El artículo 3 de nuestra Constitución contiene uno de los puntos más importantes en beneficio de la población en general y, sobre todo, de la más humilde del país, como decimos vulgarmente con este artículo la revolución nos hizo justicia. Desafortunadamente, en la práctica, como pasa con muchos artículos, este es letra muerta, que sus preceptos están muy lejos de cumplirse para la totalidad de los mexicanos y no por falta de recursos, sino más bien porque los gobiernos en turno han hecho lo posible porque la educación no se convierta en un patrimonio de toso nuestro pueblo, un instrumento que permita el libre pensamiento, la preparación científica, además del respeto a una verdadera democracia. Es decir, que los gobiernos en turno han hecho todo, menos educar a nuestro pueblo.
Si revisamos al detalle el artículo 3 constitucional, nos daremos cuenta de que todas las disposiciones que enumera están muy lejos de aplicarse .Veamos, “toda persona tiene derecho a la educación. El Estado -Federación, estados, Ciudad de México y municipios- impartirá y garantizará la educación inicial, preescolar, primaria, secundaria, medio superior y superior. La educación inicial, preescolar, primaria y secundaria, conforman la educación básica; cita la media superior serán obligatorias, la educación superior lo será en términos de la fracción X del presente artículo”.
¿Qué dice la fracción X?, que “la obligatoriedad de la educación corresponde al estado. las autoridades federales y locales establecerán políticas para fomentar la inclusión, permanencia y continuidad; en términos que la ley señala. Asimismo, proporcionaran medios de acceso a este tipo educativo para las personas que cumplan con los requisitos dispuestos por las instituciones públicas”.
Hasta aquí, nuestra ley nos habla de la obligatoriedad, incluso hasta la universidad, pero ¿cuál es la realidad? Hablemos de Durango; es un estado que casi la mitad de su territorio es zona serrana, las comunidades están muy dispersas, en muchas de estas comunidades no hay ni siquiera preescolar, los niños tienen que trasladarse grandes distancias para poder asistir al kínder, primaria, secundaria y ya no hablemos del nivel medio superior y superior.
Cuando con grandes esfuerzos se logra terminar la secundaria, hay que trasladarse a la capital para estudiar el bachillerato y la universidad, pero ninguna autoridad, ya sea municipal o estatal, crea las condiciones para que esos jóvenes puedan seguir estudiando. ¿Dónde van a vivir? ¿Cómo se alimentarán? ¿Cómo se fraguarán, los gastos que se requiere su educación? Como vemos, la educación, aunque se diga obligatoria, la gran mayoría de la población no tiene acceso a ella.
En el país existe un subsistema de bachillerato que se llama telebachillerato y que, según las autoridades, está pensado para los lugares más apartados del país. Pues sí, en muchos lugares de Durango existen, pero con la limitante de que ningún centro con plantel propio, es decir, no tienen instalaciones propias, están a merced de que les presten otras instalaciones y solo cuentan con tres profesores para todos los grados, es decir, un subsistema muy limitado.
Por otro lado, vemos que gran parte de los centros educativos de nivel preescolar, primaria y secundaria, no cuentan con instalaciones adecuadas, en algunas secundarias no cuentan maestros de inglés, no hay laboratorios, se ha marginado la educación cultural y el deporte, es decir, un desastre en toda la magnitud de la palabra.
En días pasados, recibimos la buena noticia de que en la secundaria “Federico Engels” y en el telebachillerato “Cristóbal Colón” habían inaugurado su taller de computación y de estética corporal, además de que casi el 99 por ciento de los alumnos de bachillerato habían acercado al programa de becas.
También reseñaron que, a lo largo de 5 años de existencia, habían logrado gracias a las gestiones del Movimiento Antorchista, la FNERRR y los padres de familia, que la federación les construyera tres edificios, con ello sumando un total de 25 aulas, un gimnasio deportivo con gradas y su barda perimetral, y que tenían en puerta el equipamiento de su laboratorio de ciencias.
En palabras de los jóvenes, maestros y padres de familia se escuchaba decir, que solo unidos y organizados, y además luchando podrían lograr que la educación en el oriente de la ciudad, respondiendo a los dictados de nuestra constitución.
Creo yo, que son palabras muy sabias dichas por el pueblo y de las cuales todos debemos aprender.
0 Comentarios:
Dejar un Comentario