En contra de todas las suposiciones y prejuicios de los diferentes grupos sociales y políticos del país, el Movimiento Antorchista Nacional se encuentra más vigoroso que nunca. Con el estandarte de luchar por los sectores con extrema vulnerabilidad económica, es que Antorcha ha crecido, día a día, gracias al respaldo de amplios grupos sociales que han comprobado que la organización, la educación política y la lucha traen beneficios concretos en su calidad de vida.
A pesar de ser una organización limpia, crítica y consecuente con sus ideales a favor de los pobres de México, ha sido víctima de calumnias, intrigas y acusaciones sin fundamento por parte de grupos y sectores que ven lesionados sus intereses económicos y políticos, pero Antorcha se ha distinguido porque más allá de que estos ataques mermen su labor política, le han servido para redoblar el trabajo organizativo, social, educativo y cultural que la distingue de entre todos aquellos que la señalan perversamente.
Fundada en Tecomatlán, Puebla, a partir de la necesidad e inconformidad de estudiantes y campesinos por el sometimiento caciquil de aquel entonces, Antorcha es, hoy por hoy, una de las organizaciones con mayor presencia en la entidad hidrocálida, ya que, en sus 22 años de labor política en el estado, ha impulsado el desarrollo y bienestar para miles de familias que, tras varios intentos de comunicación con sus gobiernos en turno, no lograban beneficios concretos y perdurables.
A pesar de que hoy, las principales deficiencias en el estado se relacionan con el transporte, la inseguridad y la escasez del agua, hace casi 20 años, el sector vivienda representó una de las mayores preocupaciones de las familias en los 11 municipios que lo conforman y uno de los aspectos más desatendidos por las autoridades de gobierno, por lo que se trabajó inicialmente en este rubro que además de asegurar la difusión sobre la organización en Aguascalientes, permitiría cumplir con su objetivo principal, luchar contra la pobreza.
Sin embargo, sin afán de reducir la trascendencia y el impacto social y económico al estado por medio del apoyo a miles de familias en hacerse de un patrimonio o mejorar el que ya tienen, uno de los aspectos más loables, a mi juicio, es el trabajo que Antorcha realiza en materia de educación. La preocupación de brindar a niños y jóvenes espacios adecuados para desarrollarse académicamente, para evitar la deserción escolar, para incentivar el esfuerzo diario, para promover actividades culturales extracurriculares que les permitan demostrar sus habilidades y poner en práctica sus conocimientos, por brindarles un hogar temporal que los haga sentir cómodos mientras alcanzan sus metas, es sin duda, una labor que pocos han hecho en el estado y que el Movimiento Antorchista ha encabezado con resultados concretos.
Con la creación de escuelas de nivel básico, de apoyo a pequeños agricultores y, sobre todo, de infraestructura urbana, el Movimiento Antorchista sigue reafirmando su interés en Aguascalientes, donde como en muchos otros estados de la república, el olvido de los gobiernos estatales y municipales ha generado descontento entre la gente que elige buscar alternativas viables que propongan opciones y soluciones que mejoren sus condiciones de vida.
Como es bien sabido, el Movimiento Antorchista no es monedita de oro y, a pesar de la labor reflejada a favor de miles de familias humildes en todo el país, sus adversarios políticos no han cejado en su permanente campaña de calumnias y ataques en su contra; sin embargo, los hechos hablan por sí solos y pese a las diferentes interpretaciones de la información, los miles de antorchistas agremiados y presentes en cada gestión, en cada evento, en cada denuncia y en cada festejo, no son el reflejo de personas inconformes y descontentas con la organización, sino personas que confían en su propia fuerza social, en la labor conjunta de un pueblo para hacer un llamado de atención a los gobiernos que en su afán de ensuciarse unos a otros, olvidan que su principal responsabilidad como servidores públicos es atender las necesidades materiales y espirituales más apremiantes que demandan sus gobernados, es decir, que en sus hogares, colonias o comunidades, se materialice un progreso real y constante.
La diversidad es importante, que existan opciones políticas es una necesidad social y que se respete el libre albedrío es también ineludible; así como no a todos nos gusta la misma lectura, no todos nos identificamos con los mismos ideales, esto en virtud de que las distintas clases, sectores y grupos sociales defienden sus intereses económicos, políticos e ideológicos. En este sentido, el Movimiento Antorchista es también una opción política que, respaldada por más de 45 años de trabajo ininterrumpido y miles de personas humildes que engrosan cada vez más sus filas a nivel nacional, se ha convertido en la organización de los pobres de México.
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