Hay cuestiones que deben ser motivo de reflexión para todos los mexicanos, es decir, si el Movimiento Antorchista Nacional ha logrado erigir progreso donde los pueblos estaban abandonados, es cierto que se ha luchado por edificar una nación más justa e igualitaria para todos.
Comento lo anterior para esgrimir lo que nuestra organización ha logrado en todos los rincones de México, después de la enorme unión de pueblos en que unidos hemos convertido a Tecomatlán, que después de ser un abandonado pueblo, hoy se erige como la tierra más creciente y progresista del país.
Porque tal como lo ha plasmado el compañero Juan Manuel Celis Aguirre, que es líder del Movimiento Antorchista en Puebla (cuya membresía suma a 300 mil poblanos, gran promotor del arte y, sobre todo, de la música, excelente guitarrista y pianista): no cabe duda alguna de un justo reconocimiento por la labor emprendida después de que el pasado domingo 11 de febrero iniciara la Feria Tecomatlán 2024: “La feria de la unidad entre los pueblos”.
Tecomatlán es el municipio más seguro de todo el estado, y quizá del país. No se cometen homicidios y no se cometen delitos, por lo que no tiene cárcel. Además, tiene una Policía muy preparada y entrenada por especialistas.
Como cada año, arrancó este evento con un monumental desfile de carnaval, folclórico y tradicional, en el que participaron jóvenes de casi todo el país, con sus compañías artísticas, así como representaciones de los pueblos vecinos con sus tradiciones.
La Feria Tecomatlán 2024 es un reflejo de que el comité organizador, con la participación económica de todos los tecomatecos —que no del gobierno— dentro y fuera del municipio, así como de los antorchistas a nivel nacional, logra.
Todos los eventos son gratuitos, donde hubo hasta 120 mil personas durante toda la semana para ver los torneos deportivos, los eventos artísticos, las obras de teatro, los concursos gastronómicos, los jaripeos con las mejores ganaderías del país, los espectáculos y los bailes con algunos de los grupos y bandas más importantes del país.
Tecomatlán, a inicios de la década de 1970, era un pueblo sumido en la miseria, donde los adinerados sabían que su control provenía de la desunión de los pobladores y de su ignorancia.
Tras una dura y valiente lucha, en 1974, los pobladores organizados en Antorcha Campesina se alzaron con la victoria en las elecciones por la presidencia; enojados, los sicarios asesinaron a varios campesinos y líderes del antorchismo.
Pero este municipio de la Mixteca comenzó una etapa de progreso, porque los campesinos entendieron la fortaleza de un pueblo organizado y politizado. Desde entonces, Tecomatlán es una ciudad que ahora cuenta con una Unidad Deportiva, con estadio de futbol, estadio de beisbol, cuatro canchas de basquetbol y cuatro de voleibol, pista de tartán, así como un balneario con alberca olímpica; una Casa de Cultura de siete niveles, una plaza de toros con capacidad para 15 mil espectadores, un auditorio municipal con capacidad para mil 200 personas, un hospital integral de primer mundo, unidades habitacionales, un imponente y hermoso arco de entrada; casi todas sus calles pavimentadas y casi el 100 por ciento de los servicios básicos cubiertos para sus habitantes. Es una población tranquila, sin delincuencia. A nadie le falta trabajo para ganarse el sustento.
Baste imaginar lo que haría Antorcha en todo el país, después de que se han logrado cosas importantes para el bienestar de los mexicanos, con mejores escuelas, atención de salud, de alimento y vivienda para las clases más necesitadas, es decir, el Movimiento Antorchista Nacional realmente está pugnando por mejorar las condiciones de vida para todos los ciudadanos.
Esta tierra es el ejemplo claro de lo que se va construyendo sin necesidad de contar con recursos gubernamentales que a fin de cuentas le pertenecen al pueblo, hoy Tecomatlán bajo el trabajo de los antorchistas unidos cuenta con 28 escuelas: ocho son preescolares, nueve primarias, seis escuelas de nivel secundaria, tres bachilleratos y dos escuelas de nivel superior.
Todo mundo puede estudiar y los jóvenes pueden desplegar todas sus capacidades académicas, científicas, artísticas y deportivas. Además, a partir del nivel secundaria, el municipio ofrece la opción de “Casas del Estudiante”, que son albergues para que los jóvenes humildes de Puebla y otros estados puedan vivir mientras cursan sus estudios.
La más grande de las casas del estudiante es la Villa Estudiantil, un espacio para cientos de jóvenes con cuartos, cocina, salas de estudio, espacios para hacer deporte y biblioteca. Esta oferta educativa popular ha provocado que cada año cientos de jóvenes busquen a Tecomatlán como una opción para hacer su vida académica: hijos de obreros y campesinos de varios estados del país llegan cada año a vivir y a estudiar en la ciudad modelo de Antorcha.
Porque hay que decirlo recio y quedito, Antorcha ha sido la organización más importante de México para salvaguardar los intereses de la gente que sufre los embates de la pobreza, Antorcha es la fuente salvadora que le brinda a México un rostro de grandeza inigualable, donde todos tienen cabida, donde todos comulgan con un mismo proyecto, hacer de esta nación la mejor tierra para vivir y para progresar.
Tecomatlán es además el municipio más seguro de todo el estado, y quizá del país. No se cometen homicidios y no se cometen delitos; por esa razón es un municipio en donde no hay cárcel. Además, tiene una Policía muy preparada y entrenada por especialistas, que son quienes cuidan el orden y la seguridad de los tecomatecos y de todos los visitantes.
A esta feria, que es gratuita en todos los espectáculos, conciertos de arte, programas culturales, el jaripeo con las mejores ganaderías y bailes con las mejores bandas de música del país, acuden cerca de 20 mil personas todos los días, para disfrutar de un ambiente de fiesta en medio de un pueblo que progresa y que se desarrolla bajo el gobierno del pueblo pobre, bajo el gobierno de gente organizada con Antorcha.
Hay quienes desde el gobierno federal han pretendido obstaculizar la marcha del antorchismo en la nación, pero se han topado con pared, porque la gente libre de pensamiento con la que se conforma nuestra organización ha demostrado con creces una voluntad indomable por edificar un país justo e igualitario, cosa que sin duda desagrada al imperialismo que ha puesto en marcha el actual Gobierno federal.
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