Lo que escuchamos y vivimos en todo México es el flagelo de la pobreza, y atrás de ella, un montón de males como la violencia y robo a mano armada, situación que ha ganado terreno en muchas entidades del país, mientras la gente humilde y desprotegida es la que más sufre. 

Y l Gobierno federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO), a poco más de cuatro años en el poder, no ha sido capaz de enfrentar ambos problemas sociales.  

Escuchar las noticias al despertar; nos enteramos de la triste realidad que se vive en el país, por ejemplo, que marzo fue el mes más sangriento, con un acumulado de 3 mil 600 asesinatos, y continua. En mayo, de acuerdo con un estudio de la periodista Elena Reina, de Animal Político, en promedio son 82 el número de muertos diarios en la administración de AMLO. Un grave problema que, a estas alturas, difícilmente el gobierno puedrá abatir. 

Lo que sucede todos los días en México no es una ficción. De acuerdo con “México Unido Contra la Delincuencia” (MUCD), ya había seguido los pasos a este fenómeno y con datos crudos del letal incremento de violencia, cifra vino en aumento en los años 2019, 2020, 2021, incluso zonas muy específicas y actos concretos, sin embargo, el gobierno no hizo y no está haciendo nada para solucionar este mal, este cáncer que afecta a miles y miles de mexicanos. Ya se tenía el conocimiento, por parte del Gobierno federal, y aun así no vemos una mejoría en la sociedad.

Sabemos que la violencia no es propia de esta administración, así también la elevada pobreza en la que viven millones de familias mexicanas. Sólo pregúntense, ¿Qué ha hecho AMLO para solucionarlo? Lamentablemente, absolutamente nada.

Sin duda, si existiera una verdadera fuente de empleos y bien remunerados, un sistema de salud que garantice medicinas, y atención a todos los ciudadanos, una justa distribución del erario público en obras, un sistema de educación de alto rendimiento, lugares donde se esparza la cultura y deporte, México sería otro. 

En todo el territorio mexicano no funcionó el lema de AMLO de “abrazos y no balazos”, solo vemos ejecuciones, violaciones, robos, narcotráfico y mucho más, solo vemos a los policías, y la Guarda Nacional como caen al cumplir su deber. El Gobierno federal no ha entendido que los apoyos asistencialistas ya no funcionan para combatir la desigualdad social imperante. 

Se imaginan si tuviéramos mejores condiciones de vida y oportunidades ¿cuántos hombres y mujeres no se integrarían a la delincuencia?, o simplemente tener una buena educación y lugar de esparcimiento para jóvenes, ¿Cuántos de ellos se alejarían del vicio y de las garras las mafias? Es cuando vemos que la pobreza es el inicio de la violencia, y no al revés. Si tan solo el Gobierno federal destinara los recursos a los que en verdad necesitan en México, y que sus programas llegaran hasta las entrañas del territorio y sobre todo que dejara de gastar los recursos del país en su mega obra, que solo han demostrado que son un fracaso. 

A los mexicanos les digo que ya es tiempo de que nos quitemos las vendas de los ojos, con esos apoyos asistencialista y electoreros y dejar de creer que un día por pura voluntad del Gobierno federal nos dará todo, y sobre todo dejar de suponer que ellos tienen las riendas del país. Hay que organizarnos y concientizarnos, para luchar por las condiciones que nos merecemos, salud, vivienda, educación, trabajo, y así que México viva, sin violencia.