Nicolás Romero.- Alberto Morales Hernández vive en Nicolás Romero, municipio del Estado de México, la falta de oportunidades lo ha obligado a ser operador del transporte público. Desde las cuatro de la mañana tiene que estar en la base para hacer guardia y ser de los primeros en tomar pasaje; con sus 56 años a cuestas tiene que competir con otros choferes, que con su juventud se pelean por los usuarios. Las cosas van mal, unos días saca para mantener a su familia y pagar la cuenta, otros, la mayoría, solamente sale a mano con su patrón.
Añora su vida en los Estados Unidos, trabajó en intendencia y en las yardas, grandes extensiones de tierra donde se cultivan frutas y verduras: “allá se es pobre también y te tienes que cuidar de la migra, pero si trabajas te alcanza para vivir mejor y te das ciertos lujos, al grado de que con eso me alcanzó para construir mi casa, aquí en México por más que trabajo hay días que no gano ni para comer”.
En nuestro país el salario mínimo, a partir del 1 de enero de 2023, pasó oficialmente de 5 mil 258 a 6 mil 223.2 pesos mensuales, pero la realidad es otra. De acuerdo con la página electrónica Data México, con datos de la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), en la entidad el salario promedio mensual en el tercer trimestre de 2022 fue de 3 mil 820 pesos, siendo superior en 385 pesos respecto al trimestre anterior. Y es que, contrario a lo que se piensa, en México sí hay trabajo, pero está muy mal pagado, ya que, en la realidad, la mayoría de los mexicanos se emplea en la informalidad (55.6 por ciento) y gana de 900 a mil 200 por semana al trabajar como comerciantes, empleados de ventas, despachadores, dependientes y trabajadores domésticos.
Alberto está enfermo de diabetes, por su edad ya no encuentra un trabajo que le brinde la seguridad social que necesita y solo tiene dos opciones: trabajar en seguridad, 24 por 24, o seguir de chofer en la Urban y aguantar el tráfico que se genera diariamente de Nicolás Romero a Tlalnepantla. En este municipio, de acuerdo con Data México, el tiempo promedio de traslado del hogar al trabajo es de 54.9 minutos, 55.3 por ciento de la población tarda menos de una hora en el traslado, mientras que 34.8% tarda más de una hora en llegar a su trabajo.
Al ganar poco, Alberto y su familia comen diariamente caldo de pollo preparado con retazo, su esposa siempre busca los alimentos más baratos, por eso le dan ganas de irse a trabajar, pero tiene que cuidar a sus nietos: cuatro niños de siete, cinco, cuatro y tres años.
Sus hijos no estudian ni trabajan, el sistema los cataloga como ninis. De acuerdo con el informe "Education at a Glance 2022", que cada año publica la OCDE, el 21,7 por ciento de los jóvenes mexicanos de 18 a 24 años de edad no estudiaban ni trabajaban.
Su pobreza, sin saberlo, lo incluye dentro de las estadísticas del Censo de población a Vivienda que dicen que, en Nicolás Romero, en 2020, 43.4% de la población se encontraba en situación de pobreza moderada y 7.99% en situación de pobreza extrema. La población vulnerable por carencias sociales alcanzó un 19.1%, mientras que la población vulnerable por ingresos fue de 12.2%.
La esperanza de Alberto es volver a Estados Unidos y cambiar su vida; ve su futuro en su hija, quien nació en Arizona y pretende trasladarse al vecino país para radicar allá, para tiempo después hallar la manera de llevarse a sus padres e hijo.
La falta de oportunidades, de trabajos bien pagados, la desigualdad e incluso la inseguridad, han obligan a los mexicanos a migrar al país del norte. El sueño americano persiste; de acuerdo con la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos (CBP, por sus siglas en inglés), el éxodo de connacionales al vecino del norte aumentó 13.3 por ciento en todo el año, al pasar de 706 mil 644 en el año 2021 a 800 mil 688 detenciones este año, por parte de la patrulla fronteriza. En torno a los menores de edad, el aumento fue de 7.4 por ciento, al registrar dos mil 842 en 2021, contra 30 mil 346 el año anterior.
Aunque se vayan a perseguir el sueño americano, solamente pasarán de ser explotados en México a ser explotados en Estados Unidos, y sin gozar de sus garantías individuales. Según el informe de la Confederación Sindical Internacional 2021, Estados Unidos presenta una violación sistémica de los derechos laborales, y tiene el peor desempeño entre los principales países desarrollados, ya que sus industrias urbanas y del campo, de limpieza, de siembra, turística, servicios y de catering a menudo aprovechan las lagunas legales para eludir la supervisión del gobierno con el fin de ahorrar costos y maximizar los beneficios. Allá, los salarios de los trabajadores y los beneficios relacionados están muy por debajo de los estándares legales y no hay pago correspondiente por largas horas o horas extraordinarias.
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