El mundo cambia día a día. Los líderes del BRICS –integrado por Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica- acordaron mecanismos para considerar integrar nuevos miembros al bloque de países en desarrollo.
Todo esto allana el camino para que decenas de naciones interesadas se unan al grupo, que se ha comprometido a defender el sur global. En otras palabras, hay apertura al mundo en desarrollo.
“Nos pusimos de acuerdo sobre la cuestión de la expansión. Hemos adoptado un documento que define las directrices, los principios y los procesos de examen de los países que desean convertirse en miembros de los BRICS”, declaró la ministra sudafricana de Relaciones Exteriores, Nadeli Pandor, en la radio pública Ubuntu.
Al menos 40 países han expresado su deseo de unirse al club, incluidos Argentina, Cuba, Irán, Nigeria, Bangladesh y Arabia Saudita, 23 de ellos ya presentaron formalmente su solicitud.
Emiratos Árabes Unidos, Egipto y Etiopía son los otros países que ingresarían en los BRICS a partir del 1 de enero de 2024.
“La ampliación del bloque puede modificar la balanza geoeconómica global y restar espacio al dólar como moneda de referencia en el comercio internacional. El grupo BRICS surgió en 2009 y actualmente representa 23 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB) mundial, 42 por ciento de la población y alrededor de 18 por ciento del comercio global”, (La Jornada, 28 de agosto).
De acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), la contribución de los países BRICS al crecimiento económico mundial ha superado a la de las mayores siete economías del mundo (G-7, Estados Unidos, Canadá, Alemania, Francia, Italia, Japón y Reino Unido).
El sur global adquiere fuerza cada vez más a nivel internacional, pues ha entendido que la unión hace la fuerza. El sur global no precisamente es un lugar geográfico, sino que representa al conjunto de poblaciones que han sufrido injusticias sistemáticas causadas por el colonialismo, el capitalismo y el patriarcado. Un grupo heterogéneo y disperso de poblaciones que comparten una posición estructural de periferia en el sistema internacional y que han experimentado por larga data el sufrimiento de sus pueblos, que habría sido causado por el capitalismo global.
El sur global surge, en un encuadre dialéctico propio del pensamiento marxista, en oposición a la idea del norte global, correspondiendo a éste como el conjunto de actores que impulsa el modelo de producción capitalista, el comercio internacional, con poblaciones con altos niveles de ingresos, tecnológicamente avanzados y políticamente estables.
Los miembros de esta alianza (BRICS) comparten un deseo común: de afirmar su lugar en el mundo en condiciones de igualdad ante la Unión Europea y los Estados Unidos. Ya no más humillaciones ni atropellos.
Este Sur Global es anti imperial, decolonial y se opone a un globalismo imperialista, colonial y extractivista. En definitiva, es saberse organizar ya no a nivel local, sino internacional.
China, con una fuerte economía apoya al grupo BRICS a favor de la expansión. “Los BRICS deben obrar en favor del multilateralismo y no crear pequeños bloques. Debemos integrar a otros países en la familia”, afirmó el presidente chino, Xi Jinping.
En aras de esa expansión, los BRICS reafirman su posición “no alineada” y su reivindicación de un mundo multipolar, en un momento de acentuada división internacional por el problema bélico en Ucrania.
“La guerra en Ucrania pone de relieve las limitaciones del Consejo de Seguridad (de la ONU). Los países BRICS deben actuar como una fuerza para el entendimiento y la cooperación” afirma el presidente Lula de Brasil.
Los miembros de esta alianza comparten un deseo común: de afirmar su lugar en el mundo en condiciones de igualdad ante la Unión Europea y los Estados Unidos. Ya no más humillaciones ni atropellos.
Esta gran unidad incluye la búsqueda de alternativas al dólar en sus transacciones comerciales. El yuan -la moneda china- empieza ya a correr como opción comercial entre sus aliados y otras economías emergentes.
Los BRICS crearon en 2015 el Nuevo Banco de Desarrollo (NBD) con la ambición de representar una alternativa al Banco Mundial y al Fondo Monetario Internacional (FMI).
Con esta medida y otras acciones, se está fortaleciendo la coalición entre China y Rusia en medio de un aumento de tensiones con Occidente.
En estos momentos los BRICS representan una gran fuerza para el entendimiento y la cooperación entre los pueblos, pues constituyen una organización basada en el consenso y no en la imposición. Y la unión hace la fuerza.
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