MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Alianzas electorales en el Edomex

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Con el año 2023 llegó el proceso electoral para renovar la gubernatura del Estado de México y, por tanto, las alianzas entre los partidos políticos para hacerse del poder político de la entidad mexiquense, que es la que cuenta con el mayor número de habitantes, de votos y presupuesto federal, tres fuertes atractivos para los partidos y políticos tradicionales, cuyo objetivo principal es obtener ese poder político no solo para manejar los dineros públicos, sino para abrir las puertas de los sectores empresariales más importantes con los que harán jugosos negocios que les permitirán acrecentar su poder económico, que es lo que más les interesa.

La gubernatura del Estado de México es tan importante para los partidos políticos que están dispuestos a aliarse con el mismo diablo con tal de salir victoriosos del proceso electoral. 

Pero como nadie puede aliarse con el diablo y a los partidos le interesa entrar fortalecidos a la liza electoral para estar en mejores condiciones para dar la batalla, entonces buscan con quien aliarse: los partidos grandes suman a los chicos para inclinar la balanza a su favor y a los partidos pequeños les interesa la alianza con los grandes porque les genera beneficios económicos por aceptar firmar el convenio de alianza y, si llegan a ganar la elección, también salen beneficiados con empleos bien remunerados en el nuevo gobierno.

En el proceso electoral en el que se renovará al gobernador del Estado de México para el periodo 2023-2029, la batalla por llegar a la Casa de Gobierno del Edomex, situada en Toluca, la librarán: 1) los partidos: PRI, PAN, PRD y Nueva Alianza conformaron la Alianza “Va por México”, 2) Morena se alió con el Partido del Trabajo y el Partido Verde Ecologista; 3) como no entró en alianza con ningún otro instituto político, el partido Movimiento Ciudadano irá solo a la elección.

El proceso electoral en la entidad inició el pasado miércoles 4 de enero, pero las precampañas políticas empezaron el 14 del presente mes. O sea, a partir de ese día y hasta el 31 de mayo, volveremos a escuchar, una y otra vez, las lindezas con que los partidos políticos pretenderán vender la imagen de sus candidatos, pues con ello tratarán de que la ciudadanía los beneficie con su voto el próximo 4 de junio, día en que se llevará a cabo la jornada electoral. Asimismo, los propios candidatos recorrerán todo el territorio mexiquense para hablar sobre sus proyectos que, asegurarán, serán de beneficio para el estado y, por tanto, para los habitantes de esta entidad federativa.

No obstante que esas afirmaciones las escucharemos hasta el cansancio y que todos prometerán el cielo y las estrellas, muchos mexiquenses sabemos que muy poco de lo que digan se convertirá en realidad, no solo porque el objetivo de los candidatos no es llegar al poder para bien de los mexiquenses sino para satisfacer sus intereses personales y los de su partido. Esa es la experiencia que tenemos los mexiquenses y los mexicanos en general; durante las campañas electorales, los candidatos prometen todo, pero en cuanto llegan al poder, se olvidan de ellas y quedan como burla los abrazos, besos y toda la zalamería que derrochan estando enfrente de la gente, a la que ignoran y menosprecian cuando están instalados en el poder; de ello hay miles de botones de muestra. En los últimos cuatro años, las mayores muestras de ese tipo de conductas engañosas las han brindado los candidatos del partido Morena, quienes prometen, prometen y prometen, pero luego no cumplen nada de lo que dijeron.

Ahí tenemos lo que sucede en los municipios de Ecatepec y Chalco, en donde en 2021 la ciudadanía reeligió a sus presidentes municipales –ambos emanados del partido Morena– para un segundo periodo administrativo porque durante sus campañas electorales les prometieron que, ahora sí, todo iría bien porque ya tenían conocimiento del municipio y sabrían cómo actuar, pero la realidad es muy diferente a las expectativas que sembraron porque no han atendido las necesidades básicas de sus gobernados, los tienen sin agua, con calles sin pavimentar, sin espacios deportivos y recreativos dignos y; lo que es peor, en ambos municipios ha repuntado la inseguridad, la cual se ve reflejada en homicidios dolosos, feminicidios, robos a transeúntes y a casas-habitación.

En Chimalhuacán e Ixtapaluca, municipios que vivían un proceso de progreso y transformación, las cosas se han deteriorado con los gobiernos morenistas que llegaron hace un año. En Chimalhuacán, a pesar de que en la anterior administración pública la red de agua potable funcionaba bien ¬–con algunas excepciones, pero que se trabajaba para satisfacer la necesidad–, ahora la gente no tiene agua en sus casas, por lo que se han tenido que manifestar para exigir el vital líquido, en por lo menos en seis ocasiones, lo que acarrea otros problemas a la población, como no ir a trabajar o no llevar a los niños a la escuela.

Pero, al igual que en Ecatepec y Chalco, lo que más afecta a la población es el incremento de la inseguridad, tanto en Chimalhuacán como en Ixtapaluca, en donde también se han incrementado tanto los delitos arriba mencionados, al grado que cada vez son más fuertes los rumores de que los gobiernos municipales, también emanados de Morena, protegen a la delincuencia organizada porque le están pagando la alianza y, por tanto, los favores que les hicieron durante sus campañas electorales de 2021, las cuales culminaron con su triunfo y acceso a los poderes municipales.

La candidata al gobierno mexiquense por el partido Morena, Delfina Gómez Álvarez, ya empezó con las promesas de campaña: por lo pronto, ya publicó un video en el que asegura que: “Llegó la hora de trabajar con ya sabes quién para acabar con la corrupción y resolver los problemas que afectan a las familias”.

¿Es en serio? Delfina Gómez cínicamente habla de acabar con la corrupción cuando durante tres años les quitó el 10 por ciento de sus salarios a los empleados del Ayuntamiento de Texcoco –el cual presidió durante el periodo 2013-2015– y el dinero lo entregó a su jefe Higinio Martínez y a Andrés Manuel López Obrador para sus respectivas campañas políticas; habla de transformación y de resolver los problemas de la gente cuando durante su gestión municipal no hizo nada para sacar de la marginación y la pobreza a miles de texcocanos a los que les negó el derecho de tener una vivienda digna con servicios de calidad. Mucha cara dura debe tener para atreverse a decirle eso a los mexiquenses, cuando éstos saben bien la baja calidad moral de la maestra, no solo en el terreno económico sino también en lo que se refiere a la administración pública.

Morena sabe que su fuerte es el discurso engañoso y manipulador y a eso se atiene; está consciente de que no hecho nada bueno en los municipios mexiquenses que gobierna, y también sabe que tampoco ha hecho nada bueno en todo el país a pesar de lo que diga ya saben quién. Pero se atienen a su discurso mareador y a las transferencias monetarias que ha repartido en los cuatro años de gobierno del Peje.

Dados los malos resultados que han dado los gobiernos morenistas que se han instaurado a lo largo y ancho del país, los mexiquenses deben reflexionar si quieren que el Estado de México se convierta en un satélite de la política manipuladora de la 4T, la cual solo ha traído pobreza en infraestructura en miles de comunidades del país, desempleo, hambre y un muy mal servicio de salud.

Morena y sus candidatos no son la solución para los graves problemas que enfrenta el país, porque su política no ha solucionado ninguno. Así lo demuestran cuatro años de gobierno. Los mexiquenses tienen la oportunidad de mostrarle a México entero que con el voto consciente volverá a patear a esos políticos engañosos y manipuladores. 

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