Es lamentable ver a través de los más importantes medios de comunicación, la situación cada vez más crítica por la que está atravesando nuestro país, principalmente la que está padeciendo la clase trabajadora, pues son estos los que están pagando con creces las malas decisiones gubernamentales y la mala administración financiera, tanto de los gobiernos estatales como federales.
Dígase lo que se diga, la realidad es innegable, y ahora podemos ver de manera más clara el maltrato del que son objeto miles de trabajadores en todo el país, aunque los gobiernos intenten decir lo contrario. Veamos.
Datos del portal web Infobae, mencionan que este martes pasado se reportó a través de las redes sociales, que al menos cinco mil trabajadores de la empresa ICA Flour, dejaron las instalaciones en exigencia de mejores condiciones de trabajo. Además, se registró un fuerte enfrentamiento entre protestantes y lo que algunos testigos apuntan como Policías Estatales, durante el segundo día de paro de labores en la refinería Dos Bocas; uno de los proyectos insignia del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Ante este suceso tan lamentable, donde se presume cobró la vida de un trabajador de la ICA, y hubo innumerables lesionados, el presidente de la república, en una de sus tantas conferencias mañaneras, aclaró que el paro se debía a un conflicto entre sindicatos de la empresa, por lo que aseguró sería “momentáneo”. “Es un paro momentáneo, transitorio, espero; porque se están disputando la titularidad del contrato, es un asunto entre los sindicatos […] No es que se esté pagando mal a los trabajadores […] el problema es que se pelean los sindicatos para tener el control” aseveró en su rueda de prensa matutina.
¿Será posible tanta indiferencia por parte del presidente? Aunque él tuviera la razón en cuanto que es una lucha por el control de la titularidad del contrato colectivo por parte de los sindicatos, es indignante que quiera minimizar un suceso tan lamentable, que ocurrió en uno de los “mega proyectos” que el propio Gobierno federal está encabezando. ¿No es su deber como mandatario federal velar por el pueblo que dijo defender?
Pero, en el estado de Colima no nos quedamos atrás, pues creo que el Gobierno del Estado encabezado por el licenciado Ignacio Peralta Sánchez, está compitiendo con el Gobierno Federal para ver quién es el peor en gobernar. ¿Qué por qué digo esto?
En días pasados, un grupo de alrededor de cien elementos de la Policía Estatal Preventiva (PEP) realizaron un paro laboral de seis horas para exigir al Gobierno del Estado que cubra una serie de prestaciones que adeuda, así como la regularización del pago de su salario quincenal, que ha sufrido retraso en los últimos meses. En un documento dirigido al Gobernador José Ignacio Peralta Sánchez, exigieron el pago de la prima vacacional, el retroactivo del aumento salarial del presente año, el pago del ajuste del calendario correspondiente a este año y que los regresen a la modalidad 10 en su inscripción en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), para gozar de todos los derechos que ello implica. De igual manera los trabajadores de la Fiscalía General del estado, se manifestaron en paro laboral por falta de pago.
Así la situación de nuestro de Estado; además, agregarle no sólo las necesidades de cientos de trabajadores del Gobierno, que, claro que estamos totalmente de acuerdo en que exijan su pago de salario en tiempo y forma, sino también, de las necesidades de miles de colimenses que no son trabajadores del sindicato, ni del gobierno, pero que de igual manera, sus demandas son de primera necesidad y de atención urgente, es decir, la falta de vivienda, láminas para los techos, despensas, fertilizante y obra e infraestructura pública.
Así pues, la insensibilidad y atropello por parte de nuestras autoridades tanto estatales como federales para con los trabajadores de las fábricas y el campo. No es posible que los encargados de velar por los intereses de sus gobernados, sean los mismos que los maltratan y los que no les garanticen cumplir con sus derechos constitucionales como trabajadores y como ciudadanos.
Por eso urge, hoy más que nunca, que los mexicanos se organicen para exigir que el gobierno garantice y cumpla con la función que sus gobernados le han demandado. De no ser así, el pueblo estará en todo su derecho de exigir a los gobiernos se cumpla y se respete la ley.
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