Desde el periodo 2010-2015, el Movimiento Antorchista nacional, en conjunto con los antorchistas de Nayarit, solicitaron al Gobierno federal la construcción de carreteras en diversos municipios del estado, demandando que se les incluyera en los Presupuestos de Egresos de la Federación para que se programaran dichas obras.
Así se logró construir carreteras pavimentadas en etapas en El Cuarenteño y Palapitas, municipio de Xalisco. En Santa María del Oro se hizo un tramo de Cofradía de Acuitapilco hacia la comunidad de Platanitos; también un tramo del Huanacaxtle a Mojarras y la carretera que comunica a El Ermitaño, además de la carretera de Rosamorada a San Juan Bautista y otros tramos.
Estas carreteras se terminaron de construir por 2018, y representan sin lugar a duda, avances; desarrollo para las comunidades, porque gracias a eso ahora las cosechas salen más rápido hacia los diferentes mercados; la gente puede trasladarse ante cualquier problema de salud con más rapidez y atenderse en los hospitales más cercanos; el transporte público se agiliza y vuelve el traslado de gente más cómodo. Se agiliza también el comercio, la comunicación entre pueblos se da con más frecuencia, en fin, crece el progreso de los pueblos.
Nadie que tenga dos dedos de frente y que no sea seguidista a ciegas del Gobierno de la 4T puede negar que fueron grandes avances, pero, a pesar de ello, ya vimos que los gobiernos morenistas se han negado a concluir obras que quedaron a medias, y cuya finalización demanda la gente.
¿Cuál ha sido la respuesta oficial de ayuntamientos, gobierno estatal y federación? Los municipios dicen que no hay dinero, que ahora les llegan menos recursos federales. El estado, que ellos están programando obras que el gobierno considera prioritarias y cuando se les señala que también las carreteras que pedimos son prioritarias, dicen que necesitan programarse para finalizarlas. Dicen que es “mucho dinero”, y que prácticamente Antorcha se quiere llevar todo el presupuesto anual de la Secretaría de Infraestructura; argumento falso que más bien busca ocultar su negativa a realizar obras.
Del Gobierno federal ya sabemos que ellos priorizan las obras faraónicas del presidente, como el Tren maya, el AIFA, el tren transístmico y la refinería Dos Bocas. Como se sabe, dichas obras han resultado más caras que lo programado, por eso se han desviado miles y miles de millones de pesos hacia ellas. Esta “política” presidencial va claramente en detrimento de la obra pública que tanto urge en todos los municipios del país.
Ante la carencia de recursos, se les ha dicho a todas las instancias que se construyan las carreteras inconclusas; por kilómetro cada año cuando menos, “para que no les resulte pesado”, pero ni así han aceptado.
El Gobierno federal prioriza las obras faraónicas del presidente cuando a nivel estatal hay mucha negligencia para atender los problemas de las comunidades nayaritas.
Resultado de esa política negativa, cerrada y antiprogresista es que avances logrados se están deteriorando por falta de mantenimiento de las obras, tanto finalizadas como inconclusas, como es el caso de la carretera que va de Cofradía de Acuitapilco a Platanitos en Santa María del Oro.
Dicha obra se está destruyendo por falta de mantenimiento, y en algunos tramos, el pavimento se ha levantado, lo que provoca que poco a poco desaparezca el asfalto. Con esto se echa a perder una obra que costó mucho y que pagaron los mexicanos con sus impuestos.
Todo ello sucede con pleno conocimiento de la presidenta municipal, Marisa Solano Trujillo, a quien le da igual que se destruya el avance conseguido en otras administraciones. Es más, ni siquiera le preocupa mandar cuando menos una máquina para retirar los deslaves recientes y dejar libre de piedras y tierra el camino de la gente de Platanitos.
A nivel estatal las cosas están igual: mucha negligencia para atender los problemas de las comunidades. Ahí tenemos el caso de la carretera Ruiz-Zacatecas, que desde hace ya casi tres años quedó prácticamente destruida por las crecidas de aguas del río San Pedro. Esto representa un peligro constante para el transporte y para toda la comunicación con la zona de Ruiz y Del Nayar, pero ni el gobierno estatal ni el federal reconstruyen la carretera.
Por todo lo dicho anteriormente, queda en entredicho que el gobierno esté preocupado por resolver los problemas reales de los pobres de Nayarit. En cambio, cuando vemos las grandes inversiones de miles de millones de pesos en muelle, hotel, etcétera, que se invierten en Boca de Chila, municipio de Compostela, para beneficiar a los grandes empresarios: ahí el actuar del Gobierno es otra cosa; ahí trabajan día y noche para concluir las obras.
Por eso, hoy les recuerdo a mis compañeros antorchistas del estado y a todos los nayaritas que, ante la negativa de las diferentes instancias de Gobierno para ver y resolver los problemas esenciales de la gente pobre, como las carreteras, es necesario disponernos a luchar y a exigir que se invierta en estas obras tan necesarias.
Si no nos disponemos a luchar, no avanzarán nuestras comunidades. Nada tenemos que perder y sí mucho que ganar, porque nos asiste la razón.
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