Desde que la burguesía logró quitar del poder a los reyes y sustituyó el poder absolutista por una democracia liberal, varios países se formaron como repúblicas independientes con el uso del poder político de acuerdo a sus necesidades.
México no es la excepción; el poder de la nación está dividido en tres: el Eecutivo, Legislativo y Judicial, todo esto para evitar que el poder se concentre en una sola persona y que los demás poderes sean contrapeso en la toma de decisiones que, se supone, buscan lo mejor para los mexicanos.
1. El Poder Ejecutivo de México comienza por la jefatura misma del gobierno, o sea, por el presidente o primer ministro, lo conforma la cabeza visible del Estado, encargado además de representarlo ante las demás naciones que, en este caso, es Andrés Manuel López Obrador.
2.- El Poder Legislativo se deposita en el Congreso de la Unión, que se divide en dos cámaras: una de diputados y otra de senadores. El Congreso se encarga de expedir leyes que regulen la estructura y funcionamiento interno de la república mexicana.
La Cámara de Diputados la integran 500 diputados, 300 son electos por la mayoría relativa y 200 por el sistema de representación proporcional, en estos momentos es presidida la Cámara de Diputados federal por Santiago Creel Miranda. La Cámara de Senadores está conformada por 128 integrantes, 64 de ellos electos por principio de mayoría relativa, 32 por el principio de primera minoría y 32 por principio de representación proporcional y la cámara es presidida por Alejandro Armenta Mier.
3.- Por último está el Poder Judicial de la Federación, que está formado por la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Tribunal Electoral, los Tribunales de Circuito, los Juzgados de Distrito y el Consejo de la Judicatura Federal. Por ahora está a cargo de este poder el primer ministro presidente de la suprema corte, Arturo Zaldívar Lelo de Larre.
De esta forma se encuentra estructurado y dividido el poder de México, a simple vista podemos notar que el estado burgués es lo mejor para la sociedad en la impartición de la justicia donde la gente puede vivir dignamente.
Sin embargo, la realidad no se puede esconder y nos golpea a la cara, el Estado burgués sólo sirve a unos cuantos quienes concentran la riqueza, y los datos no permiten mentira alguna.
De acuerdo con datos del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP), en 42 meses de gobierno de AMLO existieron 121,655 muertes dolosas, la inseguridad en México cada día golpea con más fuerza.
Otro dato muy alarmante es la falta de empleo y de los 55.9 millones de personas en condición de trabajar más del 56 por ciento no tienen un empleo, cómo consecuencia tenemos el segundo lugar en migración, a 2019 había 11,796,178 personas en busca de una vida mejor, el 97.50 por ciento en Estados Unidos (EE. UU.), 0.73 en Canadá y 0.45 por ciento en España. Estos son solo unos ejemplos de los problemas de México. Otra desgracia más que se suma es el nuevo paquete económico para el próximo año.
El PEF 2023 propone un gasto total de 8.3 billones de pesos, el 51 por ciento se destina a cuatro rubros: el costo financiero de la deuda, las pensiones y jubilaciones, las participaciones de los estados y los programas prioritarios del presidente. En contraste no se destina más recurso para la salud, educación, infraestructura, al campo y como siempre quienes pagamos las consecuencias son los mexicanos trabajadores quienes con sus manos producen la riqueza. Este paquete económico fue enviado al Congreso de la Unión el pasado ocho de septiembre para ser analizado y en próximos días ser aprobado por los diputados.
Puedo decir, sin temor a equivocarme, que va ser aprobado sin modificación alguna ya que el poder legislativo como el ejecutivo está bajo el control de Morena y los diputados son servidores del gobierno federal y no del pueblo y ya vimos un claro ejemplo con lo que pasó el tres de septiembre, cuando se aprobaron las reformas a diversas leyes para que la Guardia Nacional (GN) pertenezca a la Sedena, con 265 votos a favor y 219 en contra, sabiendo que el jefe supremo del Ejército es el propio presidente de la república.
Ahora sí AMLO concentra los tres poderes de la nación, con excepción de algunos órganos independientes. Cuidado con esto que marca una dictadura.
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