MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

CRÓNICA | Noche de leyendas en la colonia Clara Córdova Morán

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Al caer la tarde de este día, en el marco de la jornada por la celebración por los treinta y cinco años de vida de la colonia Clara Córdova Morán, en el municipio de Nicolás Romero, se dieron cita numerosas familias en las canchas deportivas para presenciar el significativo evento cultural preparado por los plenistas y activistas, integrantes del antorchismo del seccional Noroeste del Estado de México.

La tradicional ofrenda destinada a los muertos comenzó a edificarse unas horas antes con el esfuerzo de los integrantes del pleno y algunos de sus hijos, quienes gustosos por participar en un evento preparado para el disfrute de sus vecinos, apoyaban a sus padres acarreando los materiales como: huacales de madera para la formación del altar, el tradicional papel picado multicolor, frutas de la temporada, bebidas y alimentos representativos de esta manifestación cultural de nuestro país.

Posteriormente, al extenderse la oscuridad, fueron llegando uno a uno los vecinos y sus familias para tomar su lugar alrededor de la ofrenda, a la cual previamente se le había colocado como fondo, una lona blanca que sería utilizada para la proyección de imágenes y otros recursos visuales para dar mayor apoyo a la narración de las leyendas características de México. En esta ocasión no habría sillas, por lo que resultaba curioso que los grupos de colonos, adultos y numerosos pequeños, que arribaban al lugar, trajeran consigo petates, tapetes y cobijas para disfrutar sobre ellas, arropados entre el calor de la multitud, esta noche de cuentos y mitos de la tradición cultural.

Preparados se encontraban ya en ese momento, los integrantes del grupo coral del Movimiento Antorchista en el seccional noroeste, para amenizar esta velada cultural, una de las pocas en el municipio, con sus excelsas interpretaciones de las piezas tradicionales como la indispensable “llorona” que se ha convertido en un himno de identidad en estas fechas y también aquella del escritor y poeta oaxaqueño Andrés Henestrosa, “La Martiniana”, que provoca, desde sus primeros acordes, que sea difícil el paso de la saliva por nuestras gargantas y que la humedad se apropie de nuestras pupilas.

La exposición de la riqueza de mitos y leyendas mesoamericanas dio inicio con la exposición de los diferentes niveles de la región de los muertos de acuerdo con la concepción nahua de la vida y el universo. Los rostros de los presentes, a pesar de la escasez de luz, se notaban interesados en percibir hasta los detalles más íntimos de esta narración, prácticamente desconocida para muchos, dada la superficialidad con la que se difunde en los últimos días, por ser más conveniente para el ansia de venta mercantil que caracteriza al capitalismo.

El narrador comenzó, como segundo número del programa, con la interesante e ilustrativa leyenda de los soles, en la que se relatan los insistentes esfuerzos por crear al universo y en particular, al hombre. El sol de agua, de jaguar, de lluvia y de viento con sus respectivas deficiencias, cedieron el turno al simbólico esfuerzo y sacrificio de la deidad humilde Nanahuatzin, quien, sin dudarlo, en una muestra de amor hacia la humanidad, decididamente se arroja a la hoguera ante el titubeante Tecuciztécatl, la deidad soberbia y arrogante, para crear el quinto sol que ilumina y permite la vida sobre la tierra.

Es simbólico para nosotros -señaló el narrador- porque es un ser humilde, lleno de llagas, sencillo, el que crea la posibilidad de un mundo en que vivan todos los seres y son los pobres del mundo, los trabajadores, los que darán origen al otro sol que viene, a la sociedad nueva en la que no tendrán cabida la miseria, el hambre y la opresión de unos seres por otros semejantes. Comprensible y lógico si se toma en cuenta que el interés principal del rico es la defensa de sus intereses, de ahí su indecisión para luchar por el bien de la humanidad, en cambio, los pobres no tenemos nada que perder y de ahí que debemos cumplir con la misión histórica de nuestra clase, igual que Nanahuatzin.

El estupendo cierre de la jornada cultural, conmovedora de principio a fin, fue con la trágica historia de la Llorona, una de las leyendas más conocidas en todos los rincones de nuestro país, narración que, junto a las voces de los integrantes del coro, dieron a esta noche un profundo significado de identidad cultural y de clase social. 

La característica principal de las tradiciones mexicanas que tienen sus raíces en el mundo prehispánico y que muchas veces se oculta por algunos intereses económicos mezquinos es el compartir. El alimento, la pobreza, las alegrías y las tristezas, la vida y la muerte, la lucha y la resistencia, todo, se comparte con los demás y en esta ocasión significativa, por el aniversario de una de las colonias que nace al fragor del movimiento de los pobres y por las fechas de celebración de muertos, los integrantes del pleno convidaron a los asistentes con un delicioso y solidario ponche que cerró de forma aún más conmovedora la jornada de este día.

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