El salario mínimo en México en este 2022 pasó, para la zona centro del país, de 141.70 a 172.87 pesos diarios, en total 5 mil 255 pesos al mes. Dicha cantidad incluye a casi todo el país, con excepción de la zona de la frontera norte, donde es mayor.
Más de 6 millones de trabajadores fueron beneficiados de manera directa con ese aumento salarial. ¿Pero realmente es un beneficio?
Para determinar el aumento al salario mínimo, la comisión encargada toma en cuenta el porcentaje de inflación mexicana y el costo de los productos esenciales.
El propósito es fijar una cantidad mínima de dinero para que los trabajadores y su familia puedan cubrir sus necesidades básicas como comida, vivienda, educación, salud, vestido, trasporte, deportes, actividades culturales. Por lo menos eso dicen los especialistas.
Pero no es cierto, aunque el aumento al salario mínimo ha sido el mayor en 34 años, no ha servido de mucho porque la inflación ha crecido más que el aumento salarial. El año 2022 inició con un aumento en el precio de 24 de los 30 productos básicos, en lo cual también influyó la crisis sanitaria que vivimos globalmente.
Además, el salario mínimo de México, a pesar de contar con un incremento del 22 por ciento, sigue siendo de los más bajos a nivel mundial.
El poder adquisitivo del salario en México sufrió su peor caída desde 2017; aunque nos digan lo contrario, la inflación actual anula cualquier esfuerzo por mejorar el ingreso del trabajador.
Actualmente, los trabajadores tienen que hacer un desembolso de 361 pesos al día, en promedio, para comprar la canasta alimenticia, sin contar los instrumentos para su preparación, el costo de energía eléctrica y gas para cocinar, pues con ello el precio se eleva a 495 pesos al día.
Esta cuestión ha provocado que el pueblo mexicano tenga que consumir productos de mala calidad porque los ingredientes básicos de la cocina mexicana han sufrido importantes aumentos en los últimos días: el tomate verde, jitomate, cebolla chiles verdes, limón, aguacate y tortillas, solo por mencionar algunos de los productos más consumidos, han incrementado como nunca su precio.
Actualmente, el precio del kilo de tortilla está entre 18 y 20 pesos. Como siempre el pueblo se ha tenido que sacrificar consumiendo menos tortilla porque ya no le alcanza para más por su miserable salario y no comer carne, leche y huevo ya es muy común entre el pueblo mexicano
Los beneficios del aumento salarial no solo son beneficios para los trabajadores, sino también para las empresas; el impacto positivo también debe recaer en la economía nacional, pues ante mayor ingreso, mayor consumo. La inversión también incrementa cuando hay mayor demanda de bienes y servicios, solo que tristemente el menos beneficiado por el incremento de todas las cosas, sean o no de primera necesidad, es el pueblo trabajador y más aun los que tienen trabajos informales que no les cubren ni su salud.
Es momento de protestar por parte de todos los trabajadores que no tienen los ingresos necesarios para las necesidades más apremiantes de la familia.
Ahora, en una familia trabajan por lo menos tres personas y siguen sin satisfacer el hambre. En esta pandemia muchos murieron por no tener ni para el medicamento que necesitaban para recuperarse del Covid. Es momento de alzar la voz y demandar un mejor salario que no vaya con trampa como ahora, que dicen que es el más grande aumento que se ha registrado en 34 años, pero que no satisface lo esencial para la vida porque ha perdido poder adquisitivo.
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