En los últimos años, en el mundo se ha presentado la escasez de agua tanto para las industrias y cultivos como para el consumo humano, hemos visto sequías severas por la falta de precipitaciones pluviales que deriva en una insuficiencia de recursos hídricos.
México no es la excepción, en muchos de los estados, sobre todo en el norte del país y algunos del centro (Aguascalientes, Baja California Sur, Coahuila, Nuevo León, Chihuahua, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí, Sonora y Zacatecas), presentan sequía en más del 70 por ciento de sus municipios, y sus presas están prácticamente secas, es decir, sin ninguna reserva.
Por nivel de superficie, Durango es el quinto estado más damnificado con el 82.5 por ciento de su territorio con algún nivel de sequía, por lo que es necesario un programa de apoyo emergente ante la difícil situación en la que se encuentra el campo como consecuencia directa de la falta de agua para la crianza de ganado y la producción agrícola.
De acuerdo con el Monitor de Sequía de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), en Durango hay 35 municipios con algún grado de sequía, pues solamente en Gómez Palacio, Mezquital, Tamazula y Tlahualillo se presenta un clima anormalmente seco, sin llegar a considerarse sequía como tal.
Solo el 17.5 por ciento del territorio duranguense no presenta afectación por sequía, mientras que el 31.9 por ciento registra un clima anormalmente seco, el 43.9 por ciento sequías moderadas y el 6.7 por ciento sequías severas.
Los municipios con sequía moderada son 22, entre ellos, Canatlán, Canelas, Coneto de Comonfort, Cuencamé, Durango, Hidalgo, Indé, Lerdo, Mapimí, Nazas, Nombre de Dios, Ocampo, Otaéz, Poanas, Pueblo Nuevo, Rodeo, San Dimas, San Luis del Cordero, San Pedro del Gallo, Súchil, Topia y Vicente Guerrero.
Los que registra sequía severa son 13, Simón Bolívar, Guadalupe Victoria, Guanaceví, El Oro, Pánuco de Coronado, Peñón Blanco, SanBernardo, San Juan de Guadalupe, San Juan del Río, Santa Clara, Santiago Papasquiaro, Tepehuanes y Nuevo Ideal.
Ante esta situación urge que el Gobierno federal implemente estrategias de inversión productiva y créditos a tasa cero, que impulsen a los productores de maíz y frijol, que es lo que más se cultiva en nuestro estado.
Los campesinos medios, los pequeños productores de comunidades y ejidos, que muchos de estos últimos producen para el autoconsumo y son los que más sufren, es necesario que cuenten con el apoyo incondicional de los gobiernos, no basta con el sembrando vida.
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