"Mientras en América Latina carezcamos de instituciones sensibles a la desaparición y la violencia a las mujeres, sin personal especializado y mecanismos eficaces, el número de mujeres desaparecidas y feminicidios seguirá aumentando”, advierte una nota periodística que, con el título “Brutal desaparición de mujeres en AL”, apareció en un diario de circulación nacional.
La desaparición de personas, tanto de mujeres como de hombres, se ha convertido en una de las mayores preocupaciones de las familias mexicanas y de Latinoamérica, debido a que, cada vez con mayor frecuencia, sufren la pérdida de padres, madres, hermanos o hermanas.
“Cuando tenemos suerte, las encontramos muertas. Cuando no tenemos suerte, no las encontramos ni vivas ni muertas”, dijo Lidia Rueda, una activista ecuatoriana al hablar sobre la desaparición de mujeres en la región de nuestra América.
El pasado 10 de mayo, cientos de madres salieron a protestar casi en todo el territorio nacional para exigir que la autoridad federal averigüe el destino de sus hijas e hijos desaparecidos. No hay semana en que no se realice una protesta o una denuncia por este lamentable asunto; pero la insensibilidad oficial y la falta de mecanismos eficaces para evitar y atacar este problema hacen que éste se agrave y que la solución no llegue.
Lo que fue la décimo primera Marcha de la Dignidad Nacional, partió del Monumento a la Madre hacia el Ángel de la Independencia. Las madres clamaron por una intervención gubernamental más activa y efectiva en la búsqueda de sus hijos y exigieron justicia.
“Aquí no hay intereses políticos ni económicos, es de amor, de sentimiento y pedazos de nuestra carne que es la que buscamos; queremos encontrarlos, es todo lo que pedimos, ayúdenos a buscarlos por favor, tráiganlos de regreso a casa…”, clamó una mujer afuera de Palacio Nacional, donde vive y despacha el presidente Andrés Manuel López Obrador, quien nuevamente mostró sordera política ante este reclamo social.
Según el informe de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), reproducido en su portal news.un.org (Noticias ONU), en México, los funcionarios, tanto del ámbito federal como los del estatal y municipal, y el crimen organizado, fueron, entre 2006 y 2021, los principales responsables de las desapariciones; el reporte refiere, asimismo, que las desapariciones forzadas crecieron exponencialmente y que las víctimas suman ya 95 mil 121, de las cuales más de 52 mil no han sido localizadas.
En la presentación del informe, difundido durante la visita de un funcionario de la Organización de la Naciones Unidas (ONU) a México, entre el 15 y 26 de noviembre de 2021, se recomendó al Gobierno mexicano que definiera una política nacional que incluya acciones inmediatas para prevenir y atacar la impunidad absoluta que actualmente se asocia a las desapariciones, ya que éstas plantean la existencia de una situación generalizada.
El reporte señala que la impunidad facilita la tendencia al aumento del fenómeno, incluso afirma que “la impunidad en México es un rasgo estructural que favorece la reproducción y el encubrimiento de las desapariciones forzadas y pone en peligro y causa zozobra a las víctimas".
Como datos adicionales, detalla que hasta el 26 de noviembre de 2021, solo se había judicializado entre el dos y el seis por ciento de las desapariciones forzadas y que en todo el país solo se habían emitido 36 sentencias relacionadas con ese delito. ¡Vaya justicia mexicana!
A pesar de las recomendaciones para "fortalecer los procesos de búsqueda e investigación, brindar apoyo humano y financiero adecuado a la Comisión Nacional de Búsqueda y a las comisiones locales, y asegurar la coordinación sistemática y efectiva de todas las instituciones involucradas en el proceso de búsqueda, investigación, reparación y acompañamiento a las víctimas”, la actitud de los gobernantes en el país resulta pasiva, lenta y deficiente, lo que plantea la necesidad urgente de colocar la prevención en el centro de una política nacional contra las desapariciones forzadas.
Desgraciadamente, las miles de familias que ahora buscan, sin rendirse, a sus seres queridos, solo encuentran incertidumbre, la insensibilidad e ineficiencia de López Obrador y del gobierno morenista, para quienes las desapariciones y los feminicidios significan solo cifras, estadísticas; ya que únicamente están preocupados en seguir engañando y empobreciendo a la población.
Por eso es urgente que todos los mexicanos nos unamos en un frente único para obligar a Morena, a AMLO y a la Cuarta Transformación a resolver los problemas de pobreza, marginación, falta de salud y educación, inseguridad pública y violencia delictiva, y que ya no pierdan más tiempo en sus peleas internas para definir quién será el heredero presidencial.
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