Mucho se ha jactado o amenazado el presidente de la república con el regreso a clases “llueve, truene o relampaguee” en agosto, argumentando las malas condiciones en que se encuentran las escuelas y las tensiones psicológicas por estar en casa, sin tomar en cuenta la salud física de los alumnos y el circulo que los rodea. Si bien ya se tiene un avance en la aplicación de las vacunas a la sociedad, son los estudiantes quienes no tienen la certeza de que puedan ser vacunados al terminar el año y garantizar su regreso seguro a clases. El presidente de la república asegura que, esta tercera ola de covid-19, es un pequeño brote, si bien no mortal, sí demasiado contagioso y llamar al regreso a clases en agosto, es una verdadera irresponsabilidad.
Sabemos la necesidad y la urgencia en regresar a clases, y no por la tortura moral a la que hace referencia Andrés Manuel, sino a la ineficacia del sistema “aprende en casa”. La incertidumbre que se tiene para saber la eficacia del sistema no está en duda, ya que son muchos más los que no tienen acceso al internet, una computadora o una televisión. Son realidades que el presidente no logra o no quiere entender, ya que en su república amlover de “abrazos y no balazos”, estos problemas son inexistentes.
Las condiciones educativas en la que estamos inmiscuidos desde hace un año y medio no deben ser pretexto para que se actúe con irresponsabilidad y regresar a clases sin que nuestros estudiantes estén vacunados. A dicha irresponsabilidad presidencial debemos ponerle un alto. Ya no podemos seguir poniendo en riesgo la salud de los estudiantes y familiares, por ello la Federación Nacional de Estudiantes Revolucionarios “Rafael Ramírez” (FNERRR), están levantando la voz con diversas actividades pues su única solicitud es que se logre la vacunación masiva de todos los estudiantes a través de la campaña nacional #RegresoSeguroAClases.
Según el último reporte difundido por la Secretaría de Salud, hasta ahora suman 38 millones 29 mil 139 personas vacunadas. De ese total, 21 millones 626 mil 694 han recibido esquemas completos (de dos dosis o una, como es el caso de Cansino). En tanto que 16 millones 402 mil 445 personas han sido vacunadas con nuevos esquemas. El Financiero, en su versión electrónica con fecha del 19 de julio, hace hincapié en lo siguiente: El país ha recibido un total de 73 millones 699 mil 175 dosis de los biológicos de Pfizer, AstraZeneca, SinoVac, “Sputnik V”, Cansino y Janssen (de Johnson & Johnson), pero hasta el domingo ha aplicado 54 millones 282 mil 399 de inyecciones, de acuerdo con cifras de la dependencia. Por lo que 19 millones 416 mil 776 dosis no se han puesto a la población. ¿Cuál es la intención de mantener cautivas esas dosis? ¿Qué uso se les va a dar manteniéndolas “guardadas”? Estimados lectores, debemos mantener nuestra campaña para que nuestros estudiantes y personal docente aseguren un verdadero regreso a clases siendo vacunados, debemos mantener nuestra campaña de no regreso a clases hasta que no se tenga una verdadera campaña de vacunación para todos nuestros estudiantes y no solo promesas.
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