Recientemente el candidato a la gubernatura de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, presentó un plan de 55 propuestas para impulsar el desarrollo del estado, mismas que, dice, llevaría a cabo, en caso de resultar electo el 6 de junio próximo. Una nota del diario El Economista del 5 de mayo de los corrientes, recoge lo más relevante del plan de Rocha Moya. Veamos.
“Se trata de un conjunto de medidas, a partir de las cuales, se implementarán las políticas públicas encaminadas a construir un Estado de Bienestar que genere crecimiento y desarrollo económicos y combatir la inseguridad (…). El candidato planteó que, para reactivar la producción en el sector agropecuario, es necesario incluir en el presupuesto estatal apoyos a la agricultura, ganadería, pesca y acuacultura. Además, implementar un sistema de financiamiento para otorgar crédito oportuno, barato y suficiente para agricultores, ganaderos y pescadores. (…) productores de granos. Dijo que, para beneficiar a las comunidades de la región de Los Altos, se fomentarán los beneficios de los programas federales Sembrando Vida y Precios de Garantía a Productores del Campo. Asimismo, anunció un plan de atracción de inversiones agroindustriales para mejorar el valor de los productos del campo y la pesca. Rocha Moya mencionó que es preciso fomentar la inversión, con reglas claras, certeza jurídica y reducción de trámites. Adelantó que se establecerá un programa de becas a estudiantes de educación superior de comunidades marginadas. En materia de Salud, dijo que se dará prioridad a la construcción de infraestructura hospitalaria en las comunidades más apartadas y anunció que convertirá en ambulancia aérea el helicóptero del gobernador. Informó que la Secretaría de Desarrollo Social se habilitará como Secretaría de Bienestar la actual. El gobernador se planteó como objetivo construir un Estado de Bienestar. Se implementarán programas de construcción y mejoras en carreteras, troncales carreteros, vías férreas y puentes, para mejorar la conectividad, principalmente los proyectos carreteros Topolobampo-Ojinaga y Badiraguato-Parral. Aseguró que se concluirán los proyectos hidráulicos Elota-Piaxtla, Presa Picachos y Presa Santa María. Para generar condiciones de seguridad, indicó que se creará la Fiscalía Especializada en Delitos de Género y se establecerán juzgados especializados en delitos de género; se mejorará la coordinación y trabajo conjunto de persecución del delito con las autoridades municipales y federales y se creará la Universidad de los Policías para la formación integral y de alto nivel de los cuerpos de seguridad, entre otras medidas.”
Como se ve, muchas son generalidades que a nada comprometen y otras son solamente buenas intenciones y “seguimiento” a las políticas de la 4T, en un claro intento por mantener la aprobación del presidente de la República, quien lo ungió candidato. Lo más concreto que dice es la construcción de las dos presas, creación de fiscalías y una universidad. Pero hay que ver cuál fue su desempeño en su último año como servidor público, para contrastar su actividad y su capacidad de realización con la serie de ofertas grandilocuentes que hoy hace como candidato a la gubernatura.
En una nota de El Sol de Sinaloa, del 25 de septiembre de 2020, relativa a su segundo informe de labores en el Senado de la República se lee sobre el informe del hoy senador con licencia: Aseguró que, pese a la emergencia sanitaria, el segundo año de ejercicio legislativo fue muy productivo y se pudo fortalecer la lucha contra dos flagelos que han provocado severos daños económicos y sociales al país, como es la corrupción e impunidad. (…) señaló que se logró la prohibición a la condonación de impuestos, iniciativa presentada por el presidente Andrés Manuel López Obrador, ya que era una práctica nociva para la hacienda pública, particularmente presidencialista y fiel retrato de los enormes privilegios que gozaban las élites políticas y económicas del país. El ex rector de la UAS y presidente de la Comisión de Educación en el senado, hizo un público reconocimiento a los trabajadores de la salud sinaloenses”. Hasta aquí, no se ve más que obediencia a los designios del presidente de la república; no se ve iniciativa propia, sino apego ciego a su discurso.
Sigue la misma nota con las afirmaciones de Rocha Moya: “En uno y otro año, guardo la enorme satisfacción personal de la labor cumplida, atendiendo así, el mandato que la mayoría de los sinaloenses, democrática y libremente, me confirieron el primero de julio de 2018”. “También hemos estado muy al pendiente, en coordinación con el gobernador, del cumplimiento de los proyectos Presa Santa María, Presa Picachos y su zona de riego, obras hidráulicas indispensables para rescatar de la pobreza e incorporar definitivamente a los productores del campo del sur de nuestra entidad al desarrollo agrícola moderno de Sinaloa”. “De igual manera hemos dialogado continuamente con los empresarios de la industria de la construcción, así también con los jóvenes emprendedores de esa rama estratégica para la generación de empleos, apoyando a cada uno de los gremios, en gestiones para la mejora de su estatus jurídico, que les permitirán, desde ya, competir justa y equitativamente en la obra pública estatal.” Hasta aquí la nota de El Sol de Sinaloa.
Por más esfuerzo que se haga, será difícil encontrar un solo logro específico, producto de la iniciativa, el arrojo y el compromiso con el pueblo que tanto menciona en sus discursos el hoy candidato a gobernador, en su segundo informe de labores como Senador presentado hace unos meses. Y esto es muy importante que lo valoren los electores sinaloenses; porque alguien que no mostró en un cargo tan importante como el del Senado de la República, iniciativa para representar las causas más sentidas de sus electores; alguien que no puede mostrar en ¡un año! ¡Una sola acción!, definitivamente no muestra mucha capacidad de realización y no va a hacer en la gubernatura algo distinto de esto.
Y si en la gubernatura actúa como en su encargo anterior, siguiendo la línea del líder de su partido, sin quitarle ni ponerle una coma, ¿qué nos puede esperar? La línea del presidente tiene sumido al país en la tragedia de muertos por la pandemia de la covid-19, en el decrecimiento económico y la fuga de capitales, en el subdesarrollo y la multiplicación de la pobreza, en el rezago del campo, en la desaparición de programas otrora útiles para millones de mexicanos, en la falta de obra para infraestructura de todo tipo, y peor aún: en la falta de inversión siquiera en el mantenimiento de la obra pública ya existente, como demuestra la reciente tragedia de la línea 12 del metro de la CDMX; en fin, todo lo que ha hecho el presidente, del que no se aparta Rocha Moya ni un centímetro es exactamente lo contrario de lo que éste dice que hará en sus 55 propuestas para lograr un “estado de bienestar” en Sinaloa.
Por lo que desde ahora podemos asegurar que no hará lo que dice, que está haciendo uso de la demagogia vil para conquistar el voto, pero el pueblo sinaloense debe valorar los hechos de Rocha Moya ¿dónde están? Lo que nos esperaría con él en la gubernatura es, a despecho de su propaganda, un “Estado de Malestar”.
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