El municipio de Salinas de Hidalgo, San Luis Potosí es reconocido por su historia, atractivos turísticos y ubicación estratégica de cabecera del IV Distrito Local; pero también, de manera contradictoria, por ser uno de los municipios del estado con mayores índices de pobreza.
En el informe sobre la situación de pobreza y rezago social, realizado en 2015 por el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval), resultó que de los pocos más de 30 mil habitantes, 18 mil 303 (70.9% de la población), se encuentra en situación de pobreza.
El porcentaje de personas sin acceso a servicios de salud básicos es de 20.9%, equivalente a 5 mil 382, esto contando a miles de personas que se les considera como si tuvieran un servicio aceptable cuando no es así. Sólo por poner un ejemplo: el Hospital Comunitario ubicado en la cabecera municipal, no cuenta con la infraestructura ni el personal suficiente para atender adecuadamente a la población.
Además: de un total de 6 mil 801 hogares, 2 mil 857 se reportan construidos con materiales de mala calidad y con espacio insuficiente; 2 mil 481 viviendas no disponen de agua potable entubada; mil 362 no cuentan con red de drenaje; 517 familias viven en un hogar con piso de tierra, y más de 13 mil personas, a la fecha, no tienen acceso a algún tipo de servicio básico, según este informe.
Otros indicadores: la carencia por acceso a una alimentación adecuada afecta a 11 mil 228 personas, y 12 mil 242 personas; es decir, el 63% de la población, no tuvieron la oportunidad de terminar su educación básica.
Los salinenses somos gente trabajadora y con gran esfuerzo, los campesinos sacamos adelante la siembra; los comerciantes trabajamos arduamente para que el pequeño negocio nos dé lo suficiente para mantener a la familia; todos luchamos diariamente por brindar alimento, salud, educación y vestido a nuestros hijos.
Las condiciones de pobreza que enfrentamos más de la mitad de la población, nos deben llenar de coraje y fortaleza para luchar por el desarrollo de nuestras comunidades. Los que anhelamos un futuro mejor para nosotros y nuestros hijos, debemos unirnos como un solo hombre y trabajar en serio y sin descanso para colocar a un digno representante del pueblo en la Presidencia Municipal y desde ahí, con un programa de desarrollo integral, trabajar por el bienestar de todos los habitantes del municipio, pero, sobre todo, de los que más lo necesitan, de aquellos que nunca han tenido nada pero que merecen tenerlo todo.
Por eso, no nos queda más que luchar decididamente para lograr que se haga realidad una presidencia municipal antorchista, que luche y garantice el progreso y desarrollo de todo el municipio.
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