MOVIMIENTO ANTORCHISTA NACIONAL

Su paso a la historia

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En la vida y a lo largo de la historia, en su búsqueda de progreso, la humanidad ha encontrado dos tipos de hombres; están primero aquellos que han dado su vida sin prácticamente recibir nada a cambio y que se dedicaron a luchar y a trabajar para que las condiciones de otros hombres, a quienes quizás jamás conocieron en vida, fueran más humanas; que lucharon, estudiaron y se prepararon para poner todo su conocimiento en manos de los pueblos oprimidos, en manos de los hombres, para ayudarles a liberarse de sus cadenas.

Y de este tipo de hombres ha trascendido los siglos el nombre de Espartaco, esclavo de Roma que se atrevió a desafiar a los poderes de su época y emprendió la lucha por liberar a sus hermanos; aparecen más cerca de nosotros quienes se han decidido, así como aquel gladiador, a luchar por la liberación de la humanidad, hombres y mujeres como Lenin, Rosa Luxemburgo, Carlos Marx, Federico Engels, Salvador Allende, Mao Tse Tung, Fidel Castro, Ernesto Guevara, Francisco Villa, y muchos más que dieron su vida buscando justicia para los más desvalidos, y una sociedad más equitativa.

Pero como sabemos, la rueda de la historia nunca deja de girar, y así como ellos, ahora en nuestra época también hay hombres que se han destacado, brillan y dan luz a sus pueblos, ilustrándolos y orientándolos en la lucha final por acabar con la injusta distribución de la riqueza, y a la postre, con la división de la sociedad en clases, que solo ha acarreado hambre y miseria a la humanidad.

Uno de esos hombres que ha dado la humanidad, y que nacen muy de vez en cuando, es quien encabeza a los más de dos millones de mexicanos que pertenecemos a las filas del Movimiento Antorchista Nacional: el Maestro Aquiles Córdova Morán, quien se ha dedicado, en cuerpo y alma, a educar y a organizar a los mexicanos para luchar, precisamente, contra la pobreza; un hombre noble, humilde, cuyos conocimientos han iluminado y han arrancado la venda de los ojos a millones de mexicanos, guiándonos siempre con sabiduría y paciencia a puerto seguro en un mar lleno de tormentas; y quiero destacar que dos de esos millones de mexicanos, eran precisamente Conrado Hernández y Mercedes Martínez, por quienes hoy, el pueblo, clama justicia para que se esclarezcan los hechos y se castigue a sus asesinos.

Pero así como existen este tipo de seres humanos que son luz para la humanidad, también los hay que solo buscan su propio bienestar a costa, incluso, de millones de vidas; hombres que le han arrebatado la paz, los sueños y el anhelo a los pueblos; aquellos que por el afán de mantener a un pueblo oprimido e inconsciente de su fuerza, le arrebataron miles de años de historia, tal como sucedió el 10 de mayo de 1933, en Berlín, cuando Adolf Hitler, en su afán de conquistar al mundo, ordenó la quema de millones de libros, pues quería precisamente, un mundo sin poetas ni pensadores.

Pero no podemos soslayar que no solo fue ese el daño que hicieron, ni lo más brutal y espantoso: sus manos estaban bañadas de sangre por los millones de muertes que generó, y así como él, el hambre de conquista a través de la fuerza y la imposición. El hambre y el egoísmo de ejercer el poder sobre los más débiles, han creado monstruos que ocasionan guerras de continuo, que arrasan naciones enteras y destruyen millones de vidas; guerras que no distinguen raza, género, ni edad.

El más claro ejemplo, es el de Estados Unidos, un país que se ha dedicado a fomentar la democracia a base de armas, y que según los datos del Instituto Watson, un centro de estudios sobre asuntos internacionales dependiente de la Universidad Brown, las intervenciones militares de la cabeza del imperialismo han dejado millones de muertos y también millones de desplazados en los ataques donde los estadounidenses eligieron como escenario en países como Afganistán, Pakistán, Irak o Siria.

Pero no solo las armas matan; matan también, y quizás en mayor número, el hambre, la miseria, la mala atención médica, la falta de vivienda y vestido; las drogas y también la violencia, y es en este punto en que vuelve a destacar Estados Unidos, pues según el portal bbc.com en lo que va del 2023 ha habido ya 170 tiroteos masivos, que han segado la vida de más de 200 personas; pero las víctimas por violencia armada aumentaron en cinco meses, en un 60 por ciento.

Pero esa ola de violencia, debe quedar claro, no es exclusiva de un país, es un mal generalizado, es una consecuencia más del sistema en el que vivimos, un sistema despiadado y atroz que ha llevado al límite y que ha descompuesto el alma y el pensamiento de millones de hombres y mujeres; y así como nuestro país vecino, México también se encuentra bañado en sangre, pues el gobierno que eligió el lema de “abrazos y no balazos” ya rompió el récord en homicidios.

El gobierno de Andrés Manuel López Obrador, quien dijo que vería “primero por los pobres”, ya rompió el récord en asesinatos al alcanzar, cuando le queda año y medio para concluir su mandato, los 157 mil muertos de forma violenta, superando a sus antecesores pues en el gobierno de Peña Nieto hubo 157 mil víctimas, en el mandato de Felipe Calderón más de 120 mil y 60 mil 200 en el de Vicente Fox.

Aún queda todavía año y medio para que el presidente deje el cargo, pero su política de seguridad es un absoluto desastre. No cabe duda de que este espantoso panorama no se modificará en lo que queda del sexenio; todo lo contrario, este gobierno seguirá cobrando la vida de miles de mexicanos. Así que, amable lector, ¿cuál cree usted que es en la historia el bando al que pertenece el señor presidente? Lo dejo a su criterio.

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