La ciudad de Puebla ha sido escenario de una feroz persecución de las autoridades citadinas en contra de las personas que se ganan el pan a través del comercio callejero. Francisco Machorro, líder de los ambulantes organizados en el Movimiento Antorchista denunció que el secretario de Gobernación del ayuntamiento de Puebla, René Sánchez Galindo, miente descaradamente al acusar a los antorchistas de insistir en instalarse a vender en la vía pública pese al decreto estatal, textualmente dijo: "nosotros estamos acatando las medidas sanitarias tomadas por las autoridades estatales a fin de evitar la propagación del covid-19. Somos comerciantes y de eso vivimos, de ahí alimentamos a nuestras familias; sin embargo, no nos hemos puesto ni pensamos hacerlo hasta después del 25 de enero”.
Informo a mis lectores que los ambulantes antorchistas levantaron sus puestos desde el 7 de enero y, a pesar de esta clara muestra de acatamiento de las disposiciones de la autoridad municipal, siguieron recibiendo la embestida mediática en su contra, directamente encabezada por Sánchez Galindo. La situación es preocupante porque todo indica la existencia de una extralimitación de funciones por parte del Secretario de Gobernación porque el linchamiento no sólo es mediático, sino también judicial pues denunciará ante la Fiscalía General del Estado de Puebla a 75 comerciantes ambulantes. Entre ellos al líder del comercio ambulante del Movimiento Antorchista, Francisco Machorro, por "resistencia de particulares, lesiones, robo, amenazas, asociación delictuosa y manejar grupo de choque”. Una aclaración importante es que la mitad de las denuncias van en contra de los ambulantes antorchistas.
Así se las gasta el morenista René Sánchez en su campaña de linchamiento contra los que osan criticar las medidas superficiales y erráticas implementadas por su partido. Aunque mucha de la prensa poblana aplaudió estas declaraciones porque, según el ahora sí se pondrá orden en el problema del ambulantaje, no hay forma de sustentar sus afanes incriminatorios simple y sencillamente porque carece de pruebas del "robo&rdquo, de la "asociación delictuosa”. Son acusaciones inventadas que nunca podrán probar.
Se trata de una maniobra más de MORENA que pretende ocultar su fracaso en el manejo de la pandemia, culpando a los ambulantes por el aumento de los contagios, pero el incremento acelerado se debe a la falta de un plan verdadero para poder sobrellevar la pandemia. ¿Dónde está una verdadera campaña de información y concientización de la población para que se enclaustren todos los que puedan? ¿Cuáles son las medidas encaminadas al cuidado de la salud, a la inversión hospitalaria con espacios suficientes y equipamiento adecuado tanto para que no ponga en riesgo la vida de los trabajadores sanitarios y se tenga con qué atender y curar a los pacientes que llegan a internarse? Nada se dice del necesario apoyo alimenticio para que la gente se pueda confinar. El gobierno se hace que no ve y no oye un reclamo tan elemental de que la gente sale a la calle porque necesita llevar qué comer a su familia.
Una y otra vez la vida nos demuestra que Morena no va a resolver los graves problemas de la población, llámese coronavirus o crisis económica o de inseguridad. No los va a resolver porque no le preocupan y porque no sabe cómo enfrentarlos. Una y otra vez la realidad nos demuestra que todos los trabajadores necesitamos unirnos, organizarnos y decidirnos a tomar el poder político en nuestras manos, para que verdaderamente tengamos posibilidades de mejorar nuestras condiciones de existencia.
En lo inmediato urge parar la persecución contra nuestros compañeros ambulantes, arreciar las denuncias hasta obligar a René Sánchez a retirar las acusaciones en contra de los comerciantes y sus líderes. Movilizarnos enérgicamente con la exigencia de que se brinde apoyo alimentario durante el confinamiento decretado por la propia autoridad, pues son los funcionarios los que les han prohibido salir a trabajar para ganarse la vida.
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