Al iniciar su Gobierno, el presidente de la República, Andrés Manuel López Obrador, prometió que México tendría un sistema de salud como el de Noruega y que habría médicos y especialistas suficientes para los Hospitales Rurales; además presumió que estarían mejor remunerados económicamente. El autoproclamado “presidente de los pobres” expuso que en la “Cuarta Transformación” habría los recursos económicos necesarios para la creación de hospitales con tecnología de punta para garantizarle a los mexicanos médicos, especialistas y medicinas de calidad sin importar el lugar geográfico en el que se encontraran, pues desde donde estuvieran tendrían la atención oportuna y de calidad para que todos por igual disfrutarán de buena salud.
Sin embargo, a casi tres años de gobierno de López Obrador, el país enfrenta un serio déficit de médicos, lo cual se complica con la deficiente infraestructura hospitalaria para preparar a los profesionales de la salud y por las escasas fuentes de trabajo bien remuneradas, lo cual contradice lo dicho por el Presidente. En lo que va de su gobierno solo ha dado pretextos, cifras maquilladas y uso político de sus informes para justificar su incompetencia ante los reclamos de la sociedad en general.
Al respecto, expertos como Xabier Tello, consultor y analista en políticas públicas de salud, expuso que en muchos países las grandes universidades tienen sus propios centros médicos, lo que no ocurre en México. Agrega también que para formar a un especialista en medicina se requiere de hospitales de alta especialidad disponibles para ese propósito y en el país no existen los suficientes, pues muchos médicos una vez que salen de la residencia, no tienen trabajo porque no los contratan.
Por otro lado, la inversión en salud, pese al ligero aumento, es insuficiente para atender los rezagos que se acumularon por años, y sobre todo la pandemia del Covid-19, únicamente evidenció aún más las mentiras y la notable torpeza del Presidente López Obrador quien prometió consolidar un sistema de salud como el de Noruega. Es evidente que esta problemática no es causa de la covid-19, más bien obedece a la insuficiencia de hospitales, de personal médico bien remunerado y de tecnología de punta para salvaguardar la vida de millones de mexicanos de los cuales miles de ciudadanos han perdido la batalla en esta contingencia sanitaria debido a las improvisaciones y desatinos del actual mandatario federal.
En Quintana Roo, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), reveló que el 88 por ciento de los habitantes de la Zona Maya de Quintana Roo carecen de acceso a la salud, esta condición se complica más con el desabasto de medicamentos en el 70 por ciento de los centros de salud, es decir que antes de finalizar el 2020 mucha gente no tuvo aunque sea un analgésico para calmar el dolor de estómago, según lo reconoció la secretaria de Salud de Quintana Roo, Alejandra Aguirre Crespo, en su comparecencia ante la XVI Legislatura del H. Congreso del Estado.
Aunado a lo anterior, los municipios de José María Morelos, Bacalar y Felipe Carrillo Puerto, encabezan los índices más elevados de pobreza y pobreza extrema en donde la escasez de recursos mínimos para garantizar su subsistencia oscila entre el 70 y 80 por ciento de la población. El Coneval advierte que poco más de la mitad de la población de la zona maya no cuentan con la certeza para cubrir sus necesidades básicas, un dato que contradice lo anunciado por el gobierno de López Obrador, quien reiteradamente ha informado que ningún mexicano sufrirá por médicos y desabasto de medicinas. Pero para los quintanarroenses que habitan en zonas marginadas la situación se torna más difícil toda vez que los salarios de miles de trabajadores no les alcanza sufragar sus gastos alimentarios básicos, y menos para tener el privilegio de atenderse en hospitales particulares; en estas condiciones de vulnerabilidad, están excluidos del acceso a una salud digna.
De un millón 182 mil quintanarroenses en edad para trabajar solo 181 mil perciben un salario suficiente y está inscrito en algún programa de seguridad social, y son solo ese número de personas que pueden tener asegurados sus alimentos, salarios y sobre todo a acudir a hospitales privados si los públicas no les ofrecen el servicio. ¿Dónde quedó el slogan morenista de “por el bien de todos, primero los pobres”, supuestamente encaminados a la protección y mejoramiento de los niveles de bienestar de las personas trabajadoras y la de sus familias?
Ésta es la situación en que viven miles de quintanarroenses por el desempleo, desplome económico, pésimo servicio médico, pobreza y pobreza extrema. Por lo que destaca la falta de acción oportuna y eficiente del gobierno del estado así como de la administración de López Obrador, quien pese a sus discursos e informes engañosos ha evidenciado su incompetencia, incapacidad y peligrosidad de sus decisiones.
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