El problema de la sequía en Guanajuato se siente desde hace varios años. Son miles de productores de temporal los que han perdido sus cosechas, y también se ha notado la falta de producción de alimento para el ganado de la entidad.
De acuerdo con la Comisión Nacional del Agua (Conagua) son siete municipios los que enfrentan sequía severa; Atarjea, León, Ocampo, San Felipe, Santa Catarina, Tierra Blanca y Xichú.
Destaca el caso de León, que no pertenece a los municipios del noreste del estado, pero que, por la gran cantidad de pobladores, presenta graves dificultades de abastecimiento a sus habitantes, siendo esta la más grave en 30 años.
El agua solo llega un día y dos no, en 97 colonias del municipio, según el comunicado del Sistema de Agua Potable y Alcantarillado (Sapal) y las colonias que entran en esta dinámica fueron divididas en cuatro zonas, Gran Jardín, con once colonias; Los Castillo, con 56 colonias; Valle del Campestre, con ocho colonias y Echevestes, con 22 colonias.
En otros municipios como Celaya invierten en programas satelitales para detectar fugas de agua desde el espacio; mientras tanto, el proyecto de Agua Sí para Guanajuato sigue atorado en la trama burocrática del Gobierno federal.
Reportes actualizados de la Comisión Estatal del Agua señalan que las condiciones de sequía se presentan en el 70 por ciento del estado, casi en su totalidad. Actualmente son 27 de los 46 municipios que se encuentran en una denominada “condición de impacto dominante”, lo que indica que estos presentan una duración mayor a 6 meses con algún grado de sequía.
Al observar el mapa del Monitor de Sequía en México, se puede identificar que la mayor parte de la entidad se encuentra en condiciones anormalmente secas. La CEAAG informó que, al cierre de diciembre de 2022, el acumulado de lluvia en la entidad apenas llegó a 408.6 mm (litros por metro cuadrado), muy por debajo a los registrados en 2021, que fue de 658 mm.
Desde marzo, las principales presas de Guanajuato cuentan con poca agua, de acuerdo con información de la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural de México.
La presa de Peñuelitas, en Dolores Hidalgo, es la que más baja está de su capacidad. Mientras que la de Bordo de Tavamatacheo, en Yuriria, y la del Papalote, en León, están por debajo de la mitad de su capacidad.
Y el almacenamiento de agua en presas de uso agrícola ha disminuido hasta en un 25 por ciento en el estado, lo que ha provocado que los agricultores estén disminuyendo hasta en un 50 por ciento el riego de sus plantíos, lo que provocará pérdida de cosechas, así como económicas.
Agricultores de la comunidad “La Laborcita”, del municipio de León, han señalado que si antes sembraban una hectárea, ahora solo lo están haciendo en media hectárea, ya que con el agua que hay, es poco lo que alcanzan a regar.
Roberto Muñoz comentó que la pastura en este año ha sido escasa por falta de riego, lo que ha provocado que lo invertido en el campo no se refleja con la ganancia obtenida.
“La verdad es que sí nos ha afectado bastante la sequía, no hay agua suficiente para tener pastura para los animales. No hemos sacado ni lo que invertimos”, refirió.
La sequía también ha provocado que en las presas como Ibarrilla y Ojo de Agua se vean afectadas al no ser atractivas y, por tanto, no acudan familias a visitarlas para pasar una tarde de convivencia alrededor de ellas y poder refrescarse en sus aguas.
Es urgente que tanto el Gobierno federal como el estatal avancen en la tramitología y se inicie la construcción del proyecto “Agua Sí", que nació de la cancelación del proyecto de la presa ” El Zapotillo” a cuyo recurso hídrico Guanajuato tenía derecho basado en decretos presidenciales.
Este nuevo proyecto tiene como objetivo aprovechar las aguas superficiales de la presa Solís, para mediante un sistema de ductos llevarlo hacia los municipios del corredor industrial, pero durante este trayecto aprovechar para que el agua pueda ser utilizada para el riego tecnificado y así dejar de extraer agua del subsuelo, para con ello abonar en la recuperación de los mantos acuíferos del estado y así el llamado día cero para la entidad se pueda continuar retrasando.
Sin duda, que no hay tiempo que esperar y ambas instancias de gobierno, tienen mucho por hacer y de no hacerlo, los guanajuatenses se los empezarán a exigir.
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