El tres de mayo de 2021 quedó grabado en nuestra memoria. La tragedia ocurrida en la línea 12 del metro no se olvidará, y nuestros reclamos, nuestra exigencia a las autoridades para que se pongan a trabajar y ejerzan, de manera eficaz, los recursos que todos generamos con nuestros impuestos, en las obras que los mexicanos necesitamos como es el metro, se escucharán más fuertes.
A todos debe quedarnos muy claro que ese accidente, que dejó 26 víctimas fallecidas y más de cien heridos, pudo evitarse si al gobierno capitalino de Claudia Sheinbaum le hubiera interesado resolver las fallas, porque es importante resaltar que la mandataria conocía perfectamente los problemas que esta línea traía consigo, solo que parece que a los gobernantes actuales no les queda claro que llegaron a la silla del poder a través del voto popular no para dedicarse a echarle la culpa a gobiernos anteriores. Su obligación es dar resultados no escusas.
Las irregularidades detectadas en la línea 12 fueron las siguientes.
a) Desgaste ondulatorio acelerado y acentuado de los rieles, particularmente en las curvas menores a 300 metros de radio.
b) Deformación de rieles y deslizamientos (patinaje) de los trenes respecto al punto normal de paro (condición de parada larga).
c) Desgastes excesivos en aparatos cambio de vía (en cerrojos, agujas, contra-agujas, rieles intermedios y piezas de cruzamiento).
A los más de cinco millones de usuarios que diariamente se transportan en las distintas líneas del metro saben de los riesgos que conlleva hacerlo, saben de la falta de revisión, e interés para que se atiendan los problemas de esta red de transporte colectivo, sin embargo, han tenido que aguantarse sus miedos por la necesidad de transporte eficiente
La situación en nuestro país cada día se torna más grave con el gobierno morenista de Andrés Manuel López Obrador, porque sus políticas de austeridad han reducido los montos de los presupuestos solicitados para la revisión de la red del STC.
El parque vehicular del STC está conformado por 386 trenes (317 de rodadura neumática y 69 de rodadura férrea). El mantenimiento de los trenes enfrenta la falta de equipos y refacciones, desde por lo menos hace dos sexenios. Esta carencia provocó, hasta 2017, que 32 trenes (21 de rodadura neumática y 11 de rodadura férrea) fueran sacados de servicio, de los cuales siete fueron dados de baja definitiva por el estado en que se encontraban.
La falta de equipos y refacciones, ha generado que se extraigan componentes de trenes detenidos para utilizarlos en los trenes en operación y evitar que dejen de circular.
El suministro inoportuno o escaso de equipos, refacciones y materiales para el mantenimiento del material rodante, es casi tan grave como la causa antes descrita, los orígenes de esta situación son diversos: presupuesto asignado insuficiente; liberación de recursos a la mitad del año en el que se ejercerán; y los tiempos prolongados para contratar servicios o adquisiciones.
El resultado ante esta falta de atención y recursos es que contamos con un Metro muy deteriorado que pone en riesgo la vida de millones de usuarios, y lo ocurrido en la línea 12 debe obligar a las autoridades capitalinas a exigir más recursos federales para hacer una revisión exhaustiva y corregir todas las fallas que son realmente estremecedoras.
El Metro de la Ciudad de México es una bomba de tiempo, cuya peligrosidad no va a acabarse solo con discursos huecos y facilones, como los pronunciados por López Obrador desde su púlpito mañanero. Antorcha exige un transporte seguro y eficiente para todos los capitalinos.
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