Hace unos días, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) daba a conocer su Informe de Evaluación de la Política de Desarrollo Social 2022 (IEPDS 2022), el cual tiene como objetivo informar y proporcionar un diagnóstico del contexto social y económico de la evolución de la pobreza multidimensional en México, entre 2018 y 2020, y del comportamiento de la pobreza laboral hasta 2022.
El informe dice que "entre 2018 y 2020, a nivel nacional se observó un incremento en el porcentaje de población en situación de pobreza, al pasar de 41.9 a 43.9%, respectivamente, lo que representó también un aumento en términos absolutos de 3.8 millones de personas (51.9 millones en 2018 y 55.7 millones de personas en 2020). Dentro de la población en situación de pobreza, se identificó que la población en situación de pobreza extrema fue la que aumentó en mayor medida, al pasar de 7.0% (8.7 millones de personas) en 2018 a 8.5% (10.8 millones de personas) en 2020” (Conval)
Lo que nos da, en términos absolutos, 3.8 millones más de mexicanos pobres; y en cuestión de pobreza extrema, 2.1 millones más de mexicanos en esa condición de vida. Ahora, si sumamos el total de pobres y en pobreza extrema, que había en 2020, nos da como resultado 66.5 millones de mexicanos con algún tipo de pobreza de un total de 126 millones 14 mil 024 mexicanos, de acuerdo con datos del Inegi; eso quiere decir que más del 50% de los mexicanos viven con algún tipo de pobreza.
Claro, esas son cifras del organismo hasta 2020, pero ya estamos en 2023 y muy seguramente las cifras ya aumentaron debido a la inflación que, como ya vimos, en 2022 estuvo por las nubes de 7.07% hasta 8.77%, y ahora iniciando el año y cerrado el mes de enero con “7.91%” a tasa anual. (Inegi), lo que ha encarecido la canasta básica, el pago de servicios, el transporte, los combustibles, lo que hace imposible poder comprar lo mínimo indispensable para poder alimentarse sanamente, vestirse, recrearse, tener una vivienda digna y decorosa, así como lo mandata la Constitución mexicana.
Claro está que las políticas que ha implementado AMLO han fracasado, así tenemos que, a pesar del incremento al salario mínimo, entregas monetarias a los de la tercera edad, a los jóvenes a los campesinos, el Programa Contra la Inflación y la Carestía (PACIC); y últimamente el presidente ha hecho eco del superpeso por su valor de cambio frente al dólar, que todos estos juntos no han podido frenar la pobreza si no al contrario y los datos arriba citados no mienten, la pobreza va en aumento y la brecha entre ricos y pobres es mayor; ante esto dice el presidente Andrés Manuel López Obrador que vamos bien, que no hay que preocuparse.
De acuerdo al periódico digital Forbes México “Entre 2018 y 2020, en 19 de las 32 entidades federativas del país se observó un aumento en el porcentaje de la población en situación de pobreza. Los cinco estados que registran la mayor concentración de pobreza son: Chiapas, Guerrero, Oaxaca, Puebla y Tlaxcala; mientras que el norte del país cuenta con los cinco estados con menor índice de pobreza: Colima, Coahuila, Chihuahua, Nuevo León y Baja California.”
No cabe duda que urge una nueva forma de gobernar y dejar de creer en cantos de sirenas, de lo contrario, como queda ya demostrado, seguirá aumentando la pobreza y la pobreza extrema. A seguir educando políticamente y organizando al pueblo compañeros antorchistas.
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