El municipio de Tecomatlán es ya un referente para los mexicanos. Y precisamente ejemplo de un camino a seguir, para no solo enfrentar la situación descrita en la primera parte, sino incluso, y esto es lo más importante, para transformar esta realidad. Vamos a darle voz a quienes han estado en este lugar para saber cómo su estancia, les ha cambiado la vida, su percepción de que el deporte bajo la concepción antorchista une y hermana al pueblo.
“Llevo entre 14 y 15 años jugando voli, hace siete años fui a Tecomatlán me gustó mucho la experiencia. El nivel era fuerte y es fuerte. Muy bien que Antorcha apoye a los deportistas, acabamos de ganar nuestro pase y está muy bien que nos apoyen, que valoren nuestro esfuerzo, son sacrificios, es dejar a la familia, dejar fiestas. Son las 8 de la noche y en lugar de andar en fiestas, estoy aquí jugando. Le recomiendo a los niños a los jóvenes al 100 por ciento, me ha traído muchos beneficios académicos, y laborales, muchas acciones positivas, un ambiente competitivo, me han traído muchas acciones positivas hoy en día”, dijo Monse Zárate, de Tampico, Tamaulipas.
“La Espartaqueada es un torneo de un nivel muy alto, me ayudó, me exigió a mejorar mi nivel, eso se lo debo a mi primera visita, me incentiva a trabajar más, a superarte para seguir y dar un buen nivel. Tecomatlán es un pueblo muy bonito, muy organizado, todos se apoyan, no hay inseguridad, puedes andar por la noche sin problema. Todo esto me alentó para volver a participar”, expresó, a su vez, Juan Chávez, Tampico.
Ambos jugadores manifestaron su entusiasmo por la Espartaqueada Deportiva Nacional y la confianza de que el gobierno que encabeza el doctor Américo Villarreal Anaya los apoyaría con el transporte, alimentación y uniformes, para ir a representar al estado de Tamaulipas.
Sin embargo, la falta de apoyo impidió que asistiera la delegación completa de más de 700 deportistas y con un gran esfuerzo, más de 300 participantes pudieron llegar a Tecomatlán, y fueron uno de los destacamentos que llenó las canchas y los estadios de alegría, entusiasmo, y hermandad, con sus gritos, con sus porras, alentando a sus equipos, a sus jugadores y a los participantes en general.
¡Así fue la Espartaqueada! Ha sido concebida como una olimpiada, un encuentro fraterno de hermanos, de iguales, donde luchan, compiten, por mostrar sus aptitudes, su preparación constante, con la entrega por un ideal el de unir a los hombres, unirlos como hermanos que son. Con la idea de que, a través de la práctica de la cultura, el deporte, niños, adolescentes, jóvenes y adultos, se formen con un físico fuerte, con un temple de hierro, acostumbrado a enfrentar la adversidad y salir airoso; con una disciplina y lealtad para con sus compañeros de equipo y de competencia, es decir fraterno con todos incluido con el rival.
Generar, a través de la competencia, la unidad, parece contradictorio, pero ahí está la clave, unidad para la lucha por un país mejor; donde al salir unidos del enfrentamiento deportivo –pues el ganador demostró haber trabajado más, haberse preparado con ahínco y disciplina– salgan hermanados, por la lucha limpia, honesta, valiente, rigurosa, pero capaz de admitir con humildad y determinación cuando el contrario se preparó mejor.
Con todo esto, formar hombres íntegros, responsables, esforzados en más no poder, fuertes pero sensibles al dolor ajeno, capaces de encabezar, dirigir o aceptar ser dirigidos, si el objetivo es común, si la tarea no solo es la que debe hacerse, sino que sean capaces de reconocer su necesidad objetiva e histórica y por lo tanto sumarse, Sin condiciones, convencidos de que es lo correcto.
Este es el espíritu de un hombre nuevo, un mexicano nuevo, que nuestra patria no solo demanda, sino que está necesitando, pues los hechos y datos de la primera parte de este escrito así lo demuestran. Urgen hombres sanos, fuertes de cuerpo, mente y espíritu, y estos lo estamos formando día a día.
Felicito a los deportistas, que, imbuidos en este espíritu, lucharon sin escatimar esfuerzos, extenuantes jornadas hasta llegar a los encuentros finales e incluso traer, lograr traer a Tamaulipas la tierra querida, destacados premios por su gran desempeño, por su gloriosa participación.
• Primer lugar nacional, fútbol categoría libre.
• Segundo lugar nacional, fútbol categoría juvenil A.
• Tercer lugar nacional, fútbol categoría juvenil B.
• Tercer lugar nacional, fútbol Categoría juvenil C
• Cuarto lugar nacional, fútbol categoría juvenil B rama femenil.
• Cuarto lugar nacional, voleibol categoría juvenil C.
• Quinto lugar nacional, baloncesto categoría juvenil B.
• Quinto lugar nacional, voleibol categoría juvenil B.
Los equipos los integraron en algunos casos deportistas de un solo municipio, en la gran mayoría fueron selectivos conformados por deportistas de varios municipios: nuestro reconocimiento a los deportistas de: Nuevo Laredo, del Cuarto Distrito: Tula y Jaumave. Del sureste: González y Tampico; y del centro, Ciudad Victoria.
Agradezco a los líderes antorchistas responsables de los seccionales y a los antorchistas en general, pues sin su apoyo no hubiera sido posible la asistencia; a todos ¡Muchas gracias!, a los maestros, entrenadores y a la Comisión Deportiva Estatal, nuestra felicitación y nuestro reconocimiento sincero.
A los deportistas, les hacemos la invitación a seguir preparándose y a continuar la tarea de llevar la práctica del deporte a todos lados: ¡El deporte con el espíritu antorchista es una solución al problema del país!
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