La pandemia de covid-19 evidenció aún más los niveles de desigualdad en México; mientras unas familias se pudieron quedar en casa sin problemas de dinero ni alimentación, desde que inició la emergencia sanitaria, otros ya no tienen ni siquiera qué comer.
Ejemplo de esa desigualdad son las familias que viven sumergidas en la extrema pobreza y marginación en Chiapas y que dicen sentirse a la deriva como consecuencia de la estrategia que implementó el gobierno mexicano para mitigar la pandemia.
"Esta es una enfermedad de ricos que pagamos los pobres, pues mientras unos están encerrados en su casa ganando su dinero sin hacer nada, a nosotros nos cierran las puertas y nos dejan tirados a nuestra suerte, la cual, se nos ve incierta", expresó Herlinda Santiz Gómez, originaria de San Cristóbal de las Casas.
Como ella, decenas de habitantes de Chiapas, no ven la forma en la que puedan subsistir entre la precariedad económica, qué de por sí viven día a día, ante la desigualdad en el país.
Y ven más lejana la posibilidad de superar la crisis cuando consideran el gobierno sin la fuerza suficiente y alejado de las comunidades, como el que encabeza Andrés Manuel López Obrador.
Para Herlinda, una mujer que no tuvo la oportunidad de una formación educativa por la pobreza en la que ha vivido generación tras generación, la evolución de la pandemia pareciera el anuncio de una extinción a causa del hambre.
Sin temor a equivocarme, dijo, no tienen ninguno de los tres niveles de gobierno, un programa implementado con urgencia para garantizar la integridad física y económica de sus familias, por el contrario, pareciera que lo único que les importa, es dar a conocer los bajos índices de contagio.Lo que ahora se dice que ya podemos salir a trabajar, pero no dan seguridad que podamos contraer el virus en nuestros trabajos.
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