Mientras que a los campesinos se les han dejado de otorgar apoyos con semilla mejorada y fertilizante para mejorar sus cultivos; en las colonias populares no se atienden demandas añejas como vivienda digna, agua potable, electricidad, drenaje, pavimento, servicios médicos: los obreros sobreviven con bajos salarios, sin seguro social, ni contratos laborales; a los estudiantes pobres se les cancelan becas, comedores estudiantiles, material deportivo, entre otros apoyos, el gobierno del presidente Andrés Manuel López Obrador aplica un subsidio de 9 pesos por litro de gasolina que beneficia al 20% más rico del país.
El tema de los subsidios a los combustibles ha sido abordado, oportunamente, en sexenios anteriores por investigadores entre ellos los del Instituto Mexicano para la Competitividad A.C. (IMCO) el que en su portal https://imco.org.mx/
IMCO, para ayudar a desmitificar algunas ideas alrededor del subsidio a la gasolina ofreció evidencias al respecto y menciona que, según datos de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP), por cada peso del subsidio a la gasolina que recibe un individuo perteneciente al 10% de la población con menores ingresos, un individuo en el 10% más rico se lleva 32 pesos. Esto, es porque los individuos de mayores ingresos tienden a demandar mayor cantidad de combustible.
En 2012, el subsidio representó 220 mil millones de pesos, lo que equivale a 1.4% del PIB. Durante 2013, la SHCP previó disminuir el subsidio y lo cifró en 48 mil 895 millones de pesos para todo el año. Sin embargo, a septiembre de 2013, el subsidio rebasaba los 82 mil millones de pesos, muy por arriba de las predicciones de la SHCP. El monto del subsidio en el 2012 hubiera alcanzado para incrementar más de tres veces el programa Oportunidades o el Seguro Popular. En el sector educativo, con el monto del subsidio hubiéramos podido pagar 7.58 veces el presupuesto total de la UNAM. Invertir en la educación es, sin duda, una política eficaz para disminuir la pobreza.
El pasado 16 de marzo el medio digital Animal Político publicó. “Gasolina: Subsidio de 9 pesos por litro beneficia al 20% más rico; en enero dejaron de recaudarse 12 mil mdp”. El gobierno de López Obrador aplica subsidios y no cobra todos los impuestos a su alcance para controlar el precio de la gasolina, mientras hay alza mundial en el costo de combustibles, aunque a decir de expertos, subsidiar la gasolina termina beneficiando al 20% de la población con ingresos más altos.
Asimismo, especialistas señalan riesgos para las finanzas públicas, de mantener la medida a lo largo del año, e incluso sostienen que hay un cálculo político, puntualizan que la decisión presidencial de mantener controlado el precio de los combustibles sucede en medio del proceso de revocación de mandato y las elecciones en seis estados. Afirman “Desde luego Morena no piensa arriesgar su contienda. Esta es una decisión que puede estar inspirada en agradarle a los votantes y en este interés político más que en el interés de cuidar las finanzas”.
Muchas fuentes destacan, lo que más se consume en el país es la gasolina regular de Pemex. El Centro de Investigación Económica y Presupuestaria, A. C. (CIEP) revela, la aplicación de subsidios al Impuesto Especial a Producción y Servicios (IEPS) a las gasolinas y diésel, derivado de un incremento en el precio del petróleo, podría generar pérdidas recaudatorias por alrededor de 554 mil millones de pesos, esto es, 2 % del PIB y la aplicación de este tipo de subsidios puede tener un efecto regresivo en la población. Esto implica que subsidiar el IEPS, como ocurre actualmente, beneficia en mayor medida a los deciles de mayores ingresos, lo que se traduce en una medida regresiva que incrementa la desigualdad de ingresos en el país. Ya que esto ocasiona que los recursos disponibles para financiar políticas públicas disminuyan, dejando los ingresos del gobierno federal en niveles muy bajos. Entonces, queda claro que los subsidios a gasolinas, no beneficia a los pobres.
Por lo tanto el pueblo trabajador, debe sacudirse los engaños del que ha sido por gobiernos anteriores, pero con la 4T sigue siendo objeto aun con mayor intensidad, a través de las narrativas de López Obrador quien ya no tiene nada que ofrecer a los pobres, todo lo ha gastado en sus proyectos prioritarios como el Aeropuerto Felipe Ángeles, refinería de Dos Bocas y el Tren Maya, ahora al igual que sus antecesores subsidia gasolinas y termina beneficiando a los más ricos del país, dejando de recaudar muchos millones del IEPS que se necesitan para otros programas sociales, los cuales a falta de ingresos comenzó a recortar, como ya ocurrió con las Escuelas de Tiempo Completo.
El panorama, evidencia que la salida de los problemas y carencias que azotan a los trabajadores del campo y la ciudad no está en volver a votar por Morena como creyeron los electores en 2018. No queda otra alternativa, los que producen directamente con sus manos la riqueza de este país deben actuar en consecuencia y emprender la tarea que les tiene asignada la historia, la de organizarse y educarse para llegar a ser, llegado el momento, capaces de tomar en sus manos el poder de la nación y desde allí impulsar medidas para la construcción de una patria más justa y próspera en beneficio de todos.
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