Luego de que la Unión de Usuarios de Hermosillo (UUH) demostrara, en mayo y junio pasado, fuerza social para luchar, vino el golpe político en julio y agosto con el fin de desactivar su lucha y, en los hechos, desaparecerla. Recordará el lector que la UUH exigió en aquél entonces dos demandas: la construcción de un ramal de distribución de agua potable a las colonias del norte de Hermosillo y la ampliación del subsidio federal de 6 a 8 meses al gasto del consumo eléctrico de sus habitantes.
En otras palabras, decenas de miles de hermosillenses demandaron a los gobernantes obra pública y un programa social más profundo, de gran impacto social, es decir, algo que va totalmente en contra de la política federal de Andrés Manuel López Obrador (AMLO), basada en solamente entregar pequeños apoyos económicos para ganar votos.
Esa lucha tuvo un gran momento el 11 de junio con una manifestación memorable por lo masiva, en la que demostró apoyo popular —se estimó entre 5 a 6 mil manifestantes—, como hacía muchos años no sucedía, acción que dejó impactada al resto de la población y, desde luego, temerosas a las minorías gobernantes; luego, repito, vino el contragolpe que consistió en la pretensión federal, a través de la CFE, de negarle capacidad de negociación al grupo como tal y atender uno por uno los casos de prórrogas y convenios de sus deudas a sus miembros, o sea, un abusivo contraataque directo a su razón de ser: la unión. Cancela funcionario de CFE convenios y prórrogas contra la Unión de Usuarios (entornoinformativo.com.mx)
Esa es la respuesta política morenista de AMLO, que tiene un gran odio hacia todo lo que huela a organización popular independiente. El objetivo del contragolpe es anular la capacidad de resistencia civil de la gente trabajadora asalariada —que es la que por sus graves carencias económicas se endeuda—, poniendo como condición la posible atención de sus deudas con el gobierno federal exclusivamente de uno por uno, ciudadano por ciudadano, e incapacitarlos así para cualquier defensa colectiva, que es precisamente donde reside su fuerza, su capacidad real de negociación.
El conflicto, pues, aunque por demandas meramente económicas, adquiere forma de ataque político de un gobierno cuasidictatorial contra una forma de organización básica de los proletarios de Hermosillo, básica, ni siquiera política todavía. Se trata, una vez más, repetida por un gobierno supuestamente de izquierda, de la misma vieja táctica de los ricos del porfiriato, la antiquísima política del divide a los pobres y los vencerás, la misma lucha de clases de siempre, solo que con diferentes actores.
Otro momento importante de la actual lucha de la UUH fue la realización de marchas simultáneas por la ciudad de Hermosillo y el cierre simultáneo por algunas horas de varias avenidas el pasado lunes en 11 cruceros clave para la circulación, acontecimiento político que sacudió a la capital sonorense. Luego vino el plantón que aún continúa frente a las oficinas de la CFE y que este lunes cumplirá 8 días. Alfonso Durazo: Hay avances en el conflicto entre usuarios y CFE en Hermosillo | El Heraldo de México (heraldodemexico.com.mx)
El Gobierno federal ordenó la cancelación de prórrogas y convenios a usuarios de la UUH por deudas de consumo: o se paga o se corta el suministro, punto. Esto significa que, si una familia debía, por ejemplo, 2 mil pesos por consumo de energía eléctrica, podía, por mediación de la Unión de Usuarios llegar a un convenio para pagar por partes o bien dar más tiempo para pagar sin que les cortaran la energía; ahora ya no podrá lograrlo, ahora ya no se vale eso, le quieren quitar a los hermosillenses ese pequeño logro que conquistaron durante años de lucha y que ya lleva 2 décadas siendo válido.
Pero esta táctica no es exclusiva contra la UUH: esa es la política que Morena lleva a cabo en todo el país (Usuarios denuncian que CFE incrementa casi 50 por ciento los cobros | Hora Cero). Aquí es más importante porque la unión tiene más arrastre y, además, demanda obras y subsidios, como ya señalamos. Por ello, se convierte en un objetivo político nacional doblegar a la Unión de Usuarios de Hermosillo, pues de no hacerlo su ejemplo arrastrará a más ciudades del país entero a hacer lo mismo. Ello representaría un obstáculo a la política de recortes al gasto social que es la esencia de Morena: la desaparición que ese partidos gobernante realizó de los ramos 23 y 33 del Presupuesto de Egresos de la Federación de los años 2019 al 2022, ramos que destinaban recursos federales a municipios y estados precisamente para obras y programas sociales de gran calado -desaparecidos con el pretexto de que había corrupción y moches- esa desaparición, repito, deja indefensos a los hermosillenses y aquí están los resultados: un descontento popular en ascenso que amenaza sus planes de gobierno y que le urge contener. Por ello, antes que una respuesta solidaria, la bota morenista presiona más al cuello.
Captar oportunamente y a como dé lugar recursos de que pueda disponer para sus programas electoreros es un objetivo político fundamental de Morena y de AMLO; en cambio, construir obras como el ramal del norte de Hermosillo y muchas otras que hacen falta, ampliar subsidios eléctricos a vastas regiones del país y dejar de recibir pagos por consumo eléctrico, se contraponen a ese propósito.
El ejemplo más reciente de la tramposa política electorera de AMLO lo hemos visto con el anuncio federal de dar unos apoyos económicos a 10 mil pescadores sonorenses por 7 mil pesos 200 pesos al año (138 pesos por semana), limosna que, como todos sabemos, ni sacará a los pescadores de la miseria, ni mejorará sensiblemente sus capacidades de pesca competitiva, ni evitará que sigan siendo víctimas de grandes compañías capitalistas que explotan sin medida el Mar de Cortés o de intermediarios (Octavio Almada Palafox: Bienpesca un mar de oportunidades (expreso.com.mx). Con esta limosna el morenismo espera marear a algunos trabajadores del mar y espera que, cegados por un poco de dinero en efectivo, vuelvan a votar por él. Pero, por otro lado, aprietan el cuello a decenas de miles de familias hermosillenses organizadas en la UUH y a millones de usuarios en todo el país. Calcula Morena que mucha gente, desilusionada, no acudirá a votar en la próxima elección y que le bastará con los votos que compre con estos métodos para volver a ganar, aunque sacrifique a millones de usuarios, no sólo de corriente eléctrica, sino de todos los servicios que controla.
Esto obliga a los hermosillenses a pasar de luchas meramente locales a coordinarse de manera nacional. El fraccionalismo de las luchas populares las hace fácil víctima de sus adversarios políticos, es necesario avanzar en la construcción de una conciencia nacional, unificada y con gran estructura en todo el país, única capaz de efectuar una defensa efectiva de sus partes.
La Unión de Usuarios de Hermosillo defiende su derecho a la organización y hace bien en no aceptar las humillantes condiciones a que la quieren someter. En ello le va su propia existencia. A todos los hermosillenses humildes y trabajadores asalariados no les conviene la derrota de la Unión de Usuarios. Pero además de solidarizarse con ella, también deben entender que no basta con uniones de tipo económico: es necesaria la unión y organización de tipo claramente político; ni modos, la realidad misma nos lo enseña así.
La verdad es que, aunque no lo quieran, los integrantes de la UUH son víctimas de una política de exterminio de las uniones populares hasta para lo más básico. Deben reconsiderar que, si no les interesa la política por mala, ellos sí le interesan a la mala política, como víctimas.
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