En este nuevo regreso a clases que se plantea, los estudiantes son los más vulnerables ante esta situación al no contar con su vacuna de la covid-19. Corren el riesgo de ser el primer grupo de contagiados y expandir el virus, ya que las instituciones educativas no cuentan ni están equipadas para poder cumplir con una lista de prioridades dependiendo de la etapa en la que se encuentra su comunidad con respecto a los casos de covid-19 y su tasa de contagio.
Por ejemplo, las instituciones educativas de Baja california no cuentan con las condiciones necesarias para reabrir siguiendo un estricto protocolo de higiene y seguridad, guiado por las autoridades sanitarias tanto a nivel local como nacional, lo que incluye distanciamiento físico, controles de temperatura y desinfección frecuente de las aulas. Asimismo no tienen los materiales desinfectados de manera recurrente con tiempos que dependerán del esquema de operación de la institución. Mucho menos cuentan con rutas escolares para poder garantizar que los estudiantes tengan el distanciamiento correcto ni hay acceso a lavamanos en los corredores y áreas comunes de las mismas, que tengan agua corriente y jabón ya que en algunas escuelas ni siquiera tienen el servicio de agua potable.
Por otra parte, no hay suficiente personal que desinfecte constantemente las aulas de clases y áreas de uso común, especialmente aquellas que tienen mayor uso como manijas de puertas, pasamanos, baños, entre otros. Para llevar a cabo eventos que aglutinen a más de 10 personas como coros, eventos deportivos, asambleas de estudiantes y de padres de familia siendo consideradas como eventos no esenciales y deberán restringirse.
Hasta el momento, los datos apuntan a que los niños menores de 18 años de edad representan cerca del 8,5% de los casos notificados y registran un número relativamente bajo de muertes en comparación con otros grupos de edad, y suelen presentar una enfermedad leve. No obstante, se han dado casos de pacientes críticos. Al igual que sucede con los adultos, en los niños las afecciones de salud preexistentes podrían ser un factor de riesgo de enfermedad grave y admisión en cuidados intensivos. Aun así, el pequeño número de brotes comunicados entre el personal docente o asociado indica que es posible que la covid-19 se propague en los entornos educativos. Las pruebas de que se dispone en estos momentos indican que las personas con afecciones subyacentes como asma (de moderado a grave) u otras enfermedades respiratorias crónicas, obesidad, diabetes o cáncer corren un mayor riesgo de presentar síntomas graves y de fallecer que las personas sin otras dolencias. Esto parece aplicarse también a los niños donde el periodo de incubación en ellos es el mismo que en los adultos. Entre la exposición al virus que causa la covid-19 y el inicio de los síntomas pueden pasar entre 1 y 14 días, si bien lo habitual es entre 5 y 6 días.
Por eso se les hace un llamado a las autoridades del sector salud y al gobierno de las 4T, que se vacune primero a los jóvenes dado que son el futuro de México y en cumplir antes de que inicie el nuevo ciclo escolar 2021-2022. A pesar de que los niños serían los últimos en recibir la vacuna covid-19, Gatell señaló que el riesgo de contagio se reduciría ligeramente. Sin embargo, la estrategia para el regreso a clases es muy incierta ya que la interacción entre las niñas y niños es muy difícil de regular, debido a que existe un contacto físico muy cercano y debemos garantizar un regreso a las aulas de forma segura para los estudiantes, sin que se pongan en riesgo, pero tampoco a los adultos mayores que los cuidan al salir de clases.
Expertos afirmaron que si bien mantener a niños y adolescentes en casa con clases a distancia implicó una “mayor carga de trabajo para los padres, la prioridad ahora es la salud, tanto de los estudiantes como de sus profesores y de nuestras propias familias, por lo cual se requiere que la campaña de vacunación avance más, antes de proponer cualquier posible regreso a las escuelas”. Los niños y jóvenes estudiantes tienen una misión muy importante para sus vidas cumplir con sus estudios, y aquí solo falta el apoyo del gobierno, la atención ante esta situación, y la dedicación que se debe de dar a los estudiantes, mejores recursos educativos, material de higiene necesario para todas las escuelas.
La pandemia de covid-19 ha causado estragos en la enseñanza de los niños y adolescentes en el mundo, y la vacunación para cada estudiante es una medida fundamental para que vuelvan a las aulas de nuevo y aumentar las fortalezas de todos los ciudadanos del país, y haciendo un enfoque en los docentes y los estudiantes porque se está hablando de un regreso a clases presenciales, ya que debido a la pandemia hubo un considerable de casos de deserción escolar por no contar con el equipo necesario para las clases en línea, por lo que algunos optaron por trabajar y aportar un beneficio extra a su hogar.
Entonces, es aquí donde le realizamos estas preguntas al gobierno: ¿cumplirá con los niños y jóvenes de nuestro país para un regreso a clases seguro? ¿Cumplirá con la campaña de vacunación para los futuros profesionistas?
Sí habrá un regreso a clases tendrá que ser con la vacuna, es esencial cuidar el bienestar de los niños, niñas y adolescentes porque ellos son los próximos ciudadanos que brindarán un mejor entorno a nuestro país, con nuevas soluciones a nuestros problemas y opciones alternativas para satisfacer nuestras necesidades que padecemos.
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