El título pareciera una exageración, porque significaría estar internado más de un año en el hospital, pero hago referencia al número 400 como analogía al concepto abstracto de "muchos", en la cultura prehispánica, como el caso de los 400 hijos de Coatlicue que tuvo antes de nacer el dios Huitzchilopoztli, nadie puede tener 400 hijos, pero si “muchos”; entonces “400 noches” no es exagerado cuando se suman cada noche de cada enfermo dentro del hospital, me quedo corto.
Entran, salen, se recuperan, u otros no vuelven a ver la luz del día; todo esto es muy habitual en los hospitales, pero ¿qué pasa cuando no hay medicamentos, material de curación e incluso personal médico, y más tratándose de un hospital donde sus pacientes (o las empresas o instituciones) pagan cada año por el servicio médico que va desde 6,200.00 pesos hasta los 14,850.00 (dependiendo el rango de edad)? El resultado es una lenta atención y una duradera estadía, ya sea en la sala de urgencias, esperando camas en las habitaciones, en dónde te suben hasta que se desocupe un lugar, y estar bajo el cuidado de un médico.
Para poder expresar lo que se vive en un hospital, uno tiene que, desagraciadamente, estar internado o cuidar al enfermo. Pues, para empezar, como no hay camas suficientes, como no hay médicos o cirujanos, hay que esperar en urgencias el tiempo “necesario” mientras se desocupa una cama. Mientras esto ocurre las trabajadoras sociales, que algunas pareciera que pasaron un mal día, toman sus datos y los enfermeros colocan litros y litros de suero y medicamento en una camilla de traslado o en una silla. Si la enfermedad no es tan grave, lo dan pronto de alta, pero si se requiere cirugía hay que esperar horas o días, significando para quien cuida al paciente gastos de traslado y alimentación.
Una vez ya en internado en cama, mismas que muestra deterioro por los años, hay que esperar la asignación de un médico. Más penas para el enfermo que ingresa un viernes o fin de semana, porque no hay médicos sino de lunes a viernes y en ocasiones no están entre semana. La respuesta que dan las enfermeras o trabajadoras sociales es que en algunos casos “son muchos enfermos y no alcanzan a cubrir a todos”, o que “llegó un paciente grave y tuvieron que hacer una operación inmediata”, dejando a los demás internos sin atención.
Ya que te asignan un médico, hay que esperar si es necesario a que te hagan los estudios correspondientes, se sigan las recomendaciones de los médicos y este vuelva a revisar al paciente, a excepción si es fin semana, día festivo o si tiene algún imprevisto porque es otro día perdido; luego esperar a que haya día disponible de operación, si es que no llega un paciente a urgencias que requiera operación inmediata. Como ven, es todo un calvario, pero “es mejor que no tener seguro”, comentan los familiares de los enfermos quienes tienen que dormir en una silla, un banco o en el piso.
Es necesaria la contratación de más médicos, la compra de material de hospitalización, para que no haya tanta espera de los enfermos, y menos ahora que iniciando 2022 los contagios se han elevado de la covid-19, teniendo en Los Mochis 447 casos activos, siendo los hospitales uno de los focos de contagio de esta enfermedad. Sin embargo en México, al para el sector Salud se destina el 0.37% del PIB, por debajo de los recomendado por OMS de 1% (ciep.mx). Si seguimos a este ritmo, pasaran otras 400 noches con deficiencias.
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