Recientemente hubo elecciones para el cambio del rector en la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN), para el periodo 2022-2026; como toda campaña proselitista hubo desde amenazas con las calificaciones de los alumnos para someterlos a ciertos candidatos, hasta fiestas que solamente se llevaban a cabo con el fin de simpatizar en la comunidad estudiantil, pese que solo eran fiestas para embriagarse, como coloquialmente decimos los mexicanos.
Al final de todo, este ambiente hostil y lleno de mentiras, siempre sobresalen las promesas de campaña que los candidatos hacen para atraer votantes, uno de las principales características de los alumnos de esta casa de estudio, es que en muchos casos vienen de otros estados de la república a estudiar a los campus de Torreón y Saltillo, en su gran mayoría son jóvenes que sus papás los manda para que se hagan agrónomos o veterinarios, pero finalmente son estudiantes foráneos que enfrentan una cruda realidad, pues están lejos de casa y en muchos de los casos, el dinero que sus papás hacen por enviar con mucho esfuerzo no alcanza para mucho.
Entre las principales promesas de campaña se encuentra ampliar las rutas del transporte estudiantil, mejorar el servicio del comedor, reactivar las becas deportivas y gestionar ante la Secretaría de Educación y el Gobierno federal la ampliación de la matrícula, pues más de la mitad de aspirantes quedan fuera. Y todo esto que se propone, está bien pero, al momento que ganan el objetivo que tienen en mente, simplemente es olvidado y las cosas dentro de la universidad continúan igual que siempre, con las mismas carencias y dificultades.
La Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro (UAAAN) nace el 4 de marzo de 1923 como institución privada con el nombre de Escuela Regional de Agricultura. En 1938 pasa a depender del gobierno del estado de Coahuila como Escuela Superior de Agricultura. En 1957 se integra a la Universidad de Coahuila, y en 1975, como un organismo público descentralizado del estado de Coahuila.
El 26 de abril del 2006 el Congreso de la Unión aprueba la Ley Orgánica que crea a la Universidad Autónoma Agraria Antonio Narro como organismo público descentralizado del estado (Administración Pública Federal) y sectorizado en la Secretaría de Educación Pública, por lo que a partir del 2007 recibe el presupuesto bajo la coordinación de esta secretaría.
La misión de la institución es formar profesionales para atender las necesidades del sector agroalimentario y rural, realiza investigación científica y transfiere sus resultados a la sociedad para contribuir a la preservación y difusión de la cultura, al desarrollo sustentable y a mejorar la calidad de vida de la población, respetando los valores del juicio crítico, la vocación humanística, la democracia y el nacionalismo.
Pero los dos problemas a los que se enfrentan los estudiantes de la universidad es que, dentro de su estancia como estudiantes, las condiciones, como ya lo mencioné, son muy complicadas, desde él simplemente de ser foráneo en muchos de los casos y el segundo es que cuando egresan, no hay trabajo, simplemente no lo hay y si lo hay como es muy común en México son muy mal pagados y no se le da el papel que debería ser a un agrónomo o veterinario.
El campo está cruzado por la economía y los niveles de confrontación y desencuentros que hace ya un tiempo arrastra con el gobierno. Esa situación se ve reflejada en el ánimo del productor y en las expectativas que el conjunto del sector agropecuario tiene en el corto, mediano y largo plazo.
Para que esto pueda cambiar, debe de existir todo un proceso que venga desde abajo y me refiero a que desde que se es estudiante, se tiene que exigir y luchar para que las condiciones educativas sean de óptima calidad y solo así habrá un verdadero cambio, no esperando que un candidato venga a prometer cosas que no va a cumplir, simplemente no es así, es el pueblo (en esta caso los estudiantes) el que se debe organizar en uno solo para poder lograr los cambios que se propagan, si se hace así entonces al momento de egresar las cosas deberían de ser diferentes.
Los estudiantes, todos y todos hoy necesitan levantar su voz, pero los agrónomos y veterinarios más, pues en México son indispensables para la economía local de los estados y del país en general
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