Se han dado varios movimientos sociales en los que el pueblo ha participado con la esperanza de tener una vida digna, una vida mejor; por ejemplo, en la Guerra de Independencia de México participaron los indígenas y clases bajas que iban surgiendo para sacudirse el sometimiento de los españoles; en la Revolución Mexicana participó el campesinado para liberarse de los caciques, la explotación a la que también estaban sometidos; han participado en elecciones en busca de que algún hombre iluminado los saque de la miseria, es así que desde que el pueblo se cansó del PRI y en el 2000 buscó un cambio pensando se daría con la ultra derecha votando por el PAN (Fox) la realidad les demostró que no era la solución y regresó su mirada nuevamente al PRI pensando que ahora sí iba a ser diferente, que habían aprendido la lección los políticos priistas, pero la realidad les dijo que no.
Así, con ese descontento y la miseria que se sigue ahondando, llega Andrés Manuel López Obrador a la presidencia en el momento en que el pueblo está decepcionado de los partidos oficiales y creando una imagen de iluminado y el ofrecimiento de que prácticamente con una varita mágica cambiaría la situación de los mexicanos. Un 53% del pueblo que votó en el 2018 lo hizo por la 4T, que supo hacerle creer al pueblo que ellos harían ese cambio tan esperado (más 25 millones de mexicanos no votaron por la alianza Morena-PT-PES, y más de 18 millones que podían votar no lo hicieron, es decir, el 37%). Ahora, a tres años de gobierno con todas las modificaciones a la ley para desmantelar programas sociales existentes como: Prospera, estancias infantiles, Seguro Popular, escuelas de tiempo completo, el apoyo a la cultura, al deporte, a la ciencia y tecnología, entre otros; crearon todo una serie de programas sociales enfocados a un tinte clientelar electoral, dejando muchas áreas desprotegidas; ha venido demostrando que la transformación que ellos decían también es solo eso palabras, que no tienen el verdadero interés de hacer cambios profundos en beneficio del pueblo trabajador. Esa confianza que puso el pueblo en López Obrador de que sería su salvación ha venido demostrando todo lo contrario.
El pueblo, pues, se ha aliado con otras clases sociales para que lleguen al poder con la ilusión de que se les haga justicia social, pero una vez que llegan al poder le dan la patada por el trasero: eso debe aprender el pueblo trabajador, que ni un iluminado ni grupos con intereses totalmente diferentes a él darán ese cambio. Sólo el pueblo educado, concientizado y organizado podrá dar un verdadero cambio, dará esa transformación esperada por años, eso lo demuestra la historia. El Movimiento Antorchista ha venido planteando ya hace varios años para que el pueblo tenga mejores condiciones cuatro propuestas para realmente cambiar a México: que pague más impuestos el que gané más; creación de empleos suficientes para toda la gente en edad de trabajar; salarios dignos que sean bien remunerados, que alcancen para cubrir sus necesidades y que se invierta en servicios básicos, escuelas, en mejorar las condiciones materiales del pueblo trabajador. Invitamos, pues, a todos los hombres de bien, que quieren y aspiran un verdadero cambio a que se sumen a las filas del Movimiento Antorchista Nacional, que durante 47 años ha trabajado, luchado junto al pueblo que ha decidido organizarse y luchar.
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