Los que intentamos incursionar en la lucha social para conquistar una sociedad más justa y equitativa en nuestro país, vemos con gran preocupación lo que está sucediendo en el mundo entero, y considero que no podemos abstraernos de la realidad que vivimos.
Me llamó poderosamente la atención el análisis que realiza el Ingeniero, Aquiles Córdova Morán, secretario general del Movimiento Antorchista Nacional, publicado en la Revista Buzos del 12 de diciembre, titulado “Hay que abrir los ojos al mundo”. Tiene mucha razón cuando dice que somos indiferentes ante estos graves problemas que se presentan, que vivimos en una gran inercia, donde cada quien se preocupa por resolver sus asuntos internos, sin darse cuenta de que también nos afecta la situación global, ignorar esto se torna peligroso.
Ha quedado demostrado, a través de la historia, el reparto del mundo entre dos bloques totalmente opuestos, el que obedece y sirve a los intereses del capitalismo y el que por el contrario, defiende los objetivos y principios del socialismo; el primero utilizando frases conmovedoras como defensa de la libertad y defensa de la democracia se ha apoderado de muchos países débiles, que a través de guerras genocidas, ha masacrado pueblos enteros engañando a la humanidad con sus actos represivos, que supuestamente son para lograr la paz y acabar con los gobiernos dictatoriales, como lo hizo con Iran, Irak, Afganistan, Libia, Siria, entre muchos otros, muy recientemente brindando todo el apoyo militar y económico en Ucrania y Kuwait; su principal objetivo es lograr la hegemonía del mundo y apoderarse de sus riquezas naturales y materiales.
Por el otro lado, está el bloque de países que persiguen el socialismo, quienes han demostrado construir sociedades donde reine la justicia, la equidad social, y erradicar la pobreza. En pleno siglo XXI se agudiza cada vez más el peligro de sufrir una Tercera Guerra Mundial, precisamente por ese afán desmedido de Estados Unidos (EE. UU.) y los organismos aliados a él, la ONU y la OTAN, quienes están al servicio de sus intereses de controlar el mundo entero. Las altas esferas del poder, los ricos y poderosos magnates del planeta, han desprestigiado el modelo económico socialista, que beneficia a las grandes mayorías empobrecidas, que ante la gran ignorancia que reina entre ellas, se creen en toda esta propaganda que difunden los medios de comunicación, que el socialismo es un régimen malo y que no conviene aceptarlo.
En ese sentido, me parece oportuna la reflexión del Maestro Aquiles Córdova, cuando dice que “…nos estamos acercando a una de esas coyunturas y pienso que es necesario que nos preparemos lo mejor que podamos para hacerle frente”. Nuestro país no es la excepción, padece de la misma enfermedad, la pobreza y la injusta distribución de la riqueza que producen los mexicanos. Hay condiciones materiales, objetivas que deben hacer pensar al pueblo de México; también lo han dicho organismos nacionales e internacionales, (Coneval, Cepal, OCDE, Oxfam), intelectuales, académicos, analistas políticos, investigadores entre otros que comentan y publican sus análisis sobre la situación en la que nos encontramos y que no es nada optimista. En todos los ámbitos hemos ido de mal a peor. El aspecto económico según Enrique Quintana (El Financiero, 07-12-22), “estamos viviendo el peor sexenio en materia de crecimiento económico en tres décadas. Haciendo un comparativo y para quienes dicen que los pasados gobiernos dieron peores resultados que éste, se dan los siguientes datos: en materia de crecimiento del PIB por habitante. Luego del desplome que vivimos en el sexenio de Miguel De la Madrid, en el de Salinas el crecimiento fue de 14.1 por ciento; en el de Zedillo de 9.0 por ciento; en el de Fox 3.4 por ciento; en el de Calderón 1.4 por ciento; en el de Peña Nieto 7.6 por ciento y con AMLO el -2.9 por ciento. Si creciéramos, como muchos proyectan, a una tasa media de 2.5 por ciento en el siguiente sexenio y el ritmo de aumento de la población fuera de 1.2 por ciento al año, estaríamos recuperando el nivel de 2018, ¡en 2027!”, con estos datos, queda más que claro. Aunado a esto, el desempleo ha aumentado, los salarios, aunque hay un mejor porcentaje de incremento que en años anteriores, de todas maneras comparados con la inflación, no sirve de nada, pues nunca van a incrementar los salarios en proporción a la riqueza social producida.
En materia educativa se han hecho recortes presupuestales que impiden que se mejore la calidad y se brinde un mejor servicio, actualmente ocupa el lugar 102, de 137 países según el Programa para la evaluación Internacional de Alumnos (PISA) realizado por la OCDE.
La salud pública, lejos de mejorar, también ha ido a la baja, no todos los mexicanos gozan del servicio médico, se recortó presupuesto para la compra de medicamentos para las enfermedades terminales (cáncer, leucemia) y la atención médica es muy mala, se carece de personal médico suficiente que atienda la demanda requerida.
En materia de la seguridad pública estamos al borde del desastre, se han incrementado los niveles de violencia, México es el país con el mayor mercado criminal en el mundo, se comenten graves delitos como la trata de personas, tráfico de armas, y un extraordinario comercio de drogas; aunque el presidente Andrés Manuel López Obrador ha instrumentado un Plan para combatir la inseguridad, con una política de abrazos y no balazos, la cual ha fracasado rotundamente.
Ante la grave situación que atravesamos, debemos aprovechar, esta coyuntura para hacerle ver a nuestros compatriotas que ha llegado el momento de tomar decisiones más enérgicas, que vean la realidad tal como es y aprender de los países que muestran el camino correcto como China, Rusia, Cuba, Corea del Norte, que luchan a toda costa por hacerse respetar ante el mundo y no permiten que los manipulen. Somos vecinos del país que declara la guerra a todos los demás, y que nos va a llevar entre las patas, sí nos debe interesar lo que pasa en el mundo porque formamos parte de él.
Los mexicanos debemos abrir los ojos y dejarnos guiar por la lucha organizada del Movimiento Antorchista Nacional, que lo único que desea es el bienestar de toda la sociedad con base en el trabajo, la educación, la cultura, el deporte y el rescate de los valores universales para ser hombres y mujeres de bien, pero se requiere de la unión, fraternidad y lucha. ¡Hagámoslo hoy y tomemos partido!
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