Entre la pandemia y el gobierno de López Obrador, no hay certeza para el desarrollo educativo al contrario se habla de que México regresará a niveles de 2015 y ello tenderá a recrudecerse con el paso de los meses. A pesar que desde distintas esferas se ha insistido al Ejecutivo federal a coordinarse para prevenir y evitar mayores daños a la juventud a causa de la pandemia por el Covid-19, pues en materia educativa el país está a punto de regresar al nivel de 2015 por deserción masiva de estudiantes y bajo aprovechamiento.
Desde inicio del ciclo escolar 2020-2021, de acuerdo al estudio 'Desarrollo Humano y Covid-19 en México', del Programa de Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), más de un millón 400 mil adolescentes y adultos abandonarán la escuela. En total, un millón 431 mil 576 estudiantes podrían dejar de acudir o presenciar las clases, aunque sean a distancia y, con ello, el rezago educativo nacional será inminente y regresarían a México a los niveles de hace cinco años. Con ello, la matrícula general bajaría de 34 millones 500 mil a cerca de 33 millones. Esto sería así porque, además, más de 2.8 millones de estudiantes de tres a 17 años ya están en ese rezago educativo y más de 841 mil de ellos y ellas en edad escolar trabajan y no asisten a la escuela.
La situación es y será peor para adolescentes y jóvenes indígenas, con alguna discapacidad y migrantes, a pesar de conocer dichos datos no se han adoptado medidas oportunas y pertinentes.
Sólo 54.3 por ciento de escuelas públicas y privadas de educación primaria y secundaria cuenta con computadoras y únicamente 37.7 por ciento tiene la posibilidad de conectarse a internet, mientras en las de educación media superior sólo 68.8 por ciento tenía computadoras y sólo la mitad del total podría conectarse a internet.
Sólo 44 por ciento tiene equipo de computación y únicamente 56.4 por ciento tiene internet, porcentajes que disminuyen a menos de la mitad en zonas rurales. En muchos casos de escuelas y hogares ni siquiera hay servicio eléctrico.
Ante este escenario, el gobierno federal debió considerar el porcentaje de inversión en materia educativa. Sin embargo, el proyecto de presupuesto de la federación para el 2022 propone un incremento de 1.9% en el gasto en educación, representando el 3.1% del PIB, su proporción más baja desde hace 8 años, muy por debajo de los que recomiendan organismos como la Unesco (5%), para 2020, el gasto en educación en México será de 883 mil 929 millones de pesos, su proporción más baja en la última década, según el Centro de Investigación Económica y Presupuestaria (CIEP).
El sector educativo tiene diversos compromisos que no están siendo atendidos como infraestructura básica para escuelas y la atención de las consecuencias por pandemia como la falta de aprendizaje y el abandono
Como se ven las cosas, y ahora que el gobierno federal no tiene dinero ni para lo más básico, no se ve de dónde sacarán recursos para dotar de toda la infraestructura y equipo que requieren los estudiantes y los maestros para el tan mencionado regreso a clases.
La deserción es irreversible, no vemos cómo se va a revertir la tendencia en el futuro. Sin educación, los jóvenes están condenados a la pobreza.
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