La política para el campo no tiene discusión, el Gobierno federal, que encabeza el presidente Andrés Manuel López Obrador, ha decidido abandonar a millones de campesinos y jornaleros, a los más pobres de este país, pues el presupuesto disminuye drásticamente año con año.
La falta de trabajo bien remunerado ha motivado a que millones de compatriotas dotados de brazos fuertes, se desplacen a los Estados Unidos. El Estado mexicano incapaz de cumplir con su obligación legal de brindar trabajo en nuestra propia tierra, se conforma con celebrar el aumento de las remesas.
Sometidos por los bajos salarios, las familias proletarias se ven en la necesidad de buscar créditos impagables, adquirir muebles, aparatos eléctricos, etc., pagando mensualidades que muchas veces doblan el precio original de las prendas; las tiendas como Coppel y Elektra arrancan su tajada a los castigados salarios del trabajador.
En nuestra sociedad actual predominantemente capitalista, ha reducido a los trabajadores del campo y la ciudad, a un escenario del que no pueden gozar de buena salud ni de vivir mucho. Se comprende que una clase que vive en condiciones pésimas y que está tan olvidada, que padece de las más apremiantes necesidades para vivir, no puede ser sana ni llegar a la vejez.
La insuficiente satisfacción de las necesidades más básicas de la vida, como una vivienda digna con servicios, las enfermedades infecciosas fácilmente atacan a estos cuerpos débiles y rápidamente se extienden a toda la familia.
Ahora, a cinco años de que el triunfo indiscutible de Andrés Manuel López Obrador y su 4T, en las elecciones lo llevaran a Palacio Nacional, ese fenómeno electoral que redujo a millones de mexicanos que hoy suman a los datos de pobreza y pobreza extrema, la esperanza de que el actual presidente tomaría al toro por los cuernos se transformó en una decepción cada vez más creciente e inevitable.
En el tema de la corrupción, uno de los pilares con lo que prometió acabar con la pobreza, hoy nuestro país brincó de la sartén a la lumbre. Los números son claros y no hay lugar para los otros datos. De acuerdo con el diario Reforma (2 de abril de 2023): “Con los 15 mil 500 millones de pesos que ya suman los desvíos en lo que va del sexenio en Segalmex, podría pagarse seis veces el avión presidencial y recuperar dos veces la Estafa Maestra”.
Para los poco familiarizados con las siglas institucionales, Segalmex significa Seguridad Agroalimentaria Mexicana, el nombre con el que lo bautizó López Obrador, en 2019, al organismo gubernamental encargado de buscar la autosuficiencia alimentaria en producción de maíz, trigo, arroz, frijol y leche, así como del rescate del campo y el apoyo a pequeños productores de granos.
Pues tan solo en sus dos primeros años de funcionamiento, la Auditoría Superior de la Federación (ASF) detectó irregularidades por 15 mil 300 millones de pesos duplicando los siete mil 600 millones reportados en la llamada Estafa Maestra, el mayor escándalo de corrupción en el sexenio de Peña Nieto. El mayor escándalo de corrupción por desvíos en la construcción del tiempo de Felipe Calderón, la llamada Estela de Luz: en Segalmex ya se encontró un desvío nueve veces mayor.
Las injusticias contra el pueblo y los trabajadores continúan, la vida para el pueblo sigue siendo muy dura, soportando la falta de empleos bien pagados, vivienda, servicios básicos, atención médica de calidad, escasez de medicamentos, la corrupción; en esta realidad que ahoga a nuestro país, es importante recordar la lucha de Emiliano Zapata, un producto legítimo del pueblo mexicano, que encabezó a los suyos contra las injusticias de un gobierno que sólo apoyaba a los poderosos, aprendamos de nuestra historia; ante un gobierno tirano, urge la organización del pueblo.
La pobreza sigue siendo el principal problema de México y cada vez queda más claro, se requiere que el pueblo se organice y exija que se implementen las acciones necesarias y urgentes; salarios justos, empleo para todos, pago de impuestos progresivos e invertir en obra social.
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