuando se inician las campañas electorales, todos los candidatos buscan que la gente confíe en ellos y que, llegado el momento, vote por ellos. Siempre están buscando la simpatía del electorado, es así como funciona cada tres o seis años.
Hasta la frase "si no tienen río, también se lo ponemos" se ha vuelto como un "chiste" que el mexicano toma como una forma de burlarse de su cruda realidad electoral.
El pueblo menos informado es engañado con los mismos discursos, utilizando como bandera política sus necesidades más apremiantes, confiando en que ahora sí resolverán sus problemas. Los candidatos se aprovechan de esa necesidad para volver con el electorado y volver a prometer lo mismo de siempre.
Hasta la frase "si no tienen río, también se lo ponemos" se ha vuelto como un "chiste" que el mexicano toma como una forma de burlarse de su situación y de su cruda realidad. Al pueblo no le queda de otra, aseguran algunos, con la intención de decir que nada cambia, que todo es igual y todo seguirá igual.
El Movimiento Antorchista Nacional, la organización del pueblo pobre de México, ha trabajado durante 50 años en las colonias y pueblos más alejados con muchas necesidades. Siempre ha tratado de educar a la gente con la intención de organizarla y luchar por una sociedad mejor.
La sociedad no siempre ha sido igual; ha estado en constante cambio y, por lo tanto, este sistema donde nos desarrollamos se puede cambiar a otro mejor, siempre con la idea de mejorar.
Los candidatos, la mayoría de ellos, no son de la clase trabajadora como tal, no conocen las necesidades del pueblo y sólo utilizan las demandas de las colonias y ejidos como bandera de lucha electoral para sus aspiraciones personales, que una vez llegando al puesto de gobierno, se olvidan de que había necesidades y la gente que confió en ellos los desconoce.
Por ejemplo, las protestas que se han dado sobre la contaminación excesiva en Nuevo León. Culpan a la refinería de Cadereyta; hacen parecer que el problema es nuevo y se aprovechan para sacar rédito político; después de las elecciones, ninguno de ellos se acordará.
En estas elecciones no nos dejemos engañar por los mismos discursos; hay que exigir propuestas verdaderamente transformadoras de la vida de las mayorías. Que los candidatos hagan compromisos serios con el pueblo y que, de no cumplir llegando al poder, se les exija su cumplimiento.
Para ello se necesita la organización de la gente, concientización y disciplina para encabezar a las masas. La educación política constante para que no se dejen engañar por los de siempre y formar las bases para luchar por el poder político de la nación.
La sociedad no siempre ha sido igual, cambia constantemente; podemos cambiar a otra sociedad mejor, sólo hay que acelerar el paso.
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