De manera contundente muchos articulistas desmintieron oportunamente el segundo informe de labores del presidente Andrés Manuel López Obrador, caracterizándolo como electorero y sin reflejo de la realidad mexicana.Señalan que la administración obradorista tiene más informes que logros y este ya es el sexto o séptimo y todos son un reflejo de la realidad alterna en la que vive el titular del Ejecutivo Federal.Coinciden en que el informe presidencial está plagado de autoelogios, lleno de mentiras y frases que no tienen sustento con la realidad en que se vive fuera de Palacio Nacional.Confieso que estoy plenamente de acuerdo con los articulistas.
Además, desde mi modesto punto de vista, considero que lo más lamentable de estos informes presidenciales no son los "otros datos" que siempre reporta AMLO, sino la falta de resultados de su gobierno.Esta administración está alejada de la realidad en que viven los mexicanos, tampoco ha estado a la altura de las crisis de salud, seguridad y economía por las que hoy atraviesa nuestro país.Mentir con logros que no ha tenido su mandato es traicionar la confianza de los 30 millones de electores que votaron por López Obrador y vulnera la figura presidencial.
Ni el manejo de la pandemia, ni la lucha contra la corrupción, entre otros indicadores, fueron reflejados correctamente por el mandatario, ya que la crisis económica y la desigualdad se siguen profundizando en México, se cuidó en no mencionar una sola palabra de los video escándalos en los que aparece su hermano Pio recibiendo dinero para ser entregados a López Obrador, así como, de los casos de corrupción de morenistas que señala Emilio Lozoya entre los que están en punta el gobernador poblano Miguel Barbosa Huerta.
En su segundo o séptimo informe AMLO aseveró "No hemos emprendido persecuciones facciosas ni venganzas políticas".Falso.Actualmente el antorchismo nacional, está siendo víctima de una grave persecución política, ya sufrió una primera sanción con el congelamiento de cuentas de negocios muy modestos por parte de la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) que no deben ser objeto de investigación pues corresponden a la trayectoria de un movimiento popular que data de más de cuatro décadas y media de existencia.
Asimismo, hay muchísima gente que se está quejando de que le están inventando delitos, de que los están persiguiendo, de que los están hostilizando y precisamente por ser opositores del gobierno de López Obrador y Miguel Barbosa, cuando menos en el caso del Movimiento Antorchista se puede asegurar que la persecución es claramente de carácter político y que está basada en cifras que no se sostienen de ninguna manera sobre el congelamiento de cuentas por parte de la UIF.
Es necesario subrayar que los antorchistas no somos aventureros ni irresponsables, sabemos de lo que son capaces los aprendices de dictadores, hoy enfermos de poder y dinero, por lo que ante los graves ataques de los morenistas nos vamos a defender con la verdad en la mano, desenmascarando a los falsos redentores del pueblo, nuestras acciones y denuncias están garantizadas dentro de nuestra Constitución Política.No se trata de un enfrentamiento o una provocación contra el gobierno morenista.
Está más claro que un gran número de sectores populares han sido afectados a lo largo de estos dos años por las medidas de la 4T, a quienes hoy más que nunca los llamamos a hacer un frente popular, desde mexicanos muy empobrecidos que ya no reciben apoyos de programas sociales como Prospera, campesinos sin apoyos productivos como fertilizante, autoridades locales sin inversión para sus comunidades, feministas, sectores sin acceso a servicios médicos y medicinas hasta empresarios amenazados con la nueva legislación de la Ley de extinción de dominio.
Los antorchistas no buscamos el poder por el poder, sino que estamos preocupados por el futuro de México, pues nuestro verdadero reto es combatir a fondo la desigualdad y la corrupción.Estos problemas no se resuelven con políticas de Transferencias Monetarias Directas ni con medidas de austeridad como las que ha venido impulsando la administración obradorista, sino con una economía productiva que genere riqueza para todos, riqueza que debe ser distribuida de manera más justa y equitativa entre los mexicanos, en donde exista una inversión suficiente tanto privada como pública, para que el aparato económico de nuestro país sea eficiente, de alta productividad.¡Manos a la obra!
0 Comentarios:
Dejar un Comentario