El Sur de Jalisco está entre las regiones más afectadas por el estiaje, aunque hay comunidades y municipios en los que la falta de agua potable es prácticamente durante todo el año.
En el municipio de San Gabriel, en las comunidades de La Croix y Totolimispa por mencionar sólo los casos más relevantes; en el municipio de Tuxpan, la colonia Barranca del Camichín; en Zapotitlán de Vadillo en las comunidades de San Isidro y San Cristóbal en especial, en general los municipios más afectados y así ha sido reconocido por el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (CONAGUA), en condiciones anormalmente secas se encuentran los municipios de Tolimán, Zapotitlán de Vadillo, Tuxcacuesco y San Gabriel.
Las cifras globales que proporciona la Organización de las Naciones Unidas (ONU) hablan de que en el mundo 663 millones de personas carecen de acceso al agua potable; pues bien, el sur de Jalisco aporta varios miles de personas de esos millones que reporta la ONU.
Desde hace varios años, los vecinos de estas comunidades han hecho llegar su solicitud de abastecimiento de agua potable a los organismos nacionales, estatales y municipales encargados del tema, pero no han encontrado la tan ansiada solución. Las autoridades de la materia se han mostrado omisas, no resuelven y el problema se complica por diversas circunstancias, entre las que se puede destacar la sequía que azota al país entero, en especial en esta temporada, y la política errática del Gobierno federal que ha eliminado partidas presupuestales como el ramo 23 del Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) o ha reducido drásticamente los recursos destinados a estos programas en detrimento de miles de familias que carecen del vital líquido.
Por otra parte, el gobierno de la Cuarta Transformación se ha hecho de la vista gorda y ha permitido que el agua se concesione a las empresas, especialmente a las del sector agropecuario en detrimento de las familias que viven en comunidades marginadas y sin el servicio de agua potable; por ejemplo, en el estado de Jalisco sólo cinco empresas concentran el 51.3 por ciento del agua concesionada en el estado, equivalente a 132 millones de pipas, según datos de la CONAGUA.
Los vecinos de estas comunidades han visto como llegan empresas agrícolas a sus regiones y, en un abrir y cerrar de ojos, levantan invernaderos, infraestructura millonaria y pozos de agua potable que sin mayor trámite, abastecen de agua los altos requerimientos de sus cultivos (el aguacate, la uva, los frutos rojos); los vecinos consideran bueno que se establezcan esas empresas porque abren nuevas fuentes de empleo, pero lo que no admiten es que a ellos se les niegue la apertura de un pozo de agua potable, que pasen años recabando requisitos y que simplemente se les diga que no procede su solicitud o que la federación o el estado no tiene recursos para la perforación del pozo de agua solicitado.
El acceso al agua potable es un derecho humano establecido en la constitución mexicana, reconocido en el mundo entero, pero tal parece letra muerta porque las autoridades encargadas de garantizarlo y de dotar del servicio a la población se desentienden de sus obligaciones.
Queda claro, que la política del presidente Andrés Manuel López Obrador ha sido la de privilegiar a los más poderosos, destinando cuantiosos recursos de los mexicanos a sus obras faraónicas y a la empresa privada en detrimento de las obras primordiales en las comunidades marginadas, como el abastecimiento del agua potable, es una política antipopular, mintió el presidente y miente cuando dice que primero los pobres, aquí se ve claramente que son primero los ricos.
A los pobres de México, a los pobres del Sur de Jalisco no nos queda otra opción que la de la organización y la lucha, dispongámonos a luchar para resolver estas necesidades primordiales.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario