Las principales causas de la falta del vital líquido en nuestro país son las consecuencias de los fenómenos naturales, el crecimiento demográfico, los cambios naturales en la cantidad de agua disponible, los retrasos en temporadas de lluvias, los cambios artificiales provocados por el ser humano y el cambio climático global, pero también es porque las grandes empresas, que en los hechos son las dueñas del agua en el país, son las que tienen la mayoría de las concesiones de Conagua, la mayor parte de ellas gratuitas, explotando el agua en su beneficio.
Durango es uno de los estados de la república que podrían quedarse sin agua para el consumo humano, pues la escasez que durante años ha prevalecido ha agotado las reservas de las presas y mantos acuíferos; además, se ha agravado ante la falta de lluvias, pues las que han caído han sido demasiado ligeras, provocando el llamado "estrés hídrico" en los mantos acuíferos, es decir, una problemática ambiental que está directamente relacionada con la escasez hídrica y la crisis de agua, y esto ocurre precisamente porque la demanda de agua potable es mayor que la cantidad disponible en un periodo de tiempo muy corto.
En la capital duranguense, al no tener agua para consumo, se ven en la necesidad de comprarla, lo que afecta directamente su situación económica.
Pero la crisis hídrica actual que enfrentamos los mexicanos debe analizarse desde el aspecto social. Lo primero que debemos tener claro es que la inmensa mayoría del agua que se gasta en México no se da a través del consumo doméstico, sino como vimos en renglones anteriores, se da principalmente en la industria de los alimentos y otros complejos procesos productivos.
Las empresas exclusivamente del sector alimentario de las 10 empresas que acaparan el mayor consumo de agua a nivel nacional son Coca-Cola, Pepsi, Danone, Nestlé, Aga, así como Jumex, Nutrijugos, Bimbo, Kellogg´s y Peñafiel.
Las protestas públicas relacionadas con el desabasto de agua potable han venido incrementándose exponencialmente.
En estos momentos se comienza a resentir la sequía en Durango y no solamente en el semidesierto, sino también en la zona de Canelas, en la Sierra Madre Occidental.
En el estado casi un 60 % del territorio se encuentra en condiciones complicadas por la falta de agua, además de las consecuencias que ha generado, como, por ejemplo, se estima que un 35 % del ganado en el estado está en situación crítica, si esto continúa comenzarán a “caer” ante la falta de pastos y agua en las zonas de agostadero.
Ante este panorama tan desalentador y el silencio de parte del Gobierno federal, nuestra organización se ha preparado para encabezar la lucha por esta demanda que es necesaria y urgente para los mexicanos, pues los principales perjudicados son los más pobres, y esto se refleja en muchas colonias de la capital duranguense, donde, al no tener agua para consumo, se ven en la necesidad de comprarla, lo que afecta directamente su situación económica ya crítica, situación que cada vez se agrava más y más.
Por ello es necesario luchar por el abasto de agua potable no sólo en Durango sino en el país, pero sobre todo, organizarse con el Movimiento Antorchista, para así luchar por las necesidades entre todos. A todos ustedes les digo que tenemos que unirnos con un objetivo en común: la falta de agua potable, hay que luchar.
Es hora de que el pueblo entienda que si no luchamos juntos no encontraremos ninguna solución. Si todos nos decidimos a luchar por lo que nos corresponde, no solo para resolver nuestras necesidades básicas y urgentes, sino también, en su momento, luchar para llegar al poder, y al contrario que hoy, nosotros decidamos a quién poner como un verdadero representante del pueblo, que conozca las necesidades reales porque las vive y está dispuesto a cambiar el futuro de nuestro país.
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