MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

4T culpable del encarecimiento de la canasta básica 

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Es muy triste leer acerca de la hiperinflación de la canasta básica en México, como efecto negativo de la inflación que crece de manera vertiginosa sin ser un tema presente en la vida de la mayoría de los mexicanos; la sufren solo aquellos que cargan, metafóricamente, una fuerte presión sobre su espalda todos los días.

El problema en el que se ha convertido el encarecimiento de los productos de la canasta básica, lo llevan principalmente el jefe o jefa de familia, o quién tenga la responsabilidad de comprar la despensa semanal.

Es aún más preocupante saber que con el salario que recibimos los mexicanos, cada vez es más difícil satisfacer las necesidades del hogar, a pesar de que, en reiteradas ocasiones, el presidente, Andrés Manuel López Obrador dijo y prometió que no iban a subir los precios durante su gobierno, que supuestamente él iba garantizar la seguridad alimentaria.

Tras tres años como presidente de México, nos encontramos con una más de sus falsedades; sus palabras se la llevó el viento, porque la realidad es que los precios se han disparado hasta las nubes. 

Para entender el contexto no debemos ser expertos en finanzas, ni grandes economistas, no, porque gente como usted o como yo lo hemos visto en todo momento. Las amas de casa lo notan todos los días cuando van a comprar tortillas, frijoles, huevo, verduras. 

El chófer lo nota cuando llena su tanque de gasolina; el tortillero cuando paga su recibo de luz y gas, y, por más chistoso que parezca, hasta cuándo compramos un chicle lo podemos corroborar.

Este fue otro golpe más a 128 millones de mexicanos, propinado por López Obrador y su gobierno que no se cansa de darnos atole con el dedo, de darnos cada sorpresa en cualquier momento. Siendo sinceros, estamos gobernados por personas insensibles, sin escrúpulos y sin cerebro, encabezados por el mandatario federal. 

El aumento de precios llegó en el peor momento, cuando miles de trabajadores se quedaron sin empleo, cuando el gobierno de la Cuarta Transformación eliminó los programas sociales que ayudaban a las familias de escasos recursos, como Prospera, para colocar en su lugar a un deficiente programa conocido como Becas Benito Juárez. 

Según el Instituto Nacional de Estadística, Geografía e Informática (INEGI), comprar productos como aguacate o manzana tuvo un aumento del 26 por ciento; el huevo, un 17 por ciento y la tortilla, que es el producto más consumido por los mexicanos, un 19 por ciento de aumento.

¿En dónde quedó el primero los pobres? Ya que, durante su campaña, en 2018, una de las promesas de López Obrador fue no permitir que el Gas LP subiera de precio ¿Y qué creen que pasó? Subió. 

El mes pasado fue el más crítico para la economía mexicana, debido a que la inflación fue del 7.3 por ciento, algo es increíble porque no se vivió algo similar en los periodos de los expresidentes, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto.

Para desgracia de todos, los alimentos y productos que más aumentaron su precio son los que más consumimos y adquirimos, como el limón, la tortilla, el huevo, el jitomate, el pollo, la leche, las carnes y la gasolina.

El incremento de los precios es producto, en parte, de los efectos colaterales de la pandemia de covid-19 y el conflicto bélico entre Ucrania y Rusia, este último al que también se atribuye la escalada de precios del petróleo y el gas. 

Pero la responsabilidad y culpa mayor de esa escalada de precios que tiene en crisis a México a sus habitantes es Morena y López Obrador con su supuesto gobierno transformador que ha ocasionado que 69 millones de mexicanos no tengan que comer y que ocurra, como dicen nuestros padres cuando adquirimos algo innecesario ‘ahora muerde tal cosa’. Viendo esta situación, culpa del gobierno lopezobradorista, vamos a tener que morderle al Aeropuerto de Santa Lucía, a la Refinería 2 Bocas en Tabasco, que aún está en construcción, o al tan dichoso Tren Maya.

Claro que se puede erradicar este problema; la solución es una economía mejor estructurada y distribuida, pero este gobierno tan insolente está más preocupado en desviar recursos que son para el pueblo y son del pueblo, para pagar los megaproyectos del caprichoso presidente.

México es el país con más horas de trabajo semanal, según la OCDE, se ubica debajo de Turquía y Colombia; en contraparte, es el quinto entre los países con los salarios más bajos.

Es urgente que veamos que no tenemos un gobierno capaz de sacar del hoyo al país y que ha dejado de lado a millones de pobres. López Obrador y sus allegados, los que se dicen transformadores, deben ponerse a trabajar cuánto antes, en lugar de pelear en cada mañanera con sus adversarios imaginarios.

Este gobierno tiene la tarea impostergable de sacarnos del bache económico y social en que él mismo metió al país. Gran parte de culpa es de la dichosa Cuarta Transformación.

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