Contrario a lo que se pudiera pensar y por haber reprobado aspectos de suma importancia como lo seguridad y sistema político, el estado de Quintana Roo ocupó el sitio número cuarto como la entidad con más delitos cometidos del país, lo que deja en claro la necesidad de que las autoridades, en sus tres órdenes de gobierno, emprendan acciones gubernamentales para subsanar esas deficiencias que alejan del bienestar social a la población y la oportunidad de nuevas inversiones y por ende de mejores oportunidades de empleos para los quintanarroenses.
La inseguridad en Quintana Roo está afectando gravemente la confianza en las inversiones y el turismo, mostrando las peores cifras en homicidios y otros delitos.
Aunque somos una de las entidades que a los ojos del mundo nos ven como un paraíso, también somos, como parte del Caribe mexicano, uno de los peores evaluados en el rubro de derecho, que tiene que ver con la seguridad de sus ciudadanos, pues presenta de las peores cifras en homicidios, costo del delito e incidencia delictiva, según las estadísticas actualizadas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Hay que tomar con suma seriedad el informe dado a conocer por el SESNSP puesto que no es nada prometedor estar ubicado entre los estados con la mayor tasa de delitos en el país, pues se registran 224.7 por cada 100 mil habitantes. Esto lo coloca como 67 puntos porcentuales por encima de la media nacional, que es de 133.4 ilícitos por cada 100 mil pobladores.
Además, se dio a conocer que Quintana Roo es el segundo estado con más variación de incidencia delictiva, con 12.5 % de aumento.
La entidad con mayor tasa delictiva es Colima, con 283.3 ilícitos por cada 100 mil habitantes; le sigue Baja California Sur, con 268.9 y Aguascalientes con 241.7. En contraste, el vecino estado de Yucatán tiene una tasa de 13.5 delitos por cada 100 mil personas, lo que lo consolida como la entidad más “segura” del país, seguida de Chiapas y Tlaxcala, con 17.5 y 19.2, respectivamente.
Entre los delitos más comunes en el estado destaca el robo a comercio y casa-habitación, que registró un incremento de junio a julio, mientras que los robos a transeúntes se mantienen igual en estos últimos meses; es decir, se registraron mil 197 denuncias por robo a comercios, en cuanto a robo a casa-habitación se reportaron 701 hechos ante la Fiscalía General del Estado. Asimismo, los atracos a transeúntes se mantienen en 807 y en 31 mil 555 ilícitos del fuero común contra la vida y la integridad física, que comprenden lesiones, homicidio, feminicidio y aborto; hubo 109 ilícitos contra la libertad personal (secuestro, tráfico de menores y rapto, entre otros).
Estas cifras indican que la inseguridad permea y ocasiona graves daños a la confianza de las inversiones, del turismo y, en general, de todos los rubros de la economía, y por eso hay mejores entidades en competitividad, a pesar de que tenemos un paraíso.
En una reciente entrevista a los medios de comunicación, el obispo Pedro Pablo Elizondo Cárdenas, de la Diócesis de Cancún-Chetumal, preocupado por la situación, dijo que la creciente inseguridad en Quintana Roo ha generado una profunda preocupación en la ciudadanía, pues consterna la ola de delincuencia que azota en la zona norte y sur de la entidad:
“Ya es global esto, es una pena muy grande y andan buscando también a nuestras iglesias, las alcancías”, “lo que quiero decir es que con este problema de inseguridad ya no respetan a nadie”.
En respuesta a esta situación, Javier Olvera Silverio, presidente del Consejo Coordinador Empresarial del Caribe, dijo que “las empresas han incrementado sus gastos en seguridad en un 15 % durante los últimos diez años. Este aumento refleja el esfuerzo por proteger tanto sus operaciones como a los visitantes y consumidores”.
En un informe dado a conocer por el Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), que no es nada prometedor, nos ubica fuera de los primeros lugares en competitividad económica, y más por tener deficiencias, como mencioné renglones arriba, en rubros de suma importancia como la seguridad.
Grosso modo, Quintana Roo ocupa el sitio número 13 en competitividad, lo que deja en claro la necesidad de que las autoridades contrarresten este fenómeno de la delincuencia e inseguridad que está afectando a los quintanarroenses.
En el informe se lee: “La seguridad pública está estrechamente ligada a la calidad de vida de los ciudadanos, al salvaguardar su integridad física y sus derechos a través de la prevención y eliminación de aquello que pone en riesgo sus libertades, el orden y la paz pública”. O sea, si no hay seguridad, no hay calidad de vida y tampoco nada de lo demás mencionado.
Más preocupante es el no haber superado la percepción de corrupción, pues el IMCO nos ubica como entidad en el sitio 26, así como también en aspectos como participación ciudadana y la competencia electoral, ya que los quintanarroenses mostraron desconfianza en las autoridades que gobiernan en este periodo.
La gente cree que las acciones de gobierno, donde las hay, que la aplicación de los recursos, su gasto y aplicación, no es la correcta; piensan que la corrupción, contrario a lo que afirma el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, sigue y ocasiona serios daños a la estructura gubernamental y de justicia, a la que deja exhibida.
Y para rematar, los gobiernos actuales, en sus diferentes órdenes, ya sean federal, estatal o municipal, no han sido capaces de implementar políticas públicas que atiendan las causas sustanciales de esta problemática, sino que solamente llevan a cabo programas y acciones prioritariamente asistencialistas y electorales para atender a la población más necesitada que vive en condiciones de marginación y vulnerabilidad social.
La realidad actual que afronta el pueblo trabajador de Quintana Roo es delicada y bastante problemática para sostener la vida cotidiana de sus familias con niveles básicos de bienestar y con un mínimo de garantías de seguridad.
Aunque somos una de las entidades de México que el mundo ve como un paraíso natural por sus playas de arena blanca, agua azul turquesa y cálida y por las selvas tropicales que envuelven a Cancún, Chetumal, Cozumel, Tulum, Playa del Carmen e Isla Mujeres, también somos, como parte del Caribe mexicano, uno de los peores evaluados en inseguridad, que tiene que ver con la seguridad de sus ciudadanos, pues presenta las peores cifras en homicidios, costo del delito e incidencia. Conste.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario