Durante y después de su campaña presidencial, AMLO hizo promesas asegurando que impactarían de manera positiva en las condiciones de vida de todos los mexicanos, principalmente a los de escasos recursos, pero a poco más de tres meses de cumplirse los cuatro años de haber tomado el poder, dichas promesas no se han cumplido y la situación de miles de mexicanos ha empeorado.
De entre las promesas incumplidas destaca que la economía de México crecería 4% de PIB anualmente y 6% al final de su sexenio, hoy el país enfrenta una de las crisis más agudas en los últimos años, crisis caracterizadas por fuertes recesiones y estancamientos de la economía y las políticas implementadas por la administración de la 4T no han logrado hacerle frente.
La inflación anual se encuentra fuera de control, ubicándose en 8.15%, casi tres veces mayor de lo pronosticado por el Banco de México, afectando sobre todo los bolsillos de las familias más pobres.
A pesar de los mega proyectos de la 4T, la reactivación económica después de la pandemia sigue estancada y las proyecciones de crecimiento del PIB no son alentadoras. Bank of America recortó el pronóstico de crecimiento para México de 1 por ciento, a cero por ciento para 2023.
Prometió que ninguna familia mexicana se tendría que preocupar por la alimentación, fusionó Liconsa y Diconsa para garantizar el acceso a la canasta básica, además de crear el organismo Seguridad Alimentaria Mexicana (Segalmex). Hoy 61% de las familias mexicanas sufren inseguridad alimentaria, así lo revela la encuesta aplicada por el Instituto Nacional de Salud Pública.
Otra de las promesas incumplidas es el sistema de salud similar al de países como Dinamarca o Suecia. Países en los que la salud es gratuita debido al modelo fiscal ahí implementado, un tema que AMLO también le rehúye, tras la creación del INSABI se desató la crisis del desabasto de medicamentos y tratamientos oncológicos, crisis que ha cobrado la vida de decenas de pacientes, este programa que sustituyó al Seguro Popular resultó ser un rotundo fracaso debido a la improvisada planeación, dejando a miles de mexicanos indefensos al no poder pagar las altas cuotas de los hospitales.
Y una de las promesas que nunca quedó claro como actuaria fue el tema de la seguridad, el tres de enero de 2018 declaró: “yo voy a conseguir la paz, ese es mi compromiso, voy a conseguir la paz y voy a terminar con la guerra, no vamos a continuar con la misma estrategia que no ha dado resultados. A mitad del sexenio ya no habrá guerra", ya pasaron más de tres años y la violencia en México está desatada, superando en números de homicidio a sus predecesores, el gobierno de López Obrador se ha convertido en el más violento desde la revolución, esta ola de violencia azota sobre todo a los estados gobernados por Morena, Michoacán, Baja California, Colima, Zacatecas.
Estos son indicadores de que las promesas de campaña no serán resueltas en los próximos años pues desde ahora ya están maniobrando para que el partido del presidente continúe en el poder.
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