Y nos despertamos con la noticia de que, una vez más, Cuernavaca, Morelos, vuelve a ser protagonista de desgracias, ya que alrededor de las 10:30 horas del miércoles 14 de septiembre, habitantes de la colonia Los Pilares, perteneciente al poblado de Chipitlán, al sur de la capital morelense, realizaron llamados de auxilio a los servicios de emergencia debido al derrumbe del paredón del cementerio de La Paz. Entre los pedazos de tierra se podían visualizar los féretros y algunas cruces que todavía se encontraban intactas.
Hasta ese momento se había identificado la caída de dos viviendas donde se encontraban siete personas atrapadas. Minutos después del siniestro, elementos de seguridad y vecinos iniciaron con la búsqueda de personas y rescataron, cerca del mediodía, a un bebé de nueve meses, así como a un adulto mayor.
En los informes preliminares se presumía que había cuatro personas heridas y bajo los escombros se encontraban al menos tres personas más, de las cuales aún se desconocían sexo y edad.
Alrededor de las 15:50 horas los rescatistas localizaron a la primera persona fallecida; una mujer de aproximadamente 43 años, de quien se supo después que su nombre era Reyna, quien se encontraba con otra persona en el mismo sitio; 10 minutos después, el segundo cuerpo sin vida era sacado por los rescatistas, se trataba de otra mujer, su menor hija de 17 años, llamada Monserrat.
Durante la tarde, los trabajos de retiro de escombro continuaron, puesto que todavía faltaba una persona por rescatar. El Servicio Médico Forense (Semefo) arribó al lugar para dar fe de los decesos.
Los binomios caninos apoyaron en la búsqueda, así como los drones de sensación térmica para identificar el paradero de la tercera víctima; mientras el escombro era retirado en camionetas de carga; la periferia se encontraba acordonada, ya que al limitarse el acceso a solo vehículos de emergencia la zona corría menos riesgo de un nuevo derrumbe.
El área desde donde los medios de comunicación podían instalarse también se encontraba acordonada debido al riesgo, por lo que mientras pasaban los camiones de carga pesada, el equipo de comunicación tenía que alejarse de la barda para evitar otra tragedia. Desde arriba se podía observar la remoción de los escombros.
Mientras los brigadistas hacían relevos para aguantar toda la jornada, cerca de las 19:00 horas el tercer cuerpo fue rescatado, el cual pertenecía a una mujer de aproximadamente 46 años, quién en ese momento no fue identificada.
El reporte del día cerraba con un saldo de tres adultos y un menor rescatados, tres personas fallecidas y dos viviendas completamente destruidas, además de algunas otras con daños; Protección Civil del estado dio por concluidas las labores y dejó en manos del municipio el resguardo de la zona.
Sin duda un día sombrío para Cuernavaca y tal parecía que no terminaba, pues el sonido de los truenos y la luz de los relámpagos anunciaba la lluvia de esa noche. Y a todo esto, ¿Dónde estaba el gobernador? ¿Dónde andaba el presidente municipal?
Por todo lo narrado, el Movimiento Antorchista sostiene que el pueblo consciente de México debe exigir que sus gobernantes asuman sus responsabilidades, tanto en materia de prevención como de atención oportuna a las tragedias de esta magnitud, pues a final de cuentas los recursos con los que dispone el gobierno pertenecen al pueblo y, por lo mismo, no se deben regatear por ningún motivo. La atención que el gobierno ponga para reparar el daño material y prevenir las desgracias humanas es determinante.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario