El Gobierno de México tiene grandes retos en el 2021 para sacar adelante al país frente a la crisis sanitaria y económica, se debe poner más atención en los estudiantes que son el futuro de nuestra patria, así también en los maestros para garantizar un mejor aprovechamiento académico que redunde en el desarrollo, también debe generar empleos para que los padres de familia terminan con la angustia de cómo alimentar y educar a sus hijos a la vez de cuidarse de la pandemia.
De las consecuencias de la enfermedad la culpa se lanza a la irresponsabilidad de la gente por no cuidarse, pero las condiciones de vida son inapropiadas, son millones sin hogar digno carentes de servicios que obligadamente tienen que salir a trabajar viajando en transporte colectivo y conviviendo en el trabajo con otras personas sin poder guardar la sana distancia, aun con esas limitaciones el pueblo debe procurar protegerse, no haríamos bien si no señaláramos el peligro latente.
El gobierno morenista de la 4T hace muy poco para detener el contagio y las muertes, no ha querido tomar las experiencias exitosas de otros países como Rusia o China donde aplicaron de manera masiva las pruebas para detección de la covid-19 localizando oportunamente a los enfermos, los aislaron y rompieron la cadena de contagios.
Por otra parte, no hay garantía de la aplicación de vacunas al pueblo en general, tampoco ha hecho inversiones importantes para equipar al personal de la salud, en ampliar y mejorar los hospitales y el resultado es que México es el campeón mundial por muertes entre el personal de la salud.
El gobierno federal que encabeza Andrés Manuel López Obrador (AMLO) esconde la gravedad del problema, pone en duda las medidas recomendadas por la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Presidente se enorgullece por no usar el cubrebocas. A la población se le ha mentido, se le hace creer en supersticiones: el pasado 19 de marzo el mandatario expresó "detente enemigo que el corazón de Jesús está conmigo&rdquo, al momento que fijaba su mirada en una estampita religiosa que sacó de su cartera como guardaespaldas contra el coronavirus, esa burla se realizó en una transmisión oficial pagada con los impuestos de todos los mexicanos.
La cruda verdad es que se ha dejado sola a la gente probando su capacidad de resistir y ya hay más de 1 millón 389 mil 430 casos confirmados, además de 122 mil 855 muertes por la covid-19. México es el cuarto país del mundo con más muertos, es una tragedia monumental que será recordada por muchas generaciones. Pero no sólo eso, a esta realidad se ha venido añadir una severísima crisis económica, ahora hay más pobres que en los gobiernos anteriores; en septiembre pasado se calculó que 32 millones de mexicanos no podían comprar la canasta básica pasando hambre, miles de jefes de familia sin ingresos seguros se auto emplearon con tal de llevar unos pesos a su casa porque no hay trabajo y los salarios están por los sue ha proliferado la venta de enseres domésticos, ropa usada y aumentado las visitas a las casas de empeño para conseguir dinero.
El desempleo, la pandemia y la pobreza han golpeado especialmente a los niños y jóvenes, millones han sido arrojados a la edad adulta y sus amarguras; muchos están solos en casa a cargo de sus hermanitos mayores sin el cuidado de su madre, sin escuela y sin clases; miles se han puesto a trabajar como cargadores o mandaderos, mientras otros practican actividades domésticas o siendo víctimas de la delincuencia, el alcoholismo y la drogadicción, el panorama para ellos es impactante y triste.
En estos días de fin de año solo les deseamos que tengan salud y trabajo que son dos derechos humanos básicos que en el México de hoy con el Gobierno de Morena es muy difícil de conseguir, sería una grave irresponsabilidad decirles que se queden en casa y esperen que el gobierno o alguien más los ayude, eso no va a suceder, por eso los invito a que luchemos juntos por un México mejor que es necesario y plenamente posible.
Llamo a los jóvenes a que no se resignen a vivir en esta situación, a que se organicen y luchen con el pueblo pues las grandes transformaciones sociales no las ha hecho un solo individuo ni un gobierno benevolente que ande repartiendo buenas intenciones, sino que son logro del pueblo en acción.
El año que entra habrá elecciones y será una buena oportunidad para que todos los que se quedaron sin el seguro popular, todas las madres que ruegan por medicamentos para el cáncer de sus hijos, los campesinos despojados del seguro catastrófico, los inundados en Tabasco y todos los damnificados por Morena nieguen el voto a la 4T que sólo ha dividido a México prometiendo un cambio verdadero que a más de dos años tampoco ha cumplido. La salvación es la fuerza transformadora del pueblo organizado, esta será capaz de lograr salud y trabajo al pueblo, pero recuerden nadie nos lo va a llevar de regalo de año nuevo a la casa, lo tenemos que conquistar en las urnas y luchando en 2021.
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