* El autor intelectual es Armando Corona Rivera, ex-diputado local priista
* El 6 de octubre, el Movimiento Antorchista realizará mega-marcha nacional al zócalo del D.F.
Ixtapaluca, Estado de México.- A casi dos años de la desaparición forzada de Manuel Serrano Vallejo, en el municipio de Tultitlán, Estado de México, su hija y hoy diputada federal, Maricela Serrano Hernández, reveló las inconsistencias en la supuesta investigación sobre el crimen cometido contra su padre que ha realizado la Procuraduría General de la República.
En entrevista, Serrano Hernández reiteró categóricamente que la desaparición forzada de su padre fue política. Recordó que hace dos años el gobierno que encabezaba y la organización en la que milita fueron el blanco de ataques y calumnias por parte de políticos del Gobierno del Estado de México y de políticos locales que habían perdido sus privilegios y canonjías como el ahora ex-diputado local del PRI, Armando Corona Rivera.
La ahora diputada enumeró por lo menos seis grandes inconsistencias. Primero, el modus operandi de la banda criminal es diferente al de los otros secuestrados, en el caso de otra víctima (un chico de 16 años), los secuestradores relatan con detalle cómo lo vigilaban desde antes, cómo planearon el secuestro y quiénes lo cuidaban. En cambio en el caso de Manuel Serrano sólo declararon: "lo agarramos y ya, y porque nos dijeron que era un pez gordo".
Segundo, tiempo después se supo que los supuestos secuestradores no conocían siquiera el nombre de Manuel Serrano. Una vez aprehendidos fueron torturados para memorizar el nombre, lo cual demuestra que los delincuentes no conocían a la víctima, es decir, no fue uno de sus delitos "normales".
Tercero, sospechosamente, el día de la detención muere un integrante de la banda, quien sería el contacto con los autores intelectuales del crimen. Según el anuncio oficial, el delincuente Vicente Pérez Hernández "trató de darse a la fuga, pero derivado de padecimientos crónicos se desvaneció, siendo trasladado a un hospital en el Estado de México para su atención médica en donde fallece".
Cuarto, la versión oficial del gobierno con el objetivo de borrar mediáticamente las sospechas de que se trató de delito por motivos políticos, dijo que el jefe de la banda (Jaime Alejandro Juárez Vargas) es un familiar de la víctima. Sin embargo, nunca aclararon que se trataba del esposo de una sobrina en quinto grado, con el que la familia nunca tuvo contacto, ni siquiera lo conocían.
Quinto, a los secuestradores les pretenden dictar auto de formal prisión por delitos menores y no por delincuencia organizada como lo solicita la familia, con la intención de dar protección a los autores intelectuales. Es decir, al liberarlos del delito conocido como "delincuencia organizada", las propias autoridades cierran deliberadamente posibles líneas de investigación.
Y sexto, se tardan varios meses en delimitar qué juez va a resolver el caso. Además de que hasta la fecha se han cancelado 9 audiencias por detalles menores, por lo que una investigación más profunda sobre el caso se encuentra prácticamente suspendida.
Por último, Serrano Hernández mencionó que con motivo de dos años de la desaparición forzada de su padre, el día 4 de octubre se realizará una "misa homenaje" en Tultitlán. Además de que el día 6 del mismo mes el Movimiento Antorchista realizará una "mega-marcha nacional" al Zócalo Capitalino con el propósito de seguir exigiendo justicia para Manuel Serrano Vallejo y otras demandas ignoradas por el Gobierno Federal.
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