MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

6 de junio: ¡A las barricadas, camaradas!

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¡Morir por Antorcha es vivir!

“Las masas vendrán a nosotros sí sabemos actuar siempre, en las cosas pequeñas y en las grandes, como comunistas consecuentes. Piensen siempre en las masas, Clara, y llegarán ustedes a la revolución como nosotros hemos llegado: con las masas y por las masas”, Lenin. 

Después de más de dos años, volvimos a pisar la tierra prometida, Tecomatlán, Puebla. Un mar inmenso de corazones rojos aumentó el ya de por sí calórico territorio tecomateco. De norte a sur, de este a oeste, representaciones de todo el país se dieron cita para recordar a sus muertos, o dicho en mejores palabras, para reafirmar su compromiso con la vida de lucha por un mundo mejor. 

El programa cultural que nos tenían preparados nuestros artistas nos volvió a dejar boquiabiertos. El Himno de Antorcha subía el telón de un homenaje a una nación que tanto le debe el mundo. Como ecos del futuro, cinco cálidas voces invocaban el brazo firme del líder bolchevique en versos del dramaturgo alemán Bertolt Brecht, que con “Oda a Lenin” nos decían:

Quédate.

Todavía hay explotadores.

Y mientras haya explotación

Hay que luchar contra ella.

Fueron el Grupo Nacional de Música y la Orquesta Sinfónica del Estado de México los que, al son de la Varshavianka 1905, nos introdujeron a la Rusia pre-1917, una época en que el terror de la clase dominante perseguía los ideales de libertad… como ahora. En ese contexto fue creada esa canción revolucionaria polaca en 1879, por Wac?aw ?wi?cicki, mientras pertenecía en su celda del pabellón X de la cárcel de la Ciudadela de Varsovia, precisamente condenado por sus actividades socialistas. El texto fue publicado, por primera vez, el 15 de septiembre de 1883 en la edición de primer año de la revista “Proletariado” después de que regresara de su exilio en Siberia. Hoy, la versión en castellano se la debemos a Valeriano Orobón Fernández, quién la tituló como “Marcha Triunfal” con el subtítulo de “¡A las Barricadas!”

Con la última trompeta de la marcha iniciaría el esperado mensaje del líder de todos los antorchistas. Resaltando la importancia que tiene homenajear “la creación de Lenin”, el maestro Aquiles Córdova Morán insistió en que “una cosa es que las cosas se hagan mal y fracasen y otras las ideas que alimentan la lucha”. Antorcha lo ha sostenido muchas veces: “solo el marxismo nos llevará al éxito que nuestra patria sigue esperando desde hace siglos”. 

Los que han ido a alguna librería de viejo saben que la editorial “Progreso” y todo lo que huela a socialismo, en su mayoría provienen de bibliotecas de excomunistas, de renegados que se alinearon con el statu quo sacando poco provecho monetario con sus viejos libros. “Pero si lo que necesita la izquierda es a Lenin”, me dijo un día un librero amigo. A lo que el historiador John Womack añadiría, “pues no la veo”.

“La crisis más grave está por venir, el mundo está conociendo la carencia que Rusia proveía”, sostiene el maestro Aquiles”, afirmando que le echarían la culpa a Rusia. Un día después el presidente del Consejo Europeo, Charles Michel, acusó a Rusia de utilizar el suministro de alimentos como “un misil furtivo contra los países en desarrollo” y culpó al Kremlin de la inminente crisis alimentaria mundial.

Después de aquella cátedra marxista, se hizo presente en la voz de Luisma, a quien las balas enemigas le arrebataron su luchador padre y compañero, el “heredero del vigor de Vladimir Maiakovski y de la ternura de Borís Pasternak”, ídolo de Paul Mccartney e introductor de 'Cien años de soledad' en la Unión Soviética, el poeta soviético Evgeni Evtushenko, aquel que llenaba estadios como las estrellas de rock. Aunque más cercano a Nikita que a Stalin, fue defensor asiduo de su país, llevando los ideales comunistas por los cinco continentes. 

Arengaba a las masas, tocaba las fibras de los jóvenes revolucionarios. "A la izquierda muchachos, / siempre a la izquierda, / pero no más a la izquierda / de vuestro corazón", escribió directamente en castellano “La llave del comandante”, dedicado al Che Guevara, figura central de las juventudes latinoamericanas. 

Esa rusofobia promovida por occidente y encabezada por el imperialismo norteamericano, escalonó niveles verdaderamente absurdos como indignantes, censurando escritores, artistas, y todo lo que huela a Rusia. Uno de las más polémicas censuras fue el retiro de sus repertorios de la música de Pyotr Ilych Tchaikovsky, el legendario compositor de la época romántica. En marzo la Filarmónica de Cardiff en Gales, removió la Obertura 1812, de Tchaikovsky, con el argumento de que es “inapropiada en este momento”. 

México no podía quedarse atrás cometiendo semejantes atropellos, pues el director de la Banda Sinfónica de Zacatecas, Salvador García y Ortega, exhibiendo su grado de estupidez, decidió excluir la Obertura 1812 del concierto del Jueves Santo en el marco del Festival Cultural Zacatecas 2022. Ya lo dijo Dostoyevski: la tolerancia llegará a tal nivel que las personas inteligentes tendrán prohibido pensar para no ofender a los imbéciles. 

Sabedores de la vil injusticia que cometían estas orquestas, es que la Orquesta Sinfónica del Estado de México hizo retumbar la Plaza de Toros con los tambores de guerra transportándonos a aquella resistencia rusa de 1812 frente al avance de la Grande Armée de Napoleón Bonaparte. La Obertura del autor de “El Lago de los Cisnes” y “El Cascanueces” hace una representación literal de la campaña napoleónica en Rusia hace exactamente 2010 años. Para conmemorar dicha victoria el zar Alejandro II encargó la catedral de Cristo El Salvador, añadiendo el vigesimoquinto aniversario de su coronación que sería en 1881 es que Nikolái Rubinstein, amigo y mentor del compositor ruso, le sugirió componer una gran obra conmemorativa para interpretarla en esas celebraciones. 

Es prácticamente imposible enumerar la cantidad de diferentes bailes y danzas que existían en la Rusia antigua y los que siguen existiendo hasta hoy día, basado en juegos populares, antiguas ceremonias, canciones y corros. La ejecución de los Grupos de Danza del Nacional y Edomex hicieran que fijáramos nuestra mirada en todos aquellos movimientos complicados que transmitían lo que tiene de común el folclor ruso, la fuerza y el poder del hombre y mujer rusos, su valentía y coraje. No por nada el Ballet Bolshói es el mejor del mundo, al que nuestros bailarines estuvieron cerca de igualarlos. 

No podía faltar Neruda, uno de los poetas más difundidos por parte de Antorcha, tanto por su compromiso político como la calidad de sus versos, que mediante la excelente interpretación de la estentórea voz de Tania Zapata nos deleitamos con “Nuevo canto de amor a Stalingrado”.

Fue durante la Segunda Guerra Mundial, en los años 1942 y 1943, en que Neruda escribe "Canto a Stalingrado", "Canto de amor a Stalingrado", y "Nuevo canto de amor a Stalingrado”. Habían pasado apenas cuatro años de finalizada la Guerra, cuando el Nobel chileno viajó por primera vez a la Unión Soviética, mismo año en que escribe "Tercer canto de amor a Stalingrado". Sus discursos y poesía esencialmente comunista eran difundidas desde 1937, cuando la revista Internatsionalnaia literatura incluyó un resumen del discurso que había pronunciado en febrero en París en memoria de su amigo Federico García Lorca. El 8 de junio de 1949 Neruda llegó a Leningrado. Fue invitado a la URSS para asistir a los actos de conmemoración del 150º aniversario del nacimiento de Alexander Pushkin, considerado el fundador de la literatura rusa moderna.

Destacó que el viraje de González Videla les había tomado por sorpresa en 1947 y transmitió una valoración crítica de la larga década de apuesta por la confluencia con el centro político, representado por el Partido Radical: “Me parece que nuestro Partido se contagió demasiado con el espíritu de la legalidad y el parlamentarismo. Le hemos dado demasiada importancia a la lucha por los puestos en el Senado, en el Parlamento y en los municipios y hemos dejado de movilizar a las masas en la lucha activa. Nosotros educamos a las masas en el espíritu de lucha contra el imperialismo norteamericano, pero hablamos poco de la reacción interna. Es por ello que ni el Partido Comunista, ni los sindicatos ofrecieron la resistencia que debían a la ofensiva de la reacción. El espíritu de legalidad del Partido disminuyó su capacidad combativa. Nos quejamos mucho y cometimos muchos errores”.

Ante esta ola de violencia contra Rusia habría que recordarle al mundo cuánto le debemos a ese glorioso país. Con todo y lo que puedan decir los medios y gobiernos occidentales, fueron 25 millones de rusos, quienes derrotaron al nazismo. Así lo narró “La Guerra Sagrada”, en voz de los Grupos Nacionales de Música, canción patriótica soviética de la época de la Gran Guerra Patria, que se convirtió en el himno de la defensa de la Unión Soviética frente a la invasión llevada a cabo por la Alemania Nazi. 

Por último, el llamado final: "Y de nuevo, la lucha continúa", el nombre de una canción compuesta el mismo año que surge nuestro movimiento, por Aleksandra Pakhmutova, con letra de su marido Nikolái Dobronravov. Dedicada a la Revolución de Octubre y a Lenin, su tono alegre y optimista auguraba un gran futuro a la URSS y al ideario del comunismo. 

La primera traducción de “El Capital” fue, para sorpresa de Marx, la rusa. El primer volumen sorteó la censura del zar bajo el argumento de que “sus teorías no eran aplicables a Rusia” y, por tanto, “la obra no podía ser subversiva” ¡Perdónalo Dios, el Zar no sabe lo que dice! De tal modo que “Das Kapital” se publicó a principios de 1872 en San Petersburgo por obra del editor Nikolaj P. Poljakov, con una tirada de tres mil ejemplares. Lo demás es historia.

Aunque hoy la URSS ya no existe, también es cierto que lo que llevó a su desaparición fueron otras causas que no son la que la burguesía mundial ha difundido. Sin embargo, es cierto que la izquierda mundial, en su inmensa mayoría, dejaron de creer en el marxismo leninismo. Antorcha no, pues sus ideas siguen tan vigentes como que dos más dos son cuatro. “Dirán lo que quieran, escribirán lo que se les pegue la gana, habrá caído la URSS, pero el socialismo sigue siendo cierto”, afirmó contundentemente el Maestro Aquiles.

Ante la realidad que azota al mundo y a México “sólo el marxismo nos llevará al éxito que nuestra patria sigue esperando desde hace siglos”. Pues mi teoría, dijo Marx, es solo una herramienta que necesita encontrar el brazo material que la haga suya y la ponga en práctica, para entonces poder producir algún resultado tangible, alguna mejora real en la sociedad. Brazo que el Movimiento Antorchista Nacional ha venido construyendo desde hace casi medio siglo con resultados más que tangibles, razón por la que nuestros muertos siguen vivos.

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